La relación entre manejar un estado y las condiciones de convalecencia de un Jefe de Estado, tienen puntos sensibles que la opinión pública internacional especula y analiza, en torno a la enfermedad del Presidente Chávez, cuya situación merece plantearse, con todo el respeto que un ser humano requiere en situación semejante.
La diferencia estriba, en el modo en que se ha proyectado el asunto y esa ambigüedad en el trato mediático ante la situación, en la cual daría la impresión de que el Estado Cubano se ha hecho cargo del enfermo, del Estado venezolano y de los propios familiares del Presidente Chávez.
Sin partes médicos periódicos, leídos en Caracas, no en la Habana, los rumores bien intencionados y los malos, comenzaron a tejer historias rocambolescas, porque es muy difícil desde ultramar manejar un Estado como el venezolano cuyos flancos de crisis asoman por doquier, no es fácil.
Luego de su aparición pública desde la Habana, el Presidente Chávez dejó en claro su situación sin dar detalles específicos de sus dolencias ni del tiempo necesario para curarlas.
Caudillo archiparlante y omnipresente, su ausencia en los actos del Bicentenario de Venezuela, ha dejado el folclor patriótico bolivariano, huérfano de su verbo imponente y absoluto: pelotones de un ejército transformado entre música marcial y uniformes de gala, que esperaban a Godot.
Un nuevo panorama en Venezuela
La ausencia involuntaria de Chávez impone en Venezuela otro panorama, que supone entre sus aliados grandes reflexiones a futuro, por ejemplo: se sabe bien que en el proyecto de geo-ego del comandante venezolano, una serie de iniciativas sociales hacia el exterior, eran parte de su búsqueda de un liderazgo regional discretamente comparable al del propio Fidel (guardando distancias en formas, agudeza, inteligencia, sagacidad y capacidad reflexiva, obviamente), pero el tiempo en ese sentido le ha jugado una mala pasada, porque ahora resulta como un absurdo de la historia misma, que siendo más joven que Fidel está convaleciente junto él.
La República Dominicana, insertada en el proyecto de Petro-Caribe, cuyos beneficios son estatales y no para la población, huelgan las denuncias y ejemplos calificadores, debería tomar nota de esta nueva situación
En el nuevo panorama, se impone le ecuación final que todos los caudillos aportan a sus propias crisis: el vacío de líderes sustitutivos, que en estos momentos no existen en el partido de Chávez, el PSUV, porque además, a excepción del ministro del petróleo Ramírez, ningún funcionario ha durado tanto tiempo en su cargo que haya podido hacer un nicho mediático posible: ¿Política reiterada de caudillos en celos?…
Sometido a medición de varias encuestadoras, solo el Vicepresidente Elías Jaua, tiene un 3% de aceptación, el más alto de todos en comparación con Nicolás Maduro, Relaciones Exteriores; Aristóbulo Istúriz, vicepresidente de la Asamblea Nacional y dirigente importante del PSUV, entre otros.
Las elecciones del 2012 contarán con un Chávez disminuido en sus condiciones físicas, en caso de presentarse a su ruleta electoral del poder indefinido, pero al mismo tiempo habrá que contar con una oposición que no estará a la altura del momento y que inmersa en su propia realidad, no logra ver que si triunfara legalmente, sin un componente militar interno que ayude en esa transición, nadie le entregaría el poder: porque de ser como se especula, esa no sería una fácil transición, en caso de que fuera posible ese escenario.
Se supone que el exceso de oferta de candidatos de la Oposición venezolana, es un elemento fragmentario de su imagen política de cara a la población, lo que supondría no tener sentido histórico del momemtum: María Corina Machado, Álvarez Paz, Leopoldo López, Ledezma, entre otros, porque podrán aparecer mucho más.
Su momento de unidad ha llegado, el tiempo dirá si estarán a la altura de la situación.
Por más democráticas que puedan ser unas primarias, si la oposición venezolana no logra serenarse y entender la actual situación, deponiendo ambiciones y propuestas poco atendibles, no podrán concretar el proyecto de unidad, la visión del mismo, que ha madurado a golpes de sufrimientos y penurias en el seno de la población.
Venezuela, Petrocaribe y RD
Nadie, que no sea Chávez, necesita elementos de vitrina internacional para cultivar un liderazgo mediático regional e internacional, por lo tanto en un momento de crisis interna, muchos de esos proyectos cuyos fines ya están indicados más arriba, no tendrán razón de ser y en ése sentido vale la pena reflexionar, porque la mala planificación y la improvisación, han hecho pagar caro a Venezuela su situación interna.
La República Dominicana, insertada en el proyecto de Petro-Caribe, cuyos beneficios son estatales y no para la población, huelgan las denuncias y ejemplos calificadores, debería tomar nota de esta nueva situación. Los cubanos en relación con el tema energético, casi tienen su problema resuelto con las refinerías de Cienfuegos, una ayuda de Chávez a sus camaradas.
Mientras el Presidente Chávez espera nuevos diagnósticos sobre su situación, el periódico el País de fecha 2 de Julio, daba detalles médicos sobre la situación real de Presidente, a través de la consulta realizada a prominentes facultativos españoles.
De nuevo, la historia tiene ironías temibles, la ciencia médica cubana falla en carne viva con uno de sus mayores promotores en el mundo: el Presidente Hugo Chávez Frías, intervenido a tiempo por un médico español, tal y como sucedió con su entonces homologo Fidel Castro, misterios de la ciencia…