Para analizar el presupuesto, deberíamos primero realizar un análisis del desempeño del 2013 y perspectiva del cierre de este año.  En el documento publicado por La Dirección General de Presupuesto, se observa por primera vez una re-estimación oficial de los ingresos del 2013. El Presupuesto inicial del 2013 apuntaba a una presión tributaria de 14.6%, pero la nueva estimación la sitúa en 14.1%, es decir unos ingresos RD$$11 mil millones menores a lo planificado.  Este resultado es producto de una brecha de recaudación de RD$27,709 millones (1.1% PIB), debido fundamentalmente a los ingresos dejados de percibir por la no implementación de medidas contempladas en la Reforma Fiscal 2012 y menores recaudaciones por crecimiento económico menor al esperado. Esta reducción en ingresos implicaba una presión tributaria de 13.4% del PIB, la cual pudo ser incrementada a 14.1% gracias a los ingresos estimados a raíz de la renegociación del nuevo contrato con PVDC (subsidiaria de Barrick Gold) y el adelanto del 1% de los Activos por parte de la banca.

En cuanto a la ejecución del gasto 2013, se espera que el mismo se sitúe muy cercano a lo presupuestado con una variación estimada de RD$2,500 millones, a ser establecida en un presupuesto complementario.   Vista la ejecución al mes de agosto y la dilación en la construcción de escuelas, es muy probable que el gasto en educación quede por debajo del 4% y más cercano al 3.4%, lo que significa una ahorro de casi RD$16,000 millones.  Por otro lado, las transferencias totales (corrientes y de capital) al sector eléctrico se presupuestaron en US$1,000 millones, pero en base a la información actual  se estima  que este valor sea superior a los US$1,350 millones.  Adicionalmente las iniciativas de nuevas inversiones públicas ejecutadas para reactivar la economía, y que no estaban contempladas,  podrían generar un gasto adicional de RD$3,630 millones.

El resultado anterior  2013 deja muchas lecciones aprendidas.  Una lección que deja el 2013 es que no siempre mayores impuestos traen consigo recaudaciones en la misma proporción, sobre todo luego de tantas reformas consecutivas.  Una segunda lección que a nuestro juicio se desprende es la coherencia entre la planificación financiera y la planificación operativa. Así, parte de las medidas no implementadas de la Ley 253-12 (Reforma Tributaria), obedecieron a una respuesta del poder ejecutivo ante una situación de fuerte desaceleración económica, con el fin de no impactar a la gente.  Esta desaceleración fue a su vez producto de decisiones o fallas operativas de las autoridades en torno a la ejecución de las políticas macroeconómicas.  La no ejecución a tiempo del gasto de capital del gobierno y el manteniendo de una política restrictiva ante las presiones sobre el tipo de cambio a inicios de año, fueron en gran parte causantes de esta fuerte desaceleración. La situación en educación es un reflejo de la brecha entre planes  financieros y operativos.  El tema de la subestimación del déficit eléctrico es una lección no aprendida por muchos años y que al parecen faltan lecciones de cara al presupuesto 2014.