El contexto económico actual nos vislumbra un 2016 complejo para la República Dominicana, donde, a pesar de las consecuencias propias que conlleva un año electoral, existen circunstancias económicas internacionales que nos impactarán de manera directa e indirecta. Estas circunstancias deberán ser manejadas por el Estado, con el fin de mantener los índices económicos que se han venido reflejando.
A raíz de esto, debemos tomar en consideración para el análisis los siguientes tópicos que impactarán al país: a) el gasto público como motor de la economía en República Dominicana; b) el crecimiento de China y su impacto en el consumo de materias primas; c) el contexto latinoamericano; y d) el aumento de tasas de interés por parte de la Reserva Federal.
La República Dominicana ha venido experimentando desde 2013 con un crecimiento importante del PIB, representado principalmente por el incremento en construcción, intermediación financiera y manufactura, tanto local como de zona franca, e impulsado primordialmente por una política monetaria expansiva y una participación importante del gasto público en la economía.
Esto se traduce en una ventaja competitiva para República Dominicana sobre muchos países latinoamericanos, países que por su alta dependencia en las exportaciones de materia prima han mermado sus ingresos y por ende su crecimiento, así como también han experimentado una depreciación de sus monedas, como es el caso del peso colombiano o real brasileño que han perdido más de 35% y 45% de su valor, respectivamente, en el 2015.
A pesar de existir una sobre oferta en algunos commodities como el de hidrocarburos, la disminución en el crecimiento de China impacta en varios mercados, como es el caso del de productos como son: hierro, cobre, aluminio y níquel. Donde importan más del 50% del consumo mundial, y en gran medida estos productos son explotados en Suramérica. Con las expectativas por parte del Fondo Monetario Internacional de un crecimiento de China de 6.3%, es decir 0.5% menos que en el 2015, y del incremento en 0.25% puntos básicos de las tasas de interés, se genera cierta incertidumbre para 2016, lo que implica la necesidad de dar seguimiento al comportamiento de la inflación en los Estados Unidos, así como la periodicidad de los aumentos de las tasas de interés.
Estos dos acontecimientos, generan expectativas de bajos ingresos para los países exportadores de materia prima, así como una posible apreciación del dólar estadounidense, siempre y cuando la inflación de los Estados Unidos se normalice cerca del 2%, lo que seguramente conlleve que las tasas de interés sigan aumentando.
Para 2016 se espera que Latinoamérica continúe con un crecimiento bajo aunque con índices más estables que en el 2015. El dólar estadounidense continuará fortaleciéndose, lo que traerá consecuencias positivas para el turismo estadounidense, debido a la posición favorable de su moneda frente a las de la región. Sin embargo, las inversiones en el continente van a requerir mejores rendimientos por lo que se hace probable que disminuyan las inversiones directas.
El Estado dominicano debe mantenerse como el motor del crecimiento y debemos revisar si se refleja el impacto del aumento de la tasas de interés en Estados Unidos, lo que podría frenar la política monetaria, que en estos momentos se mantiene expansiva.