La pregunta por la perspectiva social del uxoricidio nos lleva directamente al tipo de relaciones e interacciones sociales que condicionan el acto uxoridida y a sus perpetrantes.Sin embargo, se requiere aclarar de inmediato, que no estamos planteando que las causas de este crimen tengan únicamente origen social. Todo apunta a que se trata de un fenómeno que puede tener múltiples factores condicionantes, o la concurrencia de varios de ellos: sicológicos, sociales, biológicos, culturales, entre otros. Al menos eso nos dicen estudiosos de distintos campos del conocimiento.
Según señalan Serrano y Fernández, refiriéndose en forma general al fenómeno de la delincuencia, “normalmente concurren en el delincuente una serie de factores que se estima influyen en el delito, aunque no siempre es así, como tampoco los mismos factores concurrentes tienen idéntico valor cuando inciden en distintos sujetos”. Por eso, continúan estos autores, no es fácil establecer “todos los factores que influyen en el delincuente, pues incluso resulta normal que ni el propio sujeto lo sepa; por ello, no puede asegurarse de forma categórica que tales o cuales factores han determinado la conducta criminal de una persona” (Serrano G., Alfonso y José L.Fernández D.El delincuente español. Factores concurrentes, Madrid,1978).
Ese mismo argumento, entiendo, se puede aplicar para el caso de los uxoricidas, por lo que lo correcto sería hablar de factores concurrentes que llevan a un hombre a asesinar a su compañera sentimental.
Usualmente, los reportes sobre los casos de uxoricidio que nos traen a diario los medios de comunicación se limitan a una descripción del hecho empírico y, en el mejor de los casos, una recopilación de datos estadísticos que correlaciona los casos con otros años y países. Estos datos, sin embargo, más allá de dar la voz de alerta sobre el problema, no nos llevan muy lejos en el entendimiento de sus raíces. Ellos son solamente el punto de partida para estudios más profundos.
Hay, por otra parte, muchos estudios de carácter descriptivo que caracterizan y tipifican los uxoricidios en base a criterios e indicadores superficiales. Estos estudios, sin desmeritar su utilidad, se quedan sin embargo en las manifestaciones externas del fenómeno, lo que lleva a establecer factores causales inmediatos que se asocian con la infidelidad o adulterio, los celos, la renuencia de la mujer a continuar una relación sentimental, las drogas, el alcohol, la violencia doméstica, entre otras. Sin embargo, como exponíamos más arriba, el asunto parece ser mucho más complejo que eso y nos obliga a hablar de cadenas de condicionamientos causales, en donde una determinada causa no es más que el efecto de otras causas más profundas, muchas veces intangibles o no visibles en la superficie.
Visto así, el uxoricidio se nos presenta enmarcado en la complejidad de un cuerpo social sistémico, constituido por múltiples subsistemas interrelacionados e interdependientes, en donde los actos individuales, además del sello biológico y sicológico personal, vienen permeados y modelados por el contexto socioeconómico y cultural que socializa al individuo.
Según nos enseña Pierre Bourdieu refiriéndose a la actitud científica del sociólogo, éste debe manteneruna polémica permanente con las enceguecedoras evidencias que proporcionan, sin mucho esfuerzo, las ilusiones del saber inmediato y su riqueza insuperable” (El Oficio del Sociólogo. Ed. Siglo XXI, México, 1968).Esta postura, entiendo, es válida no solo para el sociólogo, sino también para el filósofo y para todos los cientistas sociales y de otras áreas. Se trata de no dejarnos seducir por las apariencias, por lo que nos dicen los indicios que captan de la inmediatez del fenómeno nuestros sentidos.
Partiendo de estas enseñanzas, podemos establecer que el uxoricidio no es simplemente un acto pasional, relegado al ámbito de la alcoba y la relación sentimental entre un hombre y una mujer,como muchas veces se tipifica, sino un fenómeno más profundo, en donde las emociones convertidas en pasión tienen un condicionamiento social y cultural complejo que desemboca en violencia y homicidio. Esto nos obliga, entonces,a ir a lo profundo del fenómeno del uxoricidio y estudiar las múltiples conexiones sociales que constituyen sus raíces causales condicionantes. En ese sentido, entiendo, es necesario que los cientistas sociales se ocupen a fondo en hacer estudios multidisciplinarios concretos que desentrañen estas causas.
Esta reflexión me lleva a pensar que el predominio de una cultura machista altamente posesiva con respecto a la mujer;la prevalencia de valores de autoritarismo y violencia, sobre todo hacia los grupos y personas más vulnerables, en primer término hacia la mujer; la persistencia de patrones de inequidad y discriminación contra la mujer; la existencia de una cultura de violación de las leyes, por incumplimiento u omisión; el rezago de los hombres con respecto a las mujeres en materia educativa y derivado de esto, la marcada incapacidad de muchos hombres educados y no educados de lidiar con mujeres tan o más educadas e inteligentes que ellos, tornándolos muchas veces inseguros y con complejo de inferioridad; la ausencia de una cultura de respeto y tolerancia de la diversidad cultural, social y de pensamiento individual; entre otros factores, son las causas principales que subyacen, a mi modo de ver, en lo profundo del fenómeno de los uxoricidios en la República Dominicana.
Esto nos lleva, inexorablemente, a cuestionarnos sobre el tipo de hombres que está formando la sociedad, pero de manera particular, sobre el rol que están jugando instituciones como la familia, la escuela, la iglesia, los medios de comunicación y los organismos gubernamentales que tienen que ver directamente con la socialización de las personas. En fin, considero que detrás de todo ese entramado de interacciones, roles y responsabilidades sociales e individuales subyace la respuesta a la pregunta: ¿por qué hay hombres que asesinan a sus parejas?