María Teresa Mirabal Reyes era la menor de las cuatro hermanas Mirabal Reyes.
Reconocida antitrujillista y opositora a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina (1891—1961). Combatió al igual que sus tres hermanos al sátrapa Trujillo. Cayó presa en varias ocasiones por sus posiciones políticas e ideales revolucionarios.
Siempre sintió odio e indignación por el tirano Trujillo. Participó en 1959 en la casa de Guido D Alessandro para el germen de un Movimiento en contra de la tiranía de Trujillo.
Su nombre completo era Ana María Teresa Mirabal Reyes, nacida en Ojo de Agua, Salcedo, el 15 de octubre de 1935, hija de los señores Enrique Mirabal Fernández (reconocido comerciante y hacendado) y Mercedes Reyes Camilo. Sus padres, además, procrearon tres hijas más, que fueron Aída Patria Mercedes (1924—1960), Bélgica Adela (1925—2014) y María Argentina Minerva Mirabal Reyes (1926—1960). Su padre Enrique Mirabal Fernández tuvo dos hijas fuera de su matrimonio.
Hizo sus estudios primarios en Ojo de Agua, Salcedo. Sus maestras predilectas fueron Rosalía Sarmiento y Emelinda Rodríguez. Fue internada en el Colegio Inmaculada Concepción de La Vega y ahí continuo sus estudios. En el Colegio Sagrado Corazón de Jesús en Santiago, hizo Bachillerato en Ciencias Físicas y Matemáticas, en 1954.
Se inscribió en la Universidad de Santo Domingo y allí se graduó de ingeniería en agrimensura.
Contrajo matrimonio con el ingeniero civil Leandro Guzmán Rodríguez (1932—2021) en Salcedo el 14 de febrero de 1958 y procrearon una única hija Jacqueline Guzmán Mirabal (nacida 7 de febrero de 1960 y actualmente casada, tiene familia. Vive en la ciudad de Puerto Plata). Fue guzmán Rodríguez, uno de los fundadores del Movimiento Revolucionario 14 de Junio y su tesorero. Estuvo preso en varias ocasiones/ Fue coautor del himno del 14 de junio, junto a Ángel Concepción y Vinicio Echavarría, musicalizado por el maestro Héctor Jiménez. Escribió un libro 1J4. De espigas y de fuegos. Aportes para la memoria necesaria: testimonios de un militante, segunda edición. Santo Domingo. Editora de Colores, S. A., 2004.
Don José Eugenio Pimentel Lister, les aconsejó a las hermanas Mirabal buscar una residencia y que se mudaran a Puerto Plata, para dejar de viajar por las amenazas que recibían de parte del SIM. Fue él la última persona en hablar con ellas y su chófer Rufino de la Cruz, aquel día 25 de noviembre de 1960 en que fueron asesinadas vilmente por agentes del SIM, apresadas en las afueras de Puerto Plata, siendo conducidas a una casa campestre en la comunidad de La Cumbre donde fueron golpeadas con palos y otros objetos contundentes hasta causales la muerte a ellas tres y su chófer Rufino de la Cruz. Pimentel se enteró de los asesinatos de las hermanas Mirabal Reyes y su chofer en el Colmado de Mundito, a través de su propietario Raymundo Parra (a) Mundito que había leído la información en el periódico El Caribe, del día 26 de ese mes.
Después del brutal asesinato de las hermanas Mirabal Reyes y de su chofer Rufino Antonio de la Cruz Disla (1923—1960), en La Cumbre, entre Santiago y Puerto Plata, su hermana Bélgica Adela Mirabal Reyes asumió la crianza y educación de todos los hijos de sus tres hermanas y preservó la memoria de éstas. Allí en su casa de Salcedo, están enterradas y también Manolo Tavárez Justo. La Casa es un Museo en su honor y abierto al público, desde el 8 de diciembre de 1994 por la Fundación Hermanas Mirabal, dirigida por Noris González Mirabal, hija de Patria Mirabal Reyes. Los restos de las hermanas Mirabal se encuentran en el Museo en Salcedo, desde el año 2000. Doña Dedé Mirabal Reyes dejó su memoria, bajo el título de Vivas en su jardín.
Mediante el decreto número 1211—00 del Poder Ejecutivo dicha Casa—Museo fue declarada como una extensión del Panteón Nacional.
En memoria de las hermanas Mirabal Reyes, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, mediante resolución oficial de la ONU, aprobada por su Asamblea el 7 de febrero de 2000.