Hijo de los señores Agustín Ravelo y Hernández y María Facunda  Reyes y Núñez. Nació el 15 de mayo de 1815, en la ciudad de Santo Domingo.

Ravelo fue uno de los nueve fundadores de la Sociedad Secreta La Trinitaria, fundada por Juan Pablo Duarte el 16 de julio de 1838, además de Pedro Alejandrino Pina, Juan Isidro Pérez, Felipe Alfau, José María Serra, Jacinto de la Concha, Félix María Ruiz y Benito González. Posteriormente se integraron otros.

Se dedicó al comercio de mercader grueso en su ciudad natal.

Contrajo matrimonio con María Altagracia Abreu (hija de José Abreu y Bartolina Pajón), el 24 de mayo de 1842 y procrearon tres hijos: Josefa Francisca Amador, Domingo Leovigildo y Juan Esteban Ravelo Abreu. Había tenido una hija primero con la señora Felicitas Font, de nombre Florentina Ravelo Font.

En 1843 estuvo en Haití en comisión para un entendimiento con los revolucionarios reformistas en contra de Boyer. La misma no tuvo éxito.

Juan Nepomuceno Ravelo

En el movimiento de La Reforma figuró como Elector triunfante en las elecciones del 15 de junio de 1843. Estos fueron denunciados a las autoridades haitianas y algunos de éstos fueron encarcelados, uno de ellos fue Ravelo, que consiguió su libertad gracias a la masonería, de la cual era miembro destacado.

Desde el año 1836 era masón, iniciándose en la Logia Perfecta Armonía del Oriente de Haití. Fue él uno de los fundadores de la Logia Cuna de la América No. 2, en 1858 de Santo Domingo, alcanzado los más altos honores y grados en la misma.

Ravelo fue uno de los firmantes de la Manifestación del 16 de enero de 1844.

Estuvo la noche del 27 de Febrero de 1844, cuando se proclamó la Independencia Nacional y al otro día 28 de Febrero tuvo de puesto en la fortaleza y Parque de Artillería, al frente de la Guardia Nacional.

Por sus méritos acumulados, Ravelo es ascendido a Capitán por la Junta Central Gubernativa. En 1847 Coronel.

Participa en dos comisiones : la primera ir a la isla Saint Thomas a comprar armas y pertrechos para la revolución dominicana ; y  la segunda, dirigirse a Curazao en la goleta Leonor en compañía del Capitán Juan Alejandro Acosta, para ir a buscar a Juan Pablo Duarte, quien estaba en el destierro desde el año 1843.

En la Constituyente de San Cristóbal en 1844, participó en comisión junto a Tomás Bobadilla.

Ravelo renunció a su condición de trinitario y se puso a las órdenes de Pedro Santana.

Miembro de la comisión que redactó el Reglamento preparatorio para la Ley de Circunscripción  y de la comisión  que también redactó Código Nacional de la República.

Entre los cargos que ocupó, están los siguientes : funcionario del Ministerio de Guerra ; Comisionado en 1845 a San Cristóbal, de ahí pasó a San Juan de la Maguana y después a las Matas de Farfán, como Inspector Administrativo del Ejército ; Oficial Mayor de la Secretaría de Guerra y Marina, Interventor y Pagador del Ejército y Comisario del Gobierno ante el Consejo de Revisión, en 1846 ; miembro de la Diputación provincial de Santo Domingo, en 1848 ; Jefe del Estado Mayor, en el Gobierno de Manuel Jimenes, en 1849.

Tuvo una participación destacadísima  en la batalla de Azúa.

Vivió exiliado en Curazao y Santiago de Cuba hasta el año 1853, en que volvió nuevamente a su país  siendo elegido Suplente de la Cámara del Tribunado por Santiago.

En 1854 es designado miembro del Consejo Administrativo Revisor y posteriormente como Juez de Instrucción y Promotor Fiscal de la Comisión para Santo Domingo. Así como también fue Gobernador Político y Jefe Militar interino de Santo Domingo.

Además, fue en 1856 de una comisión organizadora del Ejército, Delegado de Hacienda  y miembro de la Junta Clasificadora en 1857, defendiendo el fuerte de San Miguel de Santo Domingo.

Se retiró de la política y volvió nuevamente a  dedicarse al comercio. Ocupó algunos cargos honoríficos.

Cuando se produjo la anexión del país a España, el 18 de marzo de 1861 por parte de Pedro Santana. Apoyó la misma y desempeño el puesto de Alcalde Constitucional de Santo Domingo.

Ravelo amigo incondicional del dictador Santana, como siempre apoyó todas las medidas de éste.

El 16 de agosto de 1863 al inicio de la Guerra de la Restauración en Capotillo por un grupo de buenos dominicanos en contra de los españoles. Ravelo se mantuvo del lado de éstos últimos hasta el término de dicha guerra en 1865. Decidió irse con los españoles a Cuba junto su familia.

Juan Nepomuceno Ravelo Reyes, las cosas positivas que había hecho en el principio de su vida hacia la patria la terminó de una manera deshonrosa, sirviéndole al enemigo. No debe de ser considerado un héroe y por tanto no califica para que sus restos estén en el Panteón Nacional.

Juan Nepomuceno Ravelo Reyes, murió en Santiago de Cuba, el 24 de diciembre de 1885. Sus restos fueron traídos a Santo Domingo en el año 1943.

Los restos de Juan Nepomuceno Ravelo, fueron exaltados en el Panteón Nacional, en el año 1974.