Nació el 21 de octubre de 1861, en la ciudad de Santo Domingo,  hijo de los señores Alfredo Julio Deligne (oriundo de Francia) y de Angela Figuereo. Además el matrimonio Deligne—Figuereo procreó Rafael Alfredo (nació en Santo Domingo, el 10 de agosto de 1863 y también se destacó como abogado y poeta y murió en San Pedro de Macorís, el 29 de abril de 1902)  Teresa Dolores y Deligne y Figuereo.

El licenciado Néstor Contín Aybar lo describe así: “de estatura baja, de cara mejor redonda que larga, la cabeza apenas poblada de un pelo casi rubio, lo mismo que el de las cejas y el bigote ; la boca de un tamaño regular y de labios finos ; los ojos pequeños ; pero de mirada viva, penetrante, escudriñadora y expresiva. Para la lectura gastaba lentes que sujetaba al ojal de la solapa del chaleco por una fina cadena de oro” (Historia de la Literatura Dominicana, tomo II. Santo Domingo, R. D, Editora Taller,. 1983, página 225, publicado por la Universidad Central del Este).

Gastón Fernando Deligne

Quedó huérfano siendo muy joven, siendo protegido por el Padre Francisco Javier Billini. Estudió en el colegio San Luis Gonzaga, que regenteaba su protector el Padre Billini, graduándose allí de Bachiller. Profundizó en el estudio de las letras y la filosofía, en donde adquirió una sólida preparación intelectual. Llegó a dominar los idiomas de: latín, inglés y francés.

Cuando apenas se iniciaba en las letras, se trasladó a vivir a San Pedro de Macorís en donde se dedicó al trabajo productivo como contable en una casa comercial y desarrolló actividades intelectuales. Llegó a poseer una rica biblioteca.

En San Pedro de Macorís ejerció mucha influencia sobre algunos jóvenes inclinados a las letras.

Colaboró en varios periódicos con su nombre o bajo seudónimos, como fueron, en El Cable, Prosa y Verso, editados en San Pedro de Macorís; El Teléfono, Letras y Ciencias, El Lápiz, la Revista Ilustrada y La Cuna de América, de Santo Domingo ; y Cuba Literario, de Santiago de Cuba.

Es el poeta más importante del siglo XIX, por su originalidad en su prosa.

Gustavo Adolfo Mejía Ricard, ha ponderado su labor poética de la manera siguiente: “En la aurora de su vida produce sus mejores versos ; los más geniales y afamados, esto es, en la década del 1883 al 1893 ; y a su labor sigue sin interrupción, llenando las publicaciones de tres lustros más que van dando esta última fecha hasta el 1908, en que sale a la palestra de la publicidad su tomo Galaripsos, la más completas de sus selecciones poéticas” (Gastón Fernando Deligne el poeta civil, Ciudad Trujillo, 1944, Editora Pol Hermanos, ,página 145)..

El poeta Abelardo Vicioso ha escrito un ponderado y exhaustivo estudio intitulado: Vida, obra y ambiente de Gastón Deligne, en donde dice: “Calificado como príncipe—poeta, escribió poesía descriptiva, costumbrista, indigenista, galante, amorosa, panegírica o laudatoria, patriótica, política, histórica, social y filosófica, y creó su propio género, único en América : el poema psicológico—social. Tradujo, además, composiciones de destacados poetas extranjeros” (contenido en Obras Completas, tomo I. Soledad y Poemas dispersos, Editora Crripio, Santo Domingo, R. D., página 11). Publicado por la Fundación Corripio.

Publicó las obras: Soledad, en 1887; Galaripsos, en 1908; Romances de la Historia, en 1931; Páginas Olvidadas, en 1944, edición preparada y prologada por el licenciado Emilio Rodríguez Demorizi. La Fundación Corripio, Inc., dentro de la Biblioteca de Clásicos Dominicanos, números XXIV y XXV,  ha publicado sus obras completas en dos tomos, el primero contiene: Soledad y Poemas dispersos, un magnífico y ponderado estudio de Abelardo Vicioso, de 167 páginas y el segundo Galaripsos y prosas.

Gastón Fernando Deligne contrajo la lepra al igual que su hermano Rafael Alfredo Deligne, enfermo en aquel entonces incurable.

Vicioso nos narra los últimos días de Deligne: “Agobiado por una vida de miseria, enfermedad, ingratitud, incomprensión y sufrimientos, cayó Deligne en la desesperación y perdió las escasas esperanzas de dicha que sostenían su lacerado espíritu. Tenía 51 años y más de una vez había exclamado : !Ya no es posible seguir viviendo”.

“Según su compañera, Cornelia Rivera, “la obsesión del suicidio le sobrevino poco después de la aparición de las primeras manchas de lázaro”. El terrible mal corroía sus carnes y minaba su salud inexorablemente, quebrantando el temple de su espíritu. La idea de desaparecer parecía dominar en su mente afiebrada” (Obra citada de Vicioso, página 160).

El 18 de enero de 1913, se suicidó en San Pedro de Macorís el gran poeta Gastón Fernando Deligne y Figuereo, a través de un disparo con un revólver en la sien derecha.

Mediante el decreto número 116—89, de fecha 26 de marzo de 1989, se dispuso el traslado al Panteón Nacional de los restos mortales de Gastón Fernando Deligne y Figuereo.