Uno de los hombres de mayor preparación del siglo pasado. Perteneció al trío  de civilistas santiaguenses: Ulises Francisco Espaillat, Pedro francisco Bonó y Benigno Filomeno de Rojas. “Como político, Rojas fue—nos dice J. G. Campillo Pérez –esencialmente servidor de la República, no del Gobierno de turno” (Benigno Filomeno de Rojas. Política y Economía., Editora Alfa & Omega, Santo Domingo, 1993, página 19).

Hijo legítimo de los señores Carlos de Rojas Valerio y María Antonia Ramos Nazario. Nació en la ciudad de Santiago de los Caballeros, el 13 de febrero de 1811. El matrimonio De Rojas—Ramos procreó, además, los hijos: José María, Carlos Borromeo, Manuel María, Justo, Lucas, Eulogia y Clotilde Rojas y Ramos.

En 1824 abandonaron el país sus padres junto con él y se establecieron en Caracas, Venezuela.

Realizó sus estudios secundarios y universitarios en Venezuela, en donde se graduó de Doctor en Derecho.

Benigno Filomeno de Rojas, en 1829 se enganchó como guardia Marina de la Real Marina Británica, en el Buque Barham.

Regresó al país en 1846 y se instaló en su ciudad natal de Santiago.

El 12 de junio de 1847 la Suprema Corte de Justicia lo autorizó para que ejerza su profesión de abogado en todo el Territorio Nacional.

Entre los cargos que ocupó, están: Director General de la Administración, Miembro del Tribunado y del Consejo Conservador por Santiago, Presidente del Congreso Nacional, del Consejo Conservador y del Senado ; Presidente de dos Asambleas Constituyentes  y de una Convención Nacional ; Síndico del Ayuntamiento  de Santiago y miembro  de la comisión de Hacienda  y Relaciones Exteriores  de la Junta Revolucionaria de Gobierno, en 1857.

En tres ocasiones diferentes ocupó la vicepresidente de la República: del 1 de marzo al 28 de agosto de 1858; del 14 de septiembre de 1863 al 16 de marzo de 1864; y, del 25 de marzo al 12 de agosto de 1865.

Estuvo en la Guerra de la Restauración y alcanzó el rango de General de División.

Fue presidente de la República desde el 24 de enero al 24 de marzo de 1865.

No se casó nunca. No dejó descendencia.

Ejerció su profesión de abogado con brillantez y honestidad.

Escribió artículos, proclamas y discursos.

El doctor Benigno Filomeno de Rojas y Ramos, murió en Santo Domingo, el 30 de octubre de 1865. Según su acta de defunción murió a causa de tisis pulmonar, sin embargo, se han producido sospechas de que murió envenenado.

Fue exaltado póstumamente al Panteón Nacional por el Presidente de la República, Doctor Leonel Fernández Reyna, en el año 1998. Sus restos se han extraviado del cementerio de la Independencia, de Santo Domingo.