Este es un texto poético vanguardista, fíjese usted que no dije "de vanguardia", porque no entra, ni se pliega a la moda. Al contrario, es un texto que es una irrenunciable disidencia del signo, donde el sujeto-autor juega con los espacios de la enunciación para asumirlos como parte de su travesía rítmica y así rebasar el plano superficial de la lengua, para entrar en los experimentales y lúdicos recovecos del discurso poético.

Más que el decir, al sujeto-autor le interesa el cómo decir, para cumplir su objetivo de insurgencia verbal y transgresión semiótica del signo.

El juego con el verso escalonado es también expresión rítmica, es sonoridad y, por si, es recarga semántico-ideológica del discurso poético que aquí ondea.

Expresiones del decir popular(ibid., p.17) y (ibid., p.32), son asumidas por el autor, para incorporarlas a su trasiego poético y desde ellas hacer un maridaje con el Génesis y el Apocalipsis bíblicos de los católicos-cristianos y la mitología griega (ibid., p.43) y así centrar su poética transgresora, caótica y disidente, en la onto-hermenéutica del homus-canis , muy propio de la cosmogonía canina, admisible nada más en y para el enfoque crítico de un TEXTO MALDITO, como lo es "Perro no Come Perro" (2015), en su primera parte, la cual abarca a "Rumores y Atributos (ibid., Pp. 71-92).

No lo quería decir, pero ya lo he dicho, en esta continuidad del texto que analizo, de la autoría de un POETA MALDITO, el lector vuelve a ser retado e increpado con cuatro innovadores poemas en prosa.

Conviene aclarar que se trata de un texto poético que no es para lectores normales, sino para lectores creativos y reconstructores de realidades cosmográficas y conceptuales.

He aquí la insurgencia del ser desde la lengua y desde su cultura-movimiento, en su tiempo y contra su propio tiempo. El texto aquí es reclamo y búsqueda de la innovación del discurso poético y sus transrealidades metafóricas y connotativas.

En el poema "Rumores y Atributos", aquella rebeldía ante la lengua y sobre la cual me refiero más arriba, se sostiene con más racionalidad por parte del sujeto-autor.

En esta ocasión hay un rompimiento con la cadena escrita o hablada de la lengua española, donde el uso del punto (.) como marca de final o continuidad de una expresión o de una enunciación, no es utilizado como norma regular de la escritura, sino que es intencionalmente situado en pro de la búsqueda de pausas que permitan reforzar la cadencia estético-discursiva del texto poético:

"de partir. el parto no es la historia de ese/nombre. se diluye como el tacto la pregunta/. Solo tritemo en la búsqueda oculta del eros y la formula/se levanta como polvo en los abismos. lámina/de cobre y nube. los puntos en suspenso solicitan/cuerpos y campanas. cadenas pesadas y/penetran la aventura/.soñadores,pobladores/.acuerdos y
señales, pero además caídas y vertientes/.nadie puede/,nadie debe/,nadie quiere/propiciar el eje de silencio y de palabra. cumbre/en posesión; música que nombra y no decide/su destino.amarre,decurso,nacimiento de otredades/,parte/.mínima moralia/. orbe en tono/.duda no advertida en tiempo/;socorrida estancia en horizonte"/,(…). (ibid., p. 74).