PERIQUITOSO

El sustantivo periquito posee una acepción dominicana que los demás países hispanohablantes no conocen. Derivado de ese periquito se desprende el adjetivo y sustantivo periquitoso que es peculiar de los dominicanos también. Más abajo se recordará el periquito dominicano y se explicará el significado del periquitoso del habla dominicana.

En una exposición anterior se explicó que hay un periquito dominicano que hasta el momento en que se escribió en esa ocasión no se había inventariado. Ese periquito se refiere a las pequeñas fallas o faltas, errores nimios.

En esta ocasión se vuelve sobre otra voz de la misma familia, se trata de periquitoso que en tanto adjetivo o sustantivo aplicado a una persona, resalta que ocupa su tiempo en llamar la atención sobre pequeños desaciertos ajenos.

Este periquitoso no ha encontrado quien lo lleve a las páginas de un diccionario del español dominicano. Por este medio se está documentado para que en el futuro los lexicógrafos recojan el vocablo y lo coloquen en el lexicón de dominicanismos.

En el Diccionario del español dominicano (2013) la palabra periquito consta con cuatro acepciones. En tanto dificultad, escollo; intención oculta; adorno excesivo; pedo, ventosidad.

CRESTA (CRETA)

Esta cresta que se estudiará en esta sección no es la que se encuentra normalmente en los diccionarios del español general. La que se analizará en esta sección es una de esas palabras que se considera tabú, es decir, que debe evitarse usarla por consideración moral.

  1. Dámaso Alonso de la Real Academia (1898-1990) en un trabajo publicado en Presente y futuro de la lengua española escribe refiriéndose a las palabras malsonantes, que es “uno de los capítulos más tristes de nuestra vida común idiomática”; e insiste “sobre la necesidad de tratar abiertamente esta cuestión sin remilgos de pudibundez” (1964-II-262).

La palabra escrita en el título, en el habla dominicana nunca llevará la ese /s/ articulada, y, esta es la razón por la que se escribió entre paréntesis la forma de enunciarla en el habla diaria. No se emite el sonido de la ese /s/ con la intención de que se sepa que no es la cresta del español internacional.
Fuera de la República Dominicana la palabra cresta se utiliza en algunos países hispanohablantes de América para expresar impaciencia, enfado y disgusto cuando se combina para formar locuciones. En República Dominicana existe la locución interjectiva ¡la creta! que sirve para exteriorizar sorpresa.

Algunas de las recopilaciones de voces que se utilizan en República Dominicana y hasta diccionarios bien elaborados reconocen la voz creta en el habla dominicana como equivalente de vulva.

Con el perdón de los lectores hay que adentrarse en detalles que se desea que no ofendan. La voz creta se ha oído y hasta usado para designar con ella no la vulva, sino el clítoris. Las personas que se expresan de este modo lo hacen porque encuentran similitud entre el órgano carnoso que se encuentra en la parte superior de la vulva y la carnosidad que tienen sobre la cabeza algunas aves, lo que constituye una sugestión por asociación o analogía.

Además, los dominicanos llaman de “creta de gallo” a la enfermedad venérea que reviste la forma de verruga y que es un papiloma. Esta cresta de gallo existe en francés, crête-de-coq.

Como en tantas ocasiones anteriores, el autor de estas líneas se excusa de tener que tratar voces como las que se acaban de mencionar, pero ellas forman parte del español dominicano aunque sean palabras consideradas tabúes por la delicadeza y la decencia. Estas son palabras crudas, no refinadas, que deben su existencia a la labor creadora de sectores de hablantes que en otras materias permanecen pasivos.

ASISTIR – ATENDER

“. . . la cantidad de mujeres que ATIENDEN a centros de enseñanza superior. . .”

Ya antes se ha escrito que en algunas ocasiones son las personas más cultas las que incurren en confusiones con respecto de algunas palabras del español. Estas confusiones a veces tienen su origen en el conocimiento o la frecuentación de lenguas extranjeras de esas personas.

Lo que ocurrió en la frase copiada a manera de ejemplo es que quien la escribió tomó un verbo por otro. Tomó el verbo del inglés y lo tradujo directamente al español, sin tener en cuenta que la semejanza entre las palabras del inglés y el español no tienen el mismo sentido en ambas lenguas.

El verbo to attend, del inglés en una de sus acepciones corresponde al español “asistir, asistir a”. Cuando el verbo del inglés va seguido del nombre de una universidad se le acepta por “estudiar” en ese centro de estudios. El uso del verbo atender del español no le confiere sentido alguno a la frase que se citó más arriba.

El verbo atender del español es aguardar, esperar. Además, es cuidar de alguien o de algo. Es prestar atención para entender. Así mismo es, tener en cuenta. También es acoger favorablemente un ruego o mandato.

En un caso como este hubo poco cuidado de parte de la persona que redactó. Si hubiese puesto más atención a lo que escribía, no habría incurrido en este desliz.

CABEZA RAPADA – CABEZA *RASPADA

“. . . con traje de presidiario y su cabeza RASPADA es un símbolo de esa resistencia gloriosa”.

En algunas ocasiones se cae en un error por evitar otro. El verbo rapar en el español general es cortar el pelo a una persona dejándoselo muy corto. El verbo raspar, a su vez, en la generalidad de los casos, es frotar con la intención de retirar parte de la superficie. Los dos verbos tienen otras acepciones que no vienen al caso tratar en esta sección.

Cuando se escribió más arriba que a veces se incurría en un error por evitar otro es porque en la descripción que aparece en el Diccionario de la lengua española, para “cabeza rapada”, se lee “persona generalmente joven, con el pelo rapado y con indumentaria de inspiración militar, que pertenece a un grupo violento de extrema derecha”.

Si la persona objeto de la descripción de la cita era símbolo de una resistencia gloriosa, no era un “cabeza rapada”, sino que llevaba la cabeza rapada, es decir, con el pelo muy corto, al rape, esto es, sin que sobresalga nada.

Lo que empujó al redactor a escribir “cabeza raspada” es porque no quería el articulista que se confundiera la persona que él describía con un miembro de un grupo violento de extrema derecha. En el caso del “cabeza rapada” se trata de un sintagma que desempeña las funciones de sustantivo masculino o femenino para designar al individuo ya tipificado. Es cosa distinta decir o escribir que alguien lleva la cabeza rapada; eso no implica que sea violento, joven y de extrema derecha.

BACANAL

“Luego *DEL BACANAL de cada proceso electoral. . .”

Las bacanales eran fiestas que se celebraban en honor del dios Baco que era el dios romano del vino. Eran orgías ruidosas y tumultuosas.

De la redacción que se ha mantenido en esta sección puede deducirse que se trata de un sustantivo femenino, por eso se la define como “fiesta” desenfrenada.

En el texto de la cita debió el redactor escribir, “luego DE LA BACANAL” para que se ajustara a lo que es admitido por los hablantes de la lengua española.