PERFILAR

Los fiscales acusan a Z., de 29 años, de PERFILAR, perseguir y matar a T., de 17, en una comunidad cerrada de S. . .”

Una vez más tiene el lector que enfrentar una lectura desagradable porque la persona que tiene por oficio escribir no es cuidadosa en el uso del idioma y extrae del sombrero del mago una voz que no es de conocimiento general, o mejor expresado, le atribuye a un verbo conocido una acepción que este no tiene en el español común.

El verbo perfilar es presentar, dar o, sacar el perfil a algo. Es afinar, rematar con cuidado algo. Es, ante todo, colocarse de perfil. Es arreglarse una persona con vestidos y adornos. Es empezar a hacerse una cosa visible. Como una extensión de la última acepción se usa escribir o decir que algo o alguien muestran rasgos por adelantado como lo que al final resulta. Un ejemplo de este tipo de empleo es el siguiente: “Desde sus años mozos se perfilaba como el dirigente que logró ser en su edad madura”.

Después de repasadas las significaciones mayores que posee el verbo perfilar se queda el lector con deseos de saber qué cosa trató de comunicar el redactor con este verbo en este contexto.

El desliz proviene del inglés, lengua en la que se acepta el verbo to profile y el sustantivo profile para designar la acción o el resultado de sacar conclusiones partiendo de ciertos datos o características sobresalientes, sobre todo, en lo concerniente a una persona.

Una vez se termina la lectura de lo expuesto más arriba se percata el lector de que hay una tenue diferencia entre la extensión del uso glosado antes y el estirón al estilo inglés del uso del verbo.

SOPORTAR – APOYAR

“. . .ambos tienen nexos con grupos armados terroristas además de ser narcotraficantes… mientras que Castillo es acusado de SOPORTAR a las FARC y conspirar a (sic) cometer narco-terrorismo”.

No se perderá tiempo y espacio en tratar el asunto de la preposición A después del verbo conspirar porque esa negligencia, en español dominicano, se califica diciendo que es una que “se cae de la mata”; no hace falta descalificarla.

En algunas conversaciones se tolera que una persona de habla hispana en los Estados Unidos de América del Norte se exprese diciendo que “soporta” un candidato; cuando en realidad lo que desea decir es que apoya a ese candidato.

El caso que se constata en esta cita es otra confusión entre el español corriente y el inglés. El hispanohablante confunde el verbo to support con el verbo español soportar. Le reconoce al verbo del español el significado que posee el verbo del inglés, más que nada, por la similitud que existe entre ambos en la escritura. El detalle de lo enunciado se examinará más adelante.

En español reconocido por todos, el verbo soportar comunica que algo se “aguanta, se tolera” con paciencia, es decir, se sufre. En los casos en que soportar toca levemente el significado de sostener es solo cuando se refiere a sostener o llevar sobre sí un peso o una carga. Lo que consta aquí resaltado en negrillas destaca los límites del alcance del verbo.

El verbo apoyar resulta equivalente del verbo respaldar en las hipótesis en que se trata de ideas o de personas. Pueden usarse otros verbos para expresar las nociones parecidas a estas y, es cuando por ejemplo, el apoyo es material, en casos que son similares a mantener.

Solo queda por mencionar que el verbo que debió aparecer en la redacción comentada fue apoyar para que el mensaje se entendiera derecho. Con el uso de este verbo se comprende que se ofrece ayuda, favor; que se favorece de alguna manera la organización que completa la frase.

El fenómeno que se comprueba aquí que sucede en español se reproduce en lengua francesa. Ya en el año 1948 apareció en literatura francesa una extensión del significado primero del verbo supporter para aplicárselo a una persona que aporta su apoyo o su ayuda a alguien.

Como una curiosidad hay que añadir para concluir que el verbo soportar ha cobrado un significado moderno en informática. Sirve para decir que un sistema informático reúne las características necesarias para su funcionamiento.

POPE

“. . .y los escándalos que involucran a POPES del PSOE en Andalucía van a la cabeza”.

Los lectores hispanohablantes americanos están acostumbrados no solamente a leer los giros y avances del español de esta parte del mundo, sino que cuando encuentran algún término empleado de una forma inusual, eso les activa una señal cerebral de alerta.

El párrafo anterior se hace necesario para entender porqué se reacciona ante el uso que hace el columnista del vocablo del título. En el español general la palabra pope solo designa al sacerdote de la iglesia ortodoxa, que la RAE designa como griega.

Antes de entrar en el asunto preciso de la voz pope y el uso que de ella se hace en la cita, es bueno que se haga referencia a un empleo que se ha oído y se ha utilizado en República Dominicana acerca de la palabra papa. Si se da este paso en esta sección es porque se considera que ambos usos tienen rasgos comunes.

En República Dominicana cuando se desea destacar que una persona reúne grandes conocimientos acerca de una rama del saber, o de todas ellas, se llama a esa persona de Papa. En otros casos, si esa persona presume de muchos conocimientos y expone sus opiniones con tono suficiente y dogmático se la denomina “Papa” porque al hablar: pontifica. Es posible que también se utilice el calificativo de modo que no sea solo peyorativo, sino de modo sincero para reconocer la suficiencia del sujeto.

El Diccionario Clave de uso del español actual (2012), recoge un  uso para la voz pope que se presume que pertenece al español peninsular porque no ha sido posible documentarlo en otras latitudes. La acepción reza así: “Persona con mucho poder e influencia”.

No hace falta que se haga notar que este uso registrado constituye  un salto en cuanto al ámbito de influencia de la acepción primera del título. De un campo restringido de la religión viaja el término a uno de poder e influencia. Vale que uno se pregunte si en realidad existe hoy o ha habido en el pasado separación alguna entre estos dos ámbitos antes delimitados.

Para terminar: este “pope” pertenece al español de unos 40 millones de hablantes, si acaso, mientras que el otro y primer pope es reconocido por más de 300 millones de hispanohablantes. Solo un diccionario de uso con oído agudo puede consignar algo parecido al uso que hace el columnista.

Al final de esta sección, resta solo recordar que la riqueza del idioma consiste en la gran cantidad de palabras que se ha incorporado a lo largo de su historia. La última frase hace que uno se pregunte si hay lugar a que haya que darle la bienvenida a este ensanchamiento del significado primero de pope.

REQUISICIÓN

“Entre el 2007 y el 2010, A. firmó REQUISICIONES de compras de Emporium”.

A todas luces se está en presencia de una de dos cosas. Una, hay en español una contradicción entre el término requisición y la palabra compra. Dos, el redactor se ha deslizado por la pendiente que conduce a un falso amigo. Más abajo se expondrán los argumentos que avalan este criterio.

En español requisición es un sustantivo femenino sinónimo de requisa. Las dos palabras significan expropiación y embargo. La RAE caracteriza en detalle la acción al añadir que se ejecuta en tiempo de guerra y que se lleva a cabo para el servicio militar. Se acepta que se haga con motivo de movilización o maniobras militares de un ejército.

El matiz que diferencia a requisición de requisa es que la última se hace sobre mercancías o bienes y ejercida la acción por autoridad competente en razón de utilidad pública, es decir, no solo limitada a un ejército.

El Diccionario Clave de uso del español actual registra que en zona de español meridional requisa se emplea con la significación de “registro o inspección”. Esta acepción fue recogida también por el DRAE, solo que en lugar de registro escribe “revista” y entra en el detalle de que puede ejercerse sobre personas y dependencias de un establecimiento, sin mencionar que sea de uso mayoritario en el sur peninsular, Canarias e Hispanoamérica.

En el primer párrafo de esta sección se utilizó la palabra contradicción entre los vocablos requisición y compra porque la última significa “obtener algo con dinero”, mientras que en la requisición hay expropiación o embargo. En la expropiación lo que hay es indemnización a manera de reparación.

En inglés requisition es la acción de pedir provisiones; consiste en un pedido por escrito de algo que no existe de inmediato en inventario. Esta es la acepción que no es de uso en español. No es superfluo  que se mencione que en lengua inglesa existen los otros significados ya enunciados en español.

Para arreglar la redacción de la frase citada, la persona debió escribir: “. . .A. firmó pedidos de compras. . .” No había necesidad de introducir palabras rebuscadas, que como en el caso, condujeron a un error por su falso significado procedente de una lengua extranjera.

GRISETA

Aun cuando el DAA no asienta la voz del título como de uso en República Dominicana, existen estudiosos de la lengua que la han encontrado hasta en la literatura con un valor que no es el que se le reconoce de manera común.

En el DAA se registra la palabra griseta con la definición: “Muchacha de condición humilde”. Ese diccionario entiende que se utiliza ese vocablo con ese significado en Argentina y en Uruguay. Ese diccionario consigna que la voz, con ese significado, procede del italiano grisetta, que a su vez debe su origen al francés grisette.

En el Diccionario de dominicanismos de Carlos Esteban Deive, 2002, consta esta voz con el significado de modistilla. Documenta el término con un ejemplo de uso de literatura de la obra La sangre de Tulio Cestero, 1955. Quizá en la actualidad sea ya esa una rareza en el habla del dominicano.

Al principio al encontrar la palabra se pensó que el vocablo había entrado desde Haití por la proximidad de ese país con la República Dominicana, pero si allí existe sería un cultismo pues no consta en los diccionarios de idioma haitiano.

Como sucede muchas veces, el Diccionario Moliner provee una caracterización más completa acerca de la griseta. Allí aparece como obrera joven, particularmente la modistilla. Añade además que es una joven vivaz, alegre y algo coqueta y lo hace con una sola palabra: pizpireta. A esta obrera se la tenía por casquivana. Ya se encontraba comentado el vocablo en el año 1915 como un galicismo innecesario en la obra de Atalo Castañs Galicismos barbarismos hispanismos. Vale que se mencione que la voz del francés se reconoce como un extranjerismo en inglés.

Si la memoria no falla se piensa que se encuentra esta obrerilla plasmada bailando en un ambiente de cabaret en un cuadro pintado por Toulouse Lautrec.

Antes de dar por concluida esta sección hay que citar la acepción reconocida por el DRAE, que corresponde a la primera en lengua francesa, presente desde el siglo XVII en esa lengua y que en español es así: “Cierto género de tela de seda con flores u otro dibujo de labor menuda”. En español posee otro significado que no aparece en francés y ese se refiere a una enfermedad de los árboles.