El revolucionario dominicano es muy aguerrido, entregado a las causas revolucionarias. Los ejemplos son aleccionadores y llenan de orgullo a cualquiera. Pero no olvidemos que es un reflejos, entre otras cosas, de la realidad histórica, política, social y económica de la sociedad dominicana. Su comportamiento demuestra valentía, firmeza y desprendimiento, pero al mismo tiempo muchas debilidades.

Su procedencia social es incuestionable. No proviene, en su mayoría, de la clase proletaria ni del campesinado. Son producto de la pequeña burguesía y sus distintas capas sociales. Jóvenes que están involucrados en los estudios, desempleados y, por supuesto, trabajadores. Su punto de arranque se inicia con su preocupación por el estado de cosa imperante, motivación exterior y al chocar con nuevos conocimientos.

Su condición de clase no es un obstáculo si la misma es formada por la teoría revolucionaria. No olvidemos que es una subclase de la burguesía, en transición, nacida en el mundo capitalista: influenciada por la ideología burguesa. Su mundo es el capitalismo. Se va transformando en la medida que se introduce por los caminos de la revolución y adquiere nuevos conocimientos teóricos.

La pequeña burguesía no es revolucionaria, se hace revolucionaria, cuando abraza, sin dobles, la teoría revolucionaria y adquiere conciencia política y conciencia proletaria. No se puede confiar, es muy individualista, asimila con rapidez las propagandas venenosas del capitalismo.

Cuando se introduce a las luchas reivindicativas económicas, políticas y sociales, lo hace con el vigor y entusiasmo que acompaña su condición social. Pero no debes descuidar, abandonar, su formación teórica. Es su mejor arma para vencer al enemigo: el capitalismo. Un adversario poderoso que influye en tu pensamiento antes de nacer; fuerte y con múltiples armar para no dejarse vencer.

La teoría revolucionaria es el Marxismo Leninismo. Guía de acción, orientaciones básicas, que te da los instrumentos de investigación: Materialismo Histórico y el Materialismo dialéctico, para poder comprender y transformar la realidad económica, política y social de la sociedad. No es un recetario para aplicarla en forma dogmática, unilateral, ni subjetiva.

El estudio histórico de la sociedad es fundamental. No se puede transformar lo que no conoces. De ahí que el Marxismo Leninismo requiere para su aplicación científica, de un estudio minucioso de la sociedad dominicana y poder interpretarla correctamente. Es una condición de vida o muerte para poder transformar una sociedad que va, aceleradamente, a la deriva.

La idea de que la teoría no es importante, ni que la realidad nunca se podrá comprender, es un error, gravísimo error. La teoría es la que da, luz al pensamiento, las herramientas para poder entender la realidad que preocupa y, lo más importante, poder cambiarla.

Te podrán tildar de soñador, romántico, delirante, etc. No te preocupes, es la forma, muy inteligente, del capital para matar el «gallo en la funda». Lo que no debes abandonar, descuidarte con el estudio, es con elevar tu conciencia revolucionaria. Hacer nuestro, la cultura de la teoría. En la guerra, los revolucionarios andan con el fusil y un libro.

No basta con ser revolucionario de oído, repetir consignas sin entenderlas, hablar lo que no sabes, ni analizar sin descomponer un acontecimiento, etc. Es un error permitir que las emociones guíen tus acciones, ser prejuicioso, superficial, unilateral, dogmático, etc. No use el insulto, ni las descalificaciones en los debates, para convencer. El argumento, muy bien expresado, es la mejor arma.  Alejemos de nuestro acciona, el culto a la espontaneidad. ¡Por Dios…!

Leer do o tres libritos y repetir frases como papagayo no te hace revolucionario, comunista, la categoría más alta. Esos libritos pueden confundir, si no utiliza un procedimiento apropiado, el pensamiento y las frases, desubicarte de la realidad. Para ser revolucionario se necesita escudriñar las cosas y tener un espíritu enriquecedor, a la luz de la teoría revolucionaria.

El revolucionario es un ser humano sencillo, humilde y solidario. Un amigo sincero, en las buenas y en las malas, «no pasa factura». Abraza las causas con amor, firmeza y dispuesto a entregar lo mas apreciado de la vida, la vida misma. Se conoce hasta en el caminar…

«Sin teoría revolucionaria no puede haber tampoco movimiento revolucionario», así sentenciaba uno de los padres de la teoría revolucionaria, Vladimir I Lenin, para significar que la práctica sin la teoría era caminar en la oscuridad, dando tumbo, sin brújula orientadora. El Marxismo Leninismo ayuda a conocer la realidad para transformarla, sin olvidar que sin comprenderla, estará más perdido como el hijo del hombre aquel…