Según declara Pedro Henríquez Ureña, el libro que resultó producto de las conferencias Charles Eliot Norton en Harvard, le tomó dos años y medio ampliarlo, redactarlo, adaptarlo para publicarlo, ofrecer una versión más afinada del texto primitivo de las conferencias, y así ajustar notas, bibliografía y otros aspectos que, de seguro, tuvo que asumir el autor. Dicho libro fue publicado en la Biblioteca Americana, Serie de Literatura Moderna Pensamiento y acción del Fondo de Cultura Económica y  que fuera proyectada  por el mismo Pedro Henríquez Ureña.

El maestro dominicano no llegó a ver la traducción o versión al español de su obra, debido a su fallecimiento, en Buenos Aires, el once de mayo de 1946. Estas informaciones son oportunas, aunque conocidas por los especialistas y por lo mismo ayudan a situar el pensamiento historiográfico, filológico y cultural de Pedro Henríquez Ureña, en un momento en el que los nuevos paradigmas epistémicos y educativos estaban cambiando, pero sobre todo, creando un “conflicto de interpretaciones” a propósito de la “cosa” cultural, lingüística y formadora del sujeto y la sociedad o sociedades actuales en la América continental.

Lo que muchos discípulos, historiadores, literatos, historiógrafos y críticos han llamado “el ideario humanístico” de Pedro Henríquez Ureña es un proceso que empezó a gestarse desde 1905, con la publicación de aquellos Ensayos críticos, en la Habana y que concluye en el momento en que se dirige a tomar el tren de Buenos Aires a La Plata, con la misión de cumplir un deber fundamental en su vida: impartir docencia, darle clases a estudiantes de bachillerato, a futuros profesionales de humanidades y ciencias en Argentina.

El proceso vital de Pedro Henríquez Ureña es un ejemplo trágico del humanista de nuestros tiempos. Tal y como hemos señalado en otras ocasiones, el maestro dominicano fue un historiógrafo, filólogo, culturólogo y educador que dedicó toda su vida a la enseñanza de las humanidades. Considerado como uno de los fundadores de la historiografía de la América continental, Henríquez Ureña afirmó ideas y puso a punto aspectos fundamentales del conocimiento histórico-cultural hispanoamericano. La problemática de la identidad historiográfica y cultural de América, fue estudiada por el maestro dominicano en una perspectiva fontal, textual, lingüística, literaria y educativa, en todos los niveles y ejes de su obra crítica e histórico-cultural.

Hemos ponderado la importancia de Las corrientes literarias… en el contexto de una fundación historiográfica y, por lo mismo, de una historia crítica en sus cardinales de interpretación y comprensión de las ideas culturales y sociales de la América continental. El ejemplo analítico, bibliográfico, filológico e historiográfico ofrecido en la citada obra, empalma con otro ejemplo anterior a estas conferencias, observable en la obra Seis ensayos en busca de nuestra expresión, donde se propone una historia literaria y cultural cuyo fundamento  es el camino, la búsqueda de una expresión asumida desde la identidad y sus diversos órdenes creacionales.

La historiografía crítica de Pedro Henríquez Ureña en estos  “Seis ensayos…” (que no son seis, sino nueve, tal como lo ha señalado entre nosotros el bibliógrafo Miguel Collado), ha planteado al estudioso de la América continental la problemática de una perspectiva y una relectura de los textos, signos, empresas literarias y lingüísticas, que debe tener en cuenta el estudioso de las letras, las lenguas y las culturas de América.

En efecto, la crítica historiográfica que desde Cuba, México, Estado Unidos y Argentina asumió PHU, le plantea al investigador y educador de nuestra América los elementos  y datos pertinentes para un estudio procesual de las ideas literarias, filosóficas, políticas, lingüísticas, institucionales y educativas.

Lo que se sugiere, analiza y particulariza como contexto y perspectiva en los Seis ensayos… será recuperado y articulado más tarde en Las corrientes literarias… en un registro crítico-genérico más amplio y ponderado.