A lo largo de nuestra historia muchos hombres han tratado de definir las costumbres y conductas de nuestra sociedad, contribuyendo a la formación de un pensamiento que gravita en el imaginario del dominicano. Unos de estos hombres lo fue Pedro Francisco Bonó. Quizás por haber nacido mientras estábamos dominados por los haitianos y haber vivido en época de la Independencia Nacional, dos períodos republicanos, la Anexión a España y Restauración de la independencia, haber ocupado varios cargos gubernamentales, llegando a ser legislador y colaborador de Matías Ramón Mella, le dio cierta ventaja en relación a otros.
Bonó es considerado para muchos un erudito de la sociología, él se definió como un conocedor de la realidad nacional. La verdad es que fue un estudioso de nuestra sociedad en todo sus ámbitos, dando a conocer las virtudes y los errores que poseía o posee hoy en día, la sociedad dominicana.
Dueño de un discurso fuerte y crítico, Bonó acuña parte de nuestros males a España. Se refirió a la Independencia Nacional como un hecho que no llegó a saborearse por parte de los habitantes de la parte oriental de la isla, ya que si es cierto que hubo independencia, no es menos cierto que el dominicano común, nuevo nombre que adquirieron los criollos, no se enteró y peor aún que se mantenía el mismo estilo de vida, pero con un cambio de cabeza.
Con sus artículos publicados en la prensa, se propuso abrir el debate, defendía su tesis de que una sociedad para evolucionar, no sólo socialmente, sino en todos los ámbitos, debe hablar y decir lo que pasa, buscando así nuevas alternativas para soluciones. Al definir a la sociedad dominicana del siglo XIX, dice en su obra “El Montero” (1848), que existía la discriminación hacia el campesino dominicano, quien vivía en el campo trabajando la tierra y de la cría de ganado vacuno y porcino. Se nota un rechazo a los colonizadores nuestros, los españoles, y menciona ejemplos concretos que a su entender provienen de allí.
Citó los males de nuestra sociedad. Pereza, paternalismo, prohibición de examinar los hechos sociales, discriminación de los intelectuales hacia los campesinos. Y su virtudes. Bueno, audaz, bondadoso, hospitalario, trabajador, inteligente y sencillo. Nos definió como un pueblo único y por estar formado por tres razas, lugar de un diálogo intercultural con otros pueblos.
Sin duda alguna, Bonó conoció la sociedad dominicana muy bien, la defendió y notándose un amor por esta tierra y su gente.