Ante la vasta lista de artistas y figuras emblemáticas del arte y la cultura dominicana, en algunos casos se hace necesario distanciarse de ciertos sustratos anacrónicos y subrayar las cualidades que envuelven a un personaje. En este caso Ramón Oviedo.
Además de los grandes dotes que Oviedo poseía como artista, es reconocible por su quehacer sobresaliente, basado en innumerables acciones que abarcan el oficio, pensamiento, carácter, familia, e individuo como ente transformador. Su amplia producción es un glosario visual e histórico donde incide de forma indiscutible el compromiso social, siendo uno de los acontecimientos más destacados, su participación en el proceso de abril de 1965 junto a otras importantes figuras de la época.
Al descifrar cualquier comparación o paralelismo universal de su clase, nos vence el imaginario de un creador que no se admitía repeticiones. El dibujo siempre como base, sobre figuración y la abstracción, y su empeño riguroso por plasmar en cada oportunidad nuevas reflexiones, acentuando colores y paletas que aportan al simbolismo y diversidad en la producción plástica visual.
Tras conmemorase el aniversario de su natalicio, el pasado 7 de febrero, la Fundación Ramón Oviedo junto a Antonio Ocaña, quién fue representante del maestro y manejó su obra durante más de 20 años, disponen un justo homenaje: Oviedo 95 años. Una exposición con piezas del propio Oviedo, y además otras de los artistas Omar Molina (representante de la fundación) y Nelson González, las cuales aportan a esta experiencia y retentiva.
La muestra está integrada por una serie de obras en su mayoría de gran formato, recreando la materialización de una obra desbordante y el legado artístico de esta gran figura que pudo trascender a espacios internacionales y ser reconocido por sus grandes dotes, al lado de personalidades inapelablemente universales en instituciones de gran significación.
El anecdótico formal e informal, habla de un personaje lleno de coraje, con convicciones claras y sobre todo de un alto humanismo que transmutaba en su obra, herramienta imperecedera para la memoria social dominicana.
La exhibición “Oviedo 95 Años” está abierta al público en el horario regular de Blue Mall, de lunes a sábado 10:00 A.M. – 9:00 P.M. y los domingos de 11:00 A.M. – 8:00 P.M. hasta el domingo 3 de marzo de este año.
Perfil de Ramón Oviedo
Nació el 7 de febrero de 1924 en Barahona. Se inició como fotograbador y cartógrafo del Instituto Cartográfico Militar, especialidades que estudió en Panamá, en una escuela norteamericana, en la zona del Canal de Panamá.
Su labor pictórica inició en plena infancia pintando en múltiples superficies, siendo algunas de ellas las paredes y aceras en su barrio. Fue pintor de letreros y vallas en intramuros, hasta ese momento lo que era la Capital.
Posteriormente, pasó a dirigir el departamento de arte de la primera publicitaria del país llamada “Reprex”, dirigida por Rafael Yepes, de nacionalidad argentina. También, laboró en las publicitarias Excelcior y Fénix, esta última con Brinio Díaz. En 1978, dejó la publicidad para dedicarse a la pintura a tiempo completo.
Oviedo no solo rompió el esquema de la pintura mural implantado en las décadas de los años 40’ y 50’ por el español Vela Zanetti; sino que modificó el iniciado por el maestro Jaime Colson en las décadas siguientes, con lo cual se convirtió en el muralista más prolífico de República Dominicana.
Sus murales están colocados en diferentes instituciones gubernamentales, públicas y privadas en el país, y en el extranjero como la OEA en Washington y la Unesco en París, Francia.