Todo momento es apropiado para adorar, pero la Cuaresma, y muy especialmente la Semana Santa. Esta estación del año es tiempo de retiros, ayunos, oraciones, devocionales, ejercicios espirituales, y reflexiones, para examinar la condición del alma y elevar el espíritu. Es la propicia estación para considerar nuevas formas de renovación integral, a fin de fortalecer la fe, ampliar la esperanza, profundizar el amor, hacer actos de reconciliación, y tener tranquilidad mental y goce espiritual. En fin, regocijarnos la resurrección de Jesucristo.
Se exhorta a vivir plenamente pensando y actuando correctamente ante Dios y el prójimo. Es de lugar hacerlo ahora durante los días cuaresmales y la Semana Santa. Se recomienda enfatizar la devoción; y alentar el fortalecimiento del alma, enfocar la mente en el espíritu y verdad de acuerdo a la fe y práctica del Santo Evangelio, y hacerlo de manera continua durante la existencia terrenal.
Se presentan aquí comparaciones y contrastes de personalidades y acciones en la Santa Biblia que pueden servir de reflejos y ejemplos para detectar cómo somos, por qué somos así, y cómo debemos actuar, a fin de cumplir más y mejor con los mandatos de Dios, de amarle con toda la fuerza, y de amar al prójimo como a uno mismo.
El beneficio de este ejercicio es para que cada uno se haga las siguientes preguntas:
¿Con quién de las personalidades de la Santa Biblia me identifico, y/o como yo hubiera actuado en los hechos que aparecen en las Santas Escrituras?
¿Cómo?
- Cómo Abel, o cómo Caín. (Génesis 4:1-10)
- Cómo el Faraón de Egipto o cómo Moisés. (Éxodo, capítulos del 4 al 12)
- Cómo Sansón o cómo Dalila. (Jueces 16:1-31)
- Cómo Samuel o cómo los hijos de Elí. (1ro de Samuel 2:12-17)
- Cómo Job o cómo su mujer. (Job 2:9-10)
- Tal vez cómo Mardoqueo o cómo Amán. (Esther 6:1-14)
- Cómo Daniel o cómo Nabucodonosor. (Daniel 1:1-21)
- Cómo Elías o cómo Jezabel. (1ro de Reyes 21: 1-29)
- Cómo Amós o tal vez cómo Amasías/Jeroboán. (Amós 7:10-17)
- Qué hubieras hecho ante el mandato de Dios, cómo Jonás, el profeta renuente. (Jonás 1: 1-15; 4:1-11)
- Qué dices del buen samaritano o el sacerdote y el levita. (Lucas 10:33)
- Tú te comparas a Judas Iscariote o como los tres discípulos en Getsemaní. (Juan 18: 2-5)
- Actuarías cómo Jesús o cómo Anás/Caifás/Poncio Piloto. (Juan 18:1-24)
- Ver los ejemplos de José de Arimatea/Nicodemo contrario al Sanedrín. (Marcos 15:42-46; Juan 19:38-42)
- Ejemplar fue Esteban y los siete diáconos ante los maestros de la ley, la Junta Suprema [Sanedrín], el Sumo Sacerdote. (Hechos 6:8-15 y 7:1-2)
- Serás tú cómo Saulo [Pablo] o cómo los judíos de Damasco. (Hechos 9:10-25)
San Pablo escribió y dijo que: “Todos han pecado y están lejos de la presencia gloriosa de Dios.” “Pero Dios, en Su bondad y gratuitamente los hace justos, mediante la liberación que realizó Cristo Jesús.” (Romanos 3:23-24). Con esta cita en mente, este llamado se debe hacer frecuente para analizar el estado espiritual, para ver en qué o cómo se ha fallado, y buscar la manera de pensar y actuar, a fin de estar conforme a los mandatos divinos, y saber cuán cerca, o cuán lejos se está de la presencia de Dios.
Se recomienda leer las citas bíblicas arriba señaladas y usar estas pautas para la reflexión personal. Que Dios te ayude. Amén.