A ojos vista, este enunciado pudiera ser objeto de repudio por los más afamados restaurantes, en lo referente a una oferta gastronómica creíble.
Sin embargo, si lo percibimos como “el plato fuerte” emblemático, del proceso electoral que se avecina, su suculencia jamás estaría en entredicho. Sus singulares componentes, son parte del “conuco” vernáculo compuesto por las lisonjas, arribismo, propaganda altisonante y otras lindeces (sandeces), bien aderezadas con presupuestos mediáticos y altisonantes. Además, están disponible en la mayoría de los “mercados” donde se expenden las esperanzas, las promesas y las dadivas del momento.
Partiendo de una inminente realidad acerca de las debilidades institucionales, que nos azotan cotidianamente, el país dominicano se enfrenta a una inexorabilidad contundente: La “oferta gastronómica” actual es limitada e incapaz de entender nuestras coyunturas, necesidades perentorias y la falta de un régimen de consecuencia jurídica. De ahí que tangamos que asistir, como comensales sumisos, a “degustar” este pastelón.
Después de observar y analizar los “debates” televisivos de varios aspirantes a la primera magistratura del estado, puedo concluir lo siguiente:
1-Todos tienen algo en común: La capacidad de establecer el origen de los males, pero no sus soluciones.
2-No todos comprenden muy bien nuestra realidad geopolítica en lo referente a nuestro rol como nación-estado, ubicado en la Cuenca del Caribe.
3-Creo que solamente dos exponentes están conscientes de los planes de fusión para la creación de un estado binacional.
4-En lo referente a la educación, nadie enfoco el tema de la implantación de modelos alienantes en los sílabos de la educación intermedia y superior, donde se soslaya nuestra memoria histórica y se quiere hacer valer “temarios modernos” llenos de conceptos y valores que son limítrofes con el afán de lucro, el boato y la vida muelle.
5-La introducción de modelos de salud, dirigidos hacia la prevención, unidos a planes verdaderamente nutricionales, estuvo virtualmente ausente. El paradigma de Salud con Nutrición fue totalmente ignorado.
6-Los enfoques realizados sobre las causas de la Inseguridad Social, siempre estuvieron enmarcados en denuncias sobre la corrupción gubernamental; no abarcó la corruptela de los plutócratas dominicanos. Además, las “líneas de acción” planteadas conllevan ingentes recursos para su aplicación; jamás se identificaron las fuentes o procedencia de los mismos.
Ante esta famélica propuesta de alternativas ejecutables, solventadas por esquemas recaudatorios creíbles, tendremos que asistir, como comensales sumisos, a “degustar” de este Pastelón de Plátano Medina con Abinader. ¡Buon Apetite!