"No hay inversión más rentable que la del conocimiento". Benjamín Franklin.
La participación ciudadana es la única vía para lograr el cambio a una verdadera democracia y el desarrollo sostenible, humano, basado en el estado de derechos y libertades. El movimiento por una "educación digna" es el mejor ejemplo de participación ciudadana y de que podemos indignarnos sin violencia y civilizadamente a favor del bien común, de garantizar nuestros más importantes derechos, resaltando que en este momento histórico no hay otra mayor prioridad que la "educación digna" con calidad, docentes probos, calificados, fiscalización y ejecución eficiente de los recursos como única vía para tener el conocimiento que nos permite alcanzar nuestros objetivos de nación y la oportunidad para el cambio verdadero.
Nunca entenderé como personas estudiadas y con conocimiento de causas empeñan sus criterios a un momento de disfrute del paternalismo, ignorando el daño colectivo y matando las esperanzas o creando falsas. Por lo que se hace imperativo un llamado de atención para que redefinan, despierten o deshipnoticen y no sigan con participando unidos al mal: la mayoría de los intelectuales junto a los principales representantes y más relevantes de los demás poderes fácticos que han hipotecado sus acciones, ideas, pensamientos y plumas al sistema podrido y fracasado que nos ha dirigido y administrado como Estado, como pueblo. Contrario a lo que manda la administradora pública y el buen gobernar.
Defiendo el derecho que todos tienen a recibir la parte que te corresponde de las riquezas y producción nacional, pero para obtener tu justa remuneración por tu trabajo, y lo más importante es hacerlo valorando, respetando y sin dañar el derecho ajeno o de los demás.
Debemos estar claros de que ese miserable y falso pago es un engaño, es una inyección de amnesia con el que te haces cómplice, te contaminas de todos los crímenes del Estado y de los miles de millones que envuelve la corrupción estatal, en sociedad con el sector privado.
Cuando conoces tus derechos y participas estarás consciente de que el Estado recibe sus ingresos no para dilapidarlos y robarlos sino para devolverlos, en servicios básicos como: educación, salud, seguridad ciudadana, justicia, oportunidad de empleo o desarrollar los talentos, garantías de derechos, libertades, medio ambiente sano, agua potable, energía eléctrica, transporte, viabilizarían del tránsito, alimentos asequibles para todos, seguridad social en general y otros.
Particularmente para mí una opinión o participación consciente y sensibilizadora de cada ciudadano representa dignidad, conciencia, futuro, esperanza, fe, desarrollo, cambio, oportunidad, democracia, justicia, respeto, confianza, civismo, responsabilidad, patriotismo, ética, moral, transparencia, participación, una vida, todo los millones del mundo, honestamente una acción ciudadana no tiene precio. Debemos reflexionar sobre la importancia y el sacrifico que significa participar en los procesos de desarrollo.
Desde la antigüedad comenzando con Platón y luego Aristóteles la democracia era concebida como una forma de gobierno, específicamente como el gobierno de todos o de la mayoría. Es desnaturalizado el que aún la mayoría de dominicanos no tengamos una concepción clara de la democracia y mucho menos la decisión de participar ejerciendo sus derechos con conciencia y dignidad.
Decir hay democracia es una cosa y vivirla o practicarla es otra. Los retos a superar son muchos al describir las dificultades que agrega gestionar educar y redireccionar la cultura de conformismo, pesimismo, falta de actitud, entre otros impedimentos al desarrollo.
Estamos en la primera fase de un sistema de gobierno democrático, es una fase que nos obliga a reforzar, ensanchar y hacer crecer las formas de la participación, donde el pueblo es quien toma todas las decisiones. Solo así nuestros modelos institucionales avanzarán y evolucionarán para lograr organizar la estabilidad y el equilibrio institucional.
La participación en el Siglo XXI, es un asunto en donde la sociedad y todos los ciudadanos, deben ser recurrentes, especialmente en la construcción de un futuro mejor. En un país como el nuestro, debe ser un imperativo el desarrollo democrático, con apuesta al fortalecimiento institucional por la transparencia y por la sensibilidad de la mayor parte de su liderazgo, para así alcanzar el prometedor mundo de igualdad de oportunidades.