En la ciudad de Santiago nos estamos organizando para recuperar calles y parques como espacios de activa y creativa animación sociocultural. Así lo estudia y afirma el profesor catalán Félix Manito Lorite del CIDEU y la Fundación Kreanta, asesor del Consejo Estratégico (CDES) en gestión sostenible de la cultura. Lo acumulamos todo, sólo tenemos que alinear la magia de las coordenadas para ubicar en un solo mapa y rumbo urbanístico: buena gestión, variedad de artistas escénicos y visuales, especialmente músicos y un público participante identificado. Todos apoyados por la organización y edición mensual de un programa o Cartilla Cultural de Santiago (CACUS). 

Los parques y calles como espacios públicos de animación se analizan en la Agenda de Cultura para el Desarrollo, que como proyecto estructurante ya casi está culminado luego de ser consensuado por más de 200 instituciones públicas, asociaciones sin fines de lucro y federaciones de juntas de vecinos del PES2020. Partiendo de un agudo trabajo diagnóstico del sector cultural de Santiago, colocamos urnas electorales en sitios clave como Casa de Arte, Acción Callejera, Centro León y el Edificio Empresarial para que la ciudadanía narrara sus sueños culturales para Santiago.

Hasta ahora ninguna ciudad de esta Isla lo ha logrado, ni tampoco conocemos municipio del Caribe y Centroamérica que lo haya publicado. Santiago pronto tendrá una diversa, soñadora y futurista visión de su cultura que enfatiza y pretende colocar esta cultura como eje central del desarrollo. Que subraya la historia expresada en edificaciones que hablan y narran su atractivo pasado. Una ciudad de corazón colorido, con una ciudadanía apasionada que anhela un municipio que eduque, forme y contrate auténticos gestores que transformen la ciudad con la música del perico ripiao, de la bachata y el son Donde el arte y la artesanía creativa se hagan para vivir. Ciudad en la que todas y todos soñemos y trabajemos por un Santiago que sea “El Alma Cultural de la República Dominicana”.       

De acuerdo a las experiencias internacionales compiladas por el CIDEU, analizadas en el marco de referencia compilado por la Agenda de Cultura para el Desarrollo (ACD 2020), existen al menos seis (6) criterios técnicos a tener en cuenta para que parques y calles sean un eje decisivo de animación sociocultural: i) la localización de la actividad; ii) la multifuncionalidad de las acciones; iii) la seguridad ciudadana; iv) el público que deseamos atraer; v) una gestión social y participativa y vi) medir el impacto positivo y negativo sobre el entorno ambiental.

En el contexto de la Agenda de Cultura para el Desarrollo, todo el sector cultural seleccionó alrededor de 40 proyectos de alta prioridad para Santiago. Sea para mejorar la gestión y animación sociocultural, asimismo para impulsar las industrias creativas de los grandes barrios o reforzar institucional y físicamente el equipamiento cultural, Santiago sabe lo que quiere en materia cultural.

En muchas ciudades de Iberoamérica que poseen Agenda Cultural, recuperar los parques y las calles para la animación es la política más socorrida por los Ayuntamientos y las Direcciones de Cultura. La recuperación festiva de la calle y espacios públicos es para el CIDEU la primera línea de actuación de las políticas culturales municipales. De ahí que varias de las intervenciones y proyectos del Ayuntamiento de Santiago van en este sentido como la iniciativa de Santiago Bohemio y de Noche, la peatonización de la calle Benito Monción y la Plaza de los Buhoneros. Asimismo los Festivales del Dulce, del Pericoripiao y de Palos del Ministerio de Cultura.     

Sobre parques, calles y cultura, Félix Manito Lorite subraya que gran parte de las gestiones culturales de los Ayuntamientos en Iberoamérica se ha centrado en ejecutar, y en muchos casos, hasta “inventar” un programa de fiestas populares. En Santiago no hay que inventárselo ya existe. 

Se debe poner atención a los objetivos, para no quedarnos como dicen los pregoneros del Estadio Cibao en “cerveza, refresco y romo”. Hay que ir más allá de lo estrictamente festivo, y tal como dice nuestro proyecto de Santiago, vincular la Cultura y el Desarrollo. Conseguir que la ciudadanía se apropie de las fiestas, festivales y ferias, que tenga sentido de pertenencia e identidad. Que el empresariado y la sociedad civil jueguen un papel protagónico y corresponsable. Que se articulen espacios de convivencia y diversidad, y que se cuide la oferta de espectáculos populares para que sean contagiosos, y sobretodo vivificantes para las industrias creativas. En la otra seguimos. 

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