En esta oportunidad he querido hacer una comparación de dos áreas protegidas que poseen potencialidades extraordinarias de desarrollo turístico. Bahía de las Aguilas dentro del Parque Nacional Bahoruco y el Parque Nacional Del Este, ahora llamado Parque Nacional Cotubanamá.

Bahía de las Aguilas posee unos 37 kilómetros de playa de arena blanca, de extraodinaria belleza, exuberantes paisajes y algunos, muy poco, legado indígena. Su acceso, hasta el momento, es sólo por mar o por una carretera casi intransitable.

Playa de Bahía de las Aguilas
Playa de Bahía de las Aguilas

Desde hace varios años se ha estado hablando de realizar inversiones para tener un desarrollo turístico de estas playas. Comenzando con la legitimidad de los títulos de propiedad, que ha sido todo un proceso de muchos años y muy costoso. También habría que añadir las construcciones de una buena carretera y un aeropuerto, o mejorar sustancialmente el de Cabo Rojo, ya que Barahona, que posee aeropuerto, está muy distante. Nunca es aconsejable montar en un autobús por más de dos horas un turista que ya estuvo 8 horas en un avión. Esa experiencia no la repetiría, es muy agotadora. Sin embargo, parecería que existe cierto interés en desarrollar Bahía de las Aguilas porque contribuiría notablemente al desarrollo de esta paupérrima región. Con todas esas inversiones en infraestructuras, las inversiones tardarían en hacerse y el Estado no recibiría ingresos en el corto plazo.

Por otro lado, tenemos el Parque Nacional del Este ( Cotubanamá ), localizado en el extremo Este de la isla, todo un itsmo, también con más de 30 kilómetros de playa y costa. Este Parque cuenta con una de las mejores carreteras del país ( Autovía del Este ) para su acceso hasta el poblado de Bayahíbe y el aeropuerto internacional de la ciudad de La Romana, distante a unos 20 minutos de este poblado. Debido a estas condiciones, y de permitirse estos cambios, el país recibiría inversión extranjera y tendría ingresos en muy corto plazo, prácticamente de manera inmediata.

Además, la naturaleza ha dotado este Parque de playas de arenas blancas igualmente de extraordinaria belleza. Y cuenta con asentamientos enterramientos y cuevas con pictografías indígenas, así como manantiales de agua dulce y lagunas.

 

Estas cosas adicionales le dan al Parque Nacional Del Este una ventaja comparativa sobre Bahía de las Aguilas de inigualable valor. Los turistas podrían llegar por el aeropuerto de La Romana y que 20 minutos estarían en su hotel.

Además de sol, playa y arena, tendrían la oportunidad de conocer la cultura taína y observar flora y fauna endémicas. Así como también podría explotarse el turismo científico.

 Playa La Granchorra y cueva con estalactitas del Parque Nacional del Este.
Playa La Granchorra y cueva con estalactitas del Parque Nacional del Este.  

Otra ventaja aún mayor sobre Bahía de las Aguilas, es la situación legal de los títulos de propiedad. Los propietarios de estas parcelas conservan sus títulos originales, ya que las mismas no fueron pagadas o permutadas al momento de conformar el Parque mediante el Decreto No. 722 del 4 de abril de 1975, por lo que en este desarrollo no habría litigios como los existentes en Bahía de las Aguilas.

En definitiva, la idea no es paralizar el desarrollo de Bahía de las Aguila., al contrario, lo consideramos necesario. La idea es que se permita el desarrollo del Parque Cotubanamá, que sería mucho más rápido y de mayores beneficios para el estado, donde éste no tendría que hacer las inversiones que serían obligatorias para Bahia de las Aguilas.

Lo que proponemos es que se permita este desarrollo por parte del sector privado, quien construiría una carretera sencilla que bordee el Parque y a la vez sirva de limítrofe, dejando el Parque y área protegida concentrado en la parte interior. También construiría senderos peatonales para accesar a los observadores de plantas, animales, enterramientos indígenas y cuevas con pictografías, haciéndose cargo de la administración y conservación del Parque en su conjunto.

El Estado Dominicano no estaría en la obligación de hacer inversiones, sólo sería un coordinador y supervisor de que las actividades que se realicen aquí sean acordes con los reglamentos que se elaboren, para la buena conservación del área protegida, y recibiría ingresos en el corto plazo producto de este desarrollo.

Aprovechemos estos recursos y las ventajas comparativas que Dios ha puesto a nuestra disposición de la mejor manera posible.