De acuerdo al Banco Mundial, Venezuela y Colombia son países de similar tamaño y desarrollo económico. La realidad en cifras, sin embargo, muestra que siendo parecidos resultan muy diferentes en razón de la distinta forma conque se manejan sus respectivos gobiernos.
Los números que son tomados como principales indicadores para establecer el progreso de las naciones, arrojan abismales diferencias en la situación de ambos. Veamos la comparación del comportamiento de estos dos países fronterizos, hoy envueltos en una fuerte disputa por la expulsión violenta y masiva de colombianos residentes en territorio venezolano, situación a la que la OEA ha dado las espaldas.
Inflación. En Colombia el nivel acumulado arroja un 11 por ciento en los últimos tres años frente a un 750 por ciento en Venezuela durante el mismo período.
Economía. El crecimiento de la economía colombiana fue de 4.7 por ciento el pasado año con una proyección de 3 por ciento al final del presente; Venezuela, en cambio, decreció un 5 por ciento en el 2014 y va camino de contraerse entre el 8 y 10 por ciento en el 2015.
Exportaciones. Las no petroleras de Colombia andan por los 55 mil millones de dólares; las venezolanas en cambio apenas llegan a 2 mil.
Inversión Extranjera Directa. En el 2014 el país de Gabriel García Márquez y Germán Arciniegas captó más de 16 mil millones de dólares, como una señal de confianza en su manejo actual y su futuro, mientras en Venezuela es prácticamente inexistente.
Riesgo-País. Este riesgo está referido a la prima que debe pagar cada país por encima del valor de los bonos del Tesoro Norteamericano; mientras para Colombia es de tan solo 2.85 ciento para Venezuela supera el 20, debido a la desconfianza que genera el pobrísimo y deficiente manejo de su descalabrada economía.
Tasa de Cambio. En el caso de la moneda colombiana es única, libre y fluctuante como en República Dominicana, mientras en la patria de Bolívar confluyen cuatro tipos de cambio, donde el valor real en el mercado negro supera un gran número de veces el irreal fijado de manera arbitraria por el gobierno.
Artículos de Primera Necesidad. Los mercados colombianos rebosan de alimentos y mercancías, muchas fabricadas en el país con excelente calidad, mientras el pueblo venezolano padece todo género de escaseces, incluyendo medicamentos esenciales.
A todas estas se suma que mientras el gobierno de Juan Manuel Santos está inmerso en un proceso de pacificación con grupos guerrilleros, el que encabeza Nicolás Maduro, por el contrario, mantiene en prisión ilegal y prácticamente secuestrados a varios de sus principales adversarios políticos e inhabilita a otros apelando a falacias; se encuentra en continua confrontación con la cada vez más creciente oposición y está recurriendo a todo género de artimañas en un esfuerzo desesperado por reducir la enorme brecha que le separa de sus adversarios integrados en la Mesa de Unidad Democrática que, de acuerdo a todas las encuestas, le saca una ventaja de entre 20 y 30 puntos con vistas a las ya muy próximas elecciones.
Cuando los números hablan, las palabras sobran. Y en este caso están estableciendo claramente las grandes diferencias entre un país democrático gobernado con sensatez y responsabilidad y otro que cada vez se encamina más a parecerse a una dictadura, manejado con total irresponsabilidad, evidente ineptitud y escandalosa corrupción.