En mi constante caminar y compartir he encontrado personas de todos los estratos sociales a quienes les cuesta “descubrir” la importancia del turismo en la economía y lo mucho que aún puede obtener nuestro país de esta actividad. Esa lista incluye funcionarios de todos los niveles para los cuales la actividad turística es una pesada cruz que cargan por estar obligados y la tiran en el camino cada vez que pueden.
Reconozco que el panorama gris de los años 70 y 80 se ha tornado más azul, gracias al esfuerzo de muchos colegas periodistas y de la constante prédicas de entidades como ASONAHORES y técnicos y líderes empresariales y como Frank Rainieri (que predica con el hacer y construir cada día), Rafael Blanco, Luis López, Joel Santos, Simón Suárez, Radhames Martínez Aponte, Luis Emilio Rodríguez, Enrique de Marchena, Pedro Garrido (fallecido a destiempo), Ernesto Veloz, Ventura Serra, José Natalio Redondo, Edmundo Aja y muchos otros, como la nueva generación de líderes que ya sobresale en el cambio de mando, o los banqueros del turismo como Juan M. Martín de Oliva y Deyanira Papaterra.
Pero todavía tenemos mucha gente que se ha quedado atrás y a veces sirve de lastre, sin poder para impedir, pero si para retrasar y hacernos perder la velocidad necesaria para avanza. A ellos dedico una vez más el espacio que me sede este diario, en el que trataré de hacer un rápido repaso de lo que significa para nuestra economía la caída del turismo en el primer semestre del año.
En los meses enero-junio del 2020, comparados con el mismo período del 2018 (último buen año para nosotros) perdimos 1.7 millones de turistas internacionales, visto con el 2019 dejamos de recibir 1.8 millones. En el 2019 el crecimiento registrado fue de un 2.8%, en el 2020 decrecimos un 61%.
Estos resultados llevados a dinero significan una pérdida estimada en más de US$2,120 millones (unos RD$120 mil millones) para la economía, de los cuales los hoteles dejaron de recibir US$967 millones. Estas cifras se sustentan en los datos del Banco Central: una estadía promedio de 7.85 noches con un gasto promedio diario de US$131.51, una ocupación promedio de 71.6% y un ingreso directo para el gobierno de US$62 por cada turista que pasa por un aeropuerto. Hoteleros consultados estima en US$60 la tarifa promedio nacional, US$70 la del Este y US$50 la del Norte.
Las llegadas por el Aeropuerto de Punta Cana (PUJ) se redujeron en 1.3 millones en comparación con el primer semestre del 2019. La pérdida de ingreso supera los US$1,550 millones y para los hoteles US$800 millones. Esta región recibe más del 65% de los turistas y su inventario es más del 50% del total del país. Para la economía de Puerto Plata la pérdida de ingresos en el semestre es de más de US$142 millones y para los hoteles US$54 millones.
En estos días he estado a punto de dar la razón a algunos amigos que entiende que quienes creen que con el turismo crecería la pandemia, ganaron la primera partida. Es posible pensarlo por el retraso en darle salida a los protocolos que activan el sector, pero creo que avanzaremos, porque lo impondrá la necesidad que tenemos del turismo para que la economía funcione. La verdad irrebatible es que no tenemos ninguna otra actividad que sustituya lo que este sector ya nos aporta.