Mutatis mutandi, es un latinismo que los que nos creemos educados lo usamos para introducir en una comparación las diferencias que pueden invalidar la operación. Hago la advertencia porque me ha impactado la celeridad con la que Lenin Moreno (no el bolchevique, sino el presidente de Ecuador) esta tramitando la vacancia del vicepresidente, luego su condena arrastrado por el caso Odebrecht en ese país trasandino.

Para los despistados les hago llegar una crónica de la transición pautada por el “caudillo” Rafael Correa, que había dejado para que su sucesor la siguiera como libreto de su “revolución  ciudadana”. Encontrarla en la edición del diario quiteño El Comercio: http://www.elcomercio.com/pages/especial-enero-transicion-politica.html

Ahí comprenderá el movimiento de alejamiento de un presidente “supuestamente” gomigrafo para desde  el poder no asumir la carga del “huracán Odebrecht” y olvidarse de que el presidente “titiritero” no tiene el aura de la revolución bolivariana puesta de moda en América Latina.

Con libreto o sin libreto, los hechos han ocurrido con que el Vicepresidente electo ha sido condenado entre “las patas de los caballos” de Odebrecht, por lo que al cumplirse los noventas días de vacancia por vacaciones del Vicepresidente Glas, se ha procedido a la presidencia de candidatas al puesto. Resalto, la feminización del puesto, porque han sido  las siguientes:

1. María Alejandra Vicuña, vicepresidenta de la República (e) y ministra de Desarrollo Urbano y Vivienda.

2. María Fernanda Espinosa, ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana.

3. Rosana Alvarado, ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos.

Podemos ver más detalles de las mismas en el siguiente enlace: https://www.lahora.com.ec/noticia/1102126147/espinosa-vicuna-y-alvarado-conforman-la-terna-para-reemplazar-a-jorge-glas

Los dominicanos podemos aportar a la discusión, ya que en el pasado nos quedamos sin vice (recordemos la triste perdida del vicepresidente Fernández Mármol,  que fue designado por el Candidato presidencial  Jorge Blanco en la elecciones de 1982. Y no se discutió su reemplazo, porque vivimos sin vicepresidente el resto de periodo.

¿Será el desprecio dominicano por el segundo puesto de la administración pública lo relevante? Por el contrario, la diligencia ecuatoriana es señal de la preponderancia del puesto para funcionalidad del Estado. La prisa es tal que para cuando este articulo salga publicado, el Congreso Ecuatoriano habrá electo una nueva Vicepresidenta de Ecuador.