"La élite que domina al mundo, la domina con matemáticas"Edward Frenkel

Se buscan matemáticos en todas partes. Las empresas se rifan a los matemáticos.  El auge de la Inteligencia Artificial impulsa la demanda por más matemáticos en el mercado laboral, incluyendo en sectores de la economía que tradicionalmente no tenían ningún vínculo aparente con la matemática. La matemática ya no es solo un instrumento esencial para economistas, físicos e ingenieros, sino una poderosa herramienta de apoyo para múltiples disciplinas y profesiones, algunas de ellas en plena efervescencia. Para trabajar con números, “El diez por ciento del PIB español se lo tenemos que agradecer a los que saben de ecuaciones, derivadas y matrices”, según Tomás Chacón. En Holanda se estima que representa el 30% de su PIB, y en promedio en las economías grandes y desarrolladas la matemática aporta una sexta parte del PIB. La matemática mueve el mundo.

Para contestar el acertijo del título de esta reflexión, la matemática no sirve para hacer demagogia, y quizás por eso es la cenicienta de la escuela dominicana.

¿Para qué sirve la matemática?  Sí, esa misma, la de las abstractas conjeturas que pueden durar siglos hasta que en base al trajinar paciente, la dedicación, el talento y la inspiración colaborativas se convierten en teoremas para siempre, sin ninguna pretensión de ser útiles en el momento. Pensemos en la conjetura del panal, la que data al menos de antes de Cristo y afirma que un teselado hexagonal (panal de abeja) es la forma más eficiente de dividir una superficie en regiones de igual área y con el mínimo perímetro total. El hoy teorema fue probado concluyentemente por el matemático Thomas Hales en 1999, pero las abejas llevan eones demostrando su sabiduría práctica al tiempo que nos deleitan con sus mieles. Hales culminó también la prueba, con la asistencia de la Inteligencia Artificial, de la no tan vieja (1611) conjetura de Kepler, que nos dice que el empaquetamiento óptimo de las esferas en el espacio es la tradicional solución de los fruteros para apilar las naranjas. La prueba concluyente de Hales (en realidad un nutrido equipo dirigido por Hales), aceptada en 2017 por la comunidad matemática, no sólo resuelve un problema planteado hace cuatro siglos, sino que también es un gran impulso para la verificación informática de pruebas matemáticas complejas, la conjunción perfecta de las inteligencias artificial y humana. Ya también hay solución al problema del apilamiento óptimo de esferas 8 y 24 dimensionales, y lo mas asombroso  es que el apilamiento de esferas tiene aplicaciones prácticas, por ejemplo en los códigos de corrección de errores.

La matemática sirve a los fisiólogos para explicar el enigma del reflejo de los gatos que siempre caen sobre sus patas, que a su vez interesa sobremanera a la robótica para poder emular el modelo de “doblar y girar” en sus creaciones utilitarias. En Francia, el presidente Emmanuel Macron tiene a un eminente matemático en su equipo de gobierno. La matemática es un instrumento ideal para dominar procesos complejos con las fórmulas más sencillas posibles. Dominar la matemática es esencial para dominar el mundo.

Las naranjas de Kepler

O tomemos por ejemplo el uso de la matemática para mejorar nuestra salud, y no nos referimos solo a la estadística, de comprobada utilidad en los estudios médicos desde hace tiempo.  Los científicos aplican modelos matemáticos para validar y afinar los hallazgos experimentales de las ciencias biológicas y médicas. La magia de la matemática ya produce sorprendentes resultados en la oncología y diversas otras especialidades de la medicina como la cardiología, neurología, epidemiología y la virología, trabajando los matemáticos en equipos multidisciplinarios para la modelización matemática de fenómenos fisiológicos. Por ejemplo, la matemática oncológica es un campo en rápido crecimiento que “aplica las Matemáticas para describir, entender y curar el cáncer, tanto buscando mejorar los tratamientos existentes como crear otros nuevos”.  Un cáncer siempre es un error de formulación de las células cuando sufren una alteración en su material genético y acaban provocando mutaciones. Un proceso que puede entenderse con algoritmos matemáticos porque supone una anomalía frente al normal funcionamiento de los tejidos del organismo que desemboca en células que se multiplican a una velocidad superior.” Según Raúl Rabadán, físico teórico de la Universidad de Columbia, la capacidad de lectura de datos de los matemáticos contribuye a descifrar fenómenos complejos: “En todos los sectores de la sociedad hay cada vez más datos y demanda de gente que sepa interpretarlos. La Medicina no es una excepción. De la misma forma que nosotros aprendemos a leer cuando somos pequeños, la lectura de datos va a ser parte de nuestra formación.  La lectura matemática de datos es una profesión en rápido ascenso. No es una exageración decir que en breve la medicina sin un componente matemático será considerada antediluviana.

La matemática es omnipresente en nuestras vidas. Si te interesa conocer de lo que es capaz la matemática, conoce uno de los grandes retos actuales de la matemática en su vertiente aplicada, leyendo  el artículo de Gema Church en BBC Mundo, titulado Asignación dinámica de recursos: el problema matemático que amenaza con paralizar la vida moderna, preferiblemente en su versión original en inglés, The Maths problem that could bring the world to a halt.

La matemática es en la actualidad una profesión floreciente, pero sobre todo de brillante futuro laboral.  En un reciente trabajo, titulado Historia del empleo del futuro…según la tecnología, Montse Hidalgo Pérez rememora:

“¿Qué estudiarán los bebés de hoy?", nos preguntábamos en 2014. Según parece, esos niños que ahora tienen seis años tendrán que combinar las matemáticas y la imaginación para convertirse en gestores del caos, sastres de nanotejidos y productores de conceptos. Nos faltarán empleos en mano; pero volando, siempre ciento. 

Justamente cuando la matemática entra en su Edad de Oro, da escalofríos pensar que, según la evaluación de PISA 2018, por cada estudiante dominicano de 15 años con el dominio de la matemática apropiada a su edad, más de 3000 escolares no superan el nivel más básico de esta llave al futuro. En términos porcentuales, el 90% de los estudiantes dominicanos no supera el segundo nivel, el de las operaciones mecánicas básicas, y los estudiantes con desempeño excelente no llegan al 0.1% de su cohorte, sin siquiera tomar en cuenta a los jóvenes que abandonan los estudios antes de los quince años por diversas razones, los que no son pocos. El futuro que nos aguarda a los dominicanos en la era del conocimiento es sombrío, si no logramos revertir el proceso de décadas de abandono de la escuela que ha prácticamente exterminado el pensamiento matemático entre nosotros.

Para contestar el acertijo del título de esta reflexión, la matemática no sirve para hacer demagogia, y quizás por eso es la cenicienta de la escuela dominicana.

Urge revertir la catastrófica realidad de la juventud dominicana con respecto al aprendizaje de la matemática dedicando nuestros mejores esfuerzos a esa primordial misión.