La actitud de la dirigencia del Colegio Médico Dominicano (CMD) haciendo huelgas a los afiliados de la seguridad social, que presentar como acciones contra una Administradora de Riesgos de Salud (ARS), me han convencido de hacer algunas precisiones.
El organismo rector del Sistema Dominicana de Seguridad Social (SDSS) es el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) en la que el Gobierno, Sindicatos y Sector Empresarial son las columnas principales y deben ponerse de acuerdo para aprobar todo. También participa el CMD, pero no las ARS.
ECNSS aprueba el Catálogo de Servicios y la tarifa que pagan las ARS a los médicos, laboratorios, clínicas, etc. y decide las medicinas incluidas. Toda nueva inclusión en el catálogo debe ser costeada, es decir se determina el costo que tiene para el sistema en función de la frecuencia de uso y del costo en el mercado. Entonces el CNSS aprueba el aumento a la asignación a las ARS por cada afiliado según la demanda estimada.
La ley no obliga a los médicos, clínicas, laboratorios, farmacias, etc. a participar en la seguridad social. Si el sistema no les gusta pueden salir. No lo hacen porque la seguridad social es un jugoso mercado para los médicos, pero quieren más.
En los 14 años de vigencia de la seguridad social, el promedio mensual recibido por los médicos supera los $15.6 millones diarios, casi dos millones por hora si trabajaran 8 horas. En el 2020 los afiliados a la seguridad social vieron caer al suelo sus ingresos, pero los médicos se repartieron un promedio de $20 millones diarios.
La seguridad social es el gran mercado de servicios de salud. Los recursos pagados a prestadores de servicios desde su inicio suman más de $342 mil millones: médicos el 23%, clínicas 48%, farmacias 12% y centros diagnósticos 9%.
El CMD no quiere supervisión para los méicos. La comercialización de la práctica médica ha creado mecanismos diversos para sacar recursos de la seguridad social. Son bastante conocidos y muchos los hemos sufrido en carne propia. Es decir que los auditores encuentren los “errores” que cometen algunos al recetar estudios y procedimientos que no se justifican, porque no son necesarios. ¿Reciben ellos comisiones de los laboratorios y centro de estudios diagnóstico para incrementar sus ingresos? Es lo que se dice. En cambio, las ARS están sometidas a una rigurosa supervisión.
El único sector de servicios públicos que se autoevalúa son las ARS. Anualmente la empresa GALUP, la más reputada encuestadora con reconocimiento mundial, hace una encuesta de evaluación. Entrevista a los afiliados cuando asisten a algún centro de servicio. Su valoración está muy lejos de la acostumbrada crítica mediática y médica, que se hace sin disponer de información similar a la que hace Gallup. En la última de ellas se mantuvo el nivel de valoración positiva (muy satisfecho y satisfecho) por encima del 90%. Contrario a la prédica mediática y médica el nivel de satisfacción ha mejorado de 86.2% en el 2017 a 90.7% en el 2019.
Las ARS no tienen motivos para oponerse al incremento de los honorarios médicos. Esos recursos los aporta la seguridad social, lo decide el CNSS y depende de que la Tesorería tenga recursos disponibles. Costarían más de $8 mil millones anuales. Requiere un aumento de las cuotas de empresas y trabajadores.
Escribo de algo que conozco bien y he aprendido en los años trabajando para la seguridad social desde el sector privado.