En nuestro País se  llegaron a hacer conjeturas sobre el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), el cual publicó el pasado lunes la base de datos de los papeles de Panamá, en la que los usuarios pueden buscar los nombres  de más de 210.000 compañías donde se ocultan empresarios, políticos, artistas y otras personalidades de casi todo el planeta,  muchos de los cuales podrían estar operando sobre  procedimientos legales y, en cambio, otras no.

Entre esas conjeturas  expresadas en el país  está la relacionada con un supuesto plan macabro de los Estados Unidos y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que apuntaba a desacreditar a los países de Suramérica (Brasil, Venezuela, Ecuador….) y  a países como Rusia y China.  También se habló de un supuesto  empleado disgustado a lo interno de la firma  Mossack Fonseca, que se encargó de difundir esos papeles, o con las elecciones dominicanas  del 16 de mayo en cuanto pueden desestabilizar el proceso y con la llegada de un barco de entrenamiento militar de los Estados Unidos al país, un día antes de los referidos comicios.

Sin embargo, en la medida en que se salga de la presente coyuntura,  esas conjeturas se irán diluyendo. Algunas se han diluido, cuando  el presidente ruso Vladimir Putin reconoció  la veracidad de los papeles de Panamá, ya que anteriormente negaba la confiabilidad, aunque dijo que no revelaban nada ilegal y  que los Estados Unidos estaban detrás de esas filtraciones, no obstante, a que fueron apareciendo más nombres  de políticos y empresarios aliado al poder norteamericano que de opositores. A estos sucesos,  agréguesele que el viernes 6 de mayo, un mes después de que salieran los papeles, aparece el sujeto cibernético John Doe, (cuyo significado traducido es don nadie o alguien desconocido), quien fue el que filtró la información y publicara el manifiesto anticapitalista, contra los paraísos fiscales.

En dicho manifiesto  critica la desigualdad que produce la globalización y el sistema financiero mundial. La visión filosófica y política que manifiesta en ese documento   enviado al periódico Alemán Süddeutsche Zeitun.g, recibe el apoyo del  estadounidense Edward Snowden, antiguo empleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, siglas en inglés), quien actualmente vive en Rusia. Snowden  fue el que divulgó  las informaciones de cómo el poder norteamericano tiene un control virtual de los sujetos cibernéticos (personas que navegan por el mundo ciberespacio) en el cibermundo.

Es bueno puntualizar, que a estos sucesos políticos y sociales en este siglo XXI, hay que darles un giro en el plano de lo digital, de lo cibernético, porque de lo contrario no se comprenderán. En estos tiempos no es posible analizar los espacios sociales sin la hibridación que implican las redes sociales que han hecho indisoluble el ciberespacio con el espacio físico y la política con la ciberpolítica.

La era del cibermundo,  los papeles de Panamá, así como WikiLeaks entran en los fenómenos emergentes  de la era del cibermundo y  que están orientados a la lucha por la transparencia, la democratización de la democracia. Es por eso que en nuestro país hay que investigar a todos lo que se encuentren en esos papeles, lo que no implica una acusación de antemano.  Todos el que está ahí tiene que dar la cara o por lo menos ser responsable como lo hizo el artista Juan Luis Guerra, cuando dijo que la  empresa Mango Team Inc.,  fue creada para hacer contrataciones en el extranjero y limitar riesgos. Sobre estas declaraciones y otras que surgirán  ha de encargarse el doctor Francisco Domínguez Brito como Procurador de la República.

En dichos papales de la firma Mossack Fonseca hay empresarios, artistas, abogados y  funcionarios públicos entre otras personalidades dominicanas, muchos de los cuales son intermediarios, directivos o accionistas de esas empresas.  Entre esos nombres  se encuentran :  Diandino Peña Crique,  director de la Oficina para la Reorganización del Transporte (OPRET) que opera y construye el Metro de Santo Domingo y que sale con una empresa registrada en San Petersburgo (Rusia) y otra en  las Islas Vírgenes Británicas. Además, están los empresarios  José Manuel Corripio, Miguel González Cuadra, Catalina Yangüela Rodriguez, Pellerano & Herrera, Frank Raineri, el bufete de abogados Valdez  Albizu, entres decenas y decenas de dominicanos.

Además de los dominicanos que aparecen vinculados a los papeles de Panamá, se encuentran muchos extranjeros radicados en el país,  por lo que tal investigación va para largo y será un tema recurrente en la sociedad dominicana.