En declaraciones al New York Times, el Director para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario internacional, Alejandro Werner, La Inflación, en Venezuela, llegara a los limites guarismos asombrosos de un 720% para el periodo 2016-2017. Esta Inflación es considerada como la más alta del MUNDO. Si la comparamos con la del 2014-2015, entonces vemos que su incremento fue del 262% (275% en el periodo 2014-2015 al y un 720% del 2016-2016)
Dentro del esquema gubernamental de Nicolás Maduro, el “disparo de precios” ha también disparado el descontento de las masas “populares y desposeídas” llegando a límites de un 66% de rechazo toral a este ‘esquema gubernamental”.
Cuadro No.1: Tasa de Inflación anual en Venezuela
Nota: Los precios subieron a un 141.5% y su PIB bajo en un 7.1%
Fuente: Banco Central de Venezuela/FMI.
La carencia de una “moneda fuerte” frente al Dòlar estadounidense, unido a una Oferta Monetaria monetizada artificialmente, ha disparado las tasas de convertibilidad a niveles surrealistas. Veamos:
Lo risible de este análisis, es que TODA la información, publicada en el Informe del FMI viene del Banco Central de Venezuela (República Bolivariana de Venezuela).
Claro está, que todos estos “parámetros” desquiciados, es el caldo de cultivo de la espiral inflacionaria de Vemnezuela, a pesar de que estas estadísticas han sufrido “retrasos” incomprensibles inducidos por el “temor sinérgico” de que “algo” anda mal en Venezuela.
Para Diciembre del 2015 la “Tasa Oficial” de la inflación fue de un 69.76%
Como siempre ocurre, el desdoblamiento de la Autoridad Monetaria de Venezuela, recurre a argumentos baladíes para “entretener” a la “masa bolivariana” acusando al “establishment internacional” de la publicación de estas estadísticas. Sin embargo. ¡Este 60+% de inflación no se lo quita nadie!
Si sigue como va, hasta ahora, la economía venezolana decrecerá en un 11%, aun negocie los yacimientos de la Cuenca del Orinoco.
A menos de que no se efectúe y aplique un cambio en el “paradigma revolucionario” Venezuela seguirá en esta espiral de decrecimiento económico y un incremento suicida en la estructura de precios internos.