Durante el mes de septiembre se realizó en España, de manera virtual, el Congreso Nacional del Covid-19, donde la directora de salud pública y medio ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) insistió sobre un tema al que hice referencia en mi artículo anterior: la relación entre la fortaleza de la salud pública en un país y la seguridad nacional. Expresó la necesidad de que los sistemas de vigilancia epidemiológica deberían atacar las causas más profundas de vulnerabilidad de la sociedad actual y que esta pandemia nos ha situado en un momento clave para que entendamos que debemos prepararnos para nuevos virus. La Dra. María Neira recalcó que es necesario que las políticas públicas relacionen un triángulo olvidado: la salud humana, la salud animal y la salud del planeta.

Según lo expresado por ella, más del 60% de los nuevos virus proceden del contacto de humanos con fauna salvaje, lo cual es favorecido por la deforestación y las condiciones ambientales de estrés que los humanos estamos ocasionando en el planeta. Por eso es necesario prepararnos para nuevos virus y nuevas pandemias.

Prepararnos para ella no significa solamente invertir en hospitales y atención a la salud, sino mucho antes, en prevención y en salud pública – lo que incluye también la recuperación de los ecosistemas naturales, evitando la deforestación y la construcción de infraestructuras en los territorios boscosos y áreas protegidas, para disminuir nuestra vulnerabilidad ante futuras pandemias.

Todo está conectado y el papel de la salud planetaria es identificar esos puntos, hacerlos evidentes y conectarlos, aplicando la perspectiva de la complejidad.

Las relaciones entre la salud humana, animal y del planeta son parte de una iniciativa denominada “salud planetaria”, la cual pretende, con un enfoque transdisciplinar, estudiar los efectos que tienen en la salud los cambios en los ecosistemas que dan soporte a la vida, tales como la acidificación de los océanos, la degradación de la tierra, la escasez de agua, la sobreexplotación de las pesquerías, la pérdida de la diversidad biológica – todo ello ligado a los patrones insostenibles de consumo junto a una población creciente.

Dentro del marco de la denominada agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), esta iniciativa se propone investigar los efectos del cambio ambiental en la salud humana, así como también estudiar los sistemas políticos, económicos y sociales que rigen esos efectos (The Lancet, 2017).

Una comisión de alto nivel ha producido un informe muy bien sustentado científicamente (Sarah Whitmee et al, 2015), donde se indica que la humanidad ha alcanzado importantes logros de salud en el último siglo, pero en base a la explotación indiscriminada de los recursos naturales y la explotación de las poblaciones menos favorecidas, hipotecando la salud y el bienestar de las generaciones futuras.

El informe identifica varias clases de desafíos, incluyendo los de tipo conceptual, como las formas incompletas de medir el bienestar y el progreso humano, la dependencia excesiva del producto interno bruto, que no toma en cuenta los daños al medio ambiente ni la salud futura de la humanidad, o las ganancias excesivas de ciertos grupos y su impacto en las naciones en desarrollo y en los grupos menos privilegiados.

Otros desafíos son la falta de información, de conocimientos y de investigación sobre los vínculos entre los factores socioambientales y la salud humana, junto a la falta de voluntad o incapacidad para lidiar con la incertidumbre dentro del proceso de toma de decisiones. De esta forma, señalan que la salud planetaria ofrece una oportunidad para la promoción de reformas que tomen en cuenta estos factores y que pongan los incentivos en el lugar correcto para promover el desarrollo sostenible.

La salud planetaria se encuentra en la intersección entre las ciencias de la salud y las ciencias físicas y naturales, mostrando que no es posible ver las enfermedades vinculadas a las diferentes especialidades médicas (cardiología, oncología, epidemiología, enfermedades infecciosas, problemas materno infantiles, geriatría, endocrinología y metabolismo y otras), como si fueran independientes del ambiente y de lo que sucede en otros sectores (como la agricultura, la energía, la calidad del aire, la meteorología, el planeamiento urbano).

Todo está conectado y el papel de la salud planetaria es identificar esos puntos, hacerlos evidentes y conectarlos, aplicando la perspectiva de la complejidad. Es necesario encontrar una redefinición de la prosperidad que nos permita centrarnos en el mejoramiento de la calidad de vida, la prestación de una mejor salud para todos, el respeto por la integridad de los sistemas naturales.

Este esfuerzo exige que tanto las sociedades y cada uno de nosotros, los seres humanos, promovamos patrones de consumo sostenibles y equitativos, reduciendo el crecimiento de la población y aprovechando el poder de la tecnología.

La experiencia vivida en estos últimos seis meses nos muestra que es posible restringirnos y consumir de manera más limitada y responsable. ¿Frenar el consumismo implica reducir el crecimiento? Sí, pero a corto plazo. Podemos reorientar nuestra forma de trabajar y consumir de una manera más acorde con la sostenibilidad para que podamos construir sociedades más resilientes. Y sistemas de salud con estas mismas características, donde favorezcamos inversiones en lo esencial y más necesario para lograr la salud para todos.

En relación con este tema, quien suscribe, junto con las investigadoras especialistas en temas ambientales, Laura Rathe y Carol Franco, presentaremos un trabajo en el congreso mundial de Health System’s Global (HSG), a realizarse en Dubai, del 8-10 de noviembre, de manera virtual. HSG es una organización global de investigadores y tomadores de decisión, implementadores de proyectos y programas, dedicada a promover la investigación en políticas y sistemas de salud, generando así conocimiento para uso principalmente en los países en vías de desarrollo. Realiza congresos mundiales cada dos años, que reúnen más de 2000 personas interesadas en estos temas. Invitamos a todos los interesados a participar, inscribiéndose en la siguiente dirección:

https://healthsystemsglobal.org/global-symposia/