La teoría del paisajismo cinematográfico tiene su fundamento en las visiones de guionistas y directores que han tomado la fotografía de paisaje como modelo y referencia.

La composición que se basa en la simetría espacial y cromática particulariza estados de la forma visual, objetividad, espacialidad y luz, ligados a efectos oculares que producen sensación de tiempo, topografía imaginaria o real y núcleo de representación, tal como se puede observar en filmes como Pulp Fiction de Quentin Tarantino, Crónica de un reportero de Michelangelo Antonioni, Shalom de Pier Paolo Pasolini, Sucker Punch o Mundo Surreal de Zack Snider; Sin City producida por Quentin Tarantino y dirigida por Robert Rodríguez, sobre una historia de Frank Miller, al igual que Érase una vez en México del mismo Robert  Rodríguez, Érase un vez en América de Sergio Leone; Fábula a destiempo, de Javier Cordesal, y otros.

En efecto, el paisaje cinematográfico (apoyado muchas veces en novelas, relatos, poemas, pinturas, historias naturales), consta de valores posicionales y de un orden cinematográfico, donde el objeto se convierte en mimesis y memoria audiovisual desde una conciencia de lo cinematográfico que produce una sensación de amplitud, de espacio y horizonte, pero también de aplicación de acentos que se captan a través del plano general, el generalísimo plano o el llamado plano maestro que presentan soluciones experimentales en el contexto del rodaje de una película o propuesta audiovisual.

¿Cuáles elementos contiene el paisaje cinematográfico?

  • Suspensión y dinamismo de la captura fotocinematográfica.
  • Profundidad de campo.
  • Captación de elementos reconocidos por su particularidad fotográfica y sonora.
  • Flexibilidad de los ejes en la consolidación de la panorámica o el traveling.
  • Cromatismo focal propio de la composición cinematográfica orientacional.
  • Movilidad angular, posicional y formal de la toma.
  • Función de los movimientos de cámara (traveling, panorámica) que acentúan la significación de los objetos captados.
  • Relación entre el ojo-cámara y el punto de horizonte.

Estos elementos definen y describen una función espacial, icónica, sonora y efectual, desde el punto de vista de la percepción audiovisual, pero también abre toda narrativa fílmica en cuya historia y ejemplo encontramos los ejes de apoyo significante propios del cine, tanto en la era análoga como en la digital.

Podemos asumir o comprender la toma como parte de una tipología de paisajismo cinematográfico, a través de algunas “locaciones” en exterior, donde se asumen diversos tipos de paisajes: rural, astral, marino, geográfico y otros, que aseguran diferentes espacios y órdenes fílmicos visibles en las varias épocas cinematográficas que han conformado la historia del cine análogo y digital.