Lo único que cae del cielo es la lluvia, para todo lo demás… pues no siempre existe la famosa tarjeta de crédito aquella. Hay que fajarse mucho para conseguir las cosas, eso aplica en cualquier escenario individual como colectivo. Si extrapolamos esto a un escenario macro, digo que para que un país sea distinto a como es no basta con denunciar, anunciar, ni pronunciar lindos discursos llenos de babosadas populistas ni frasecitas lindas que conquisten a los cautos. El país no se hace solo. Y que nadie se engañe pensando que todo lo que ocurre hoy día ha surgido de la nada, y no como engendro maldito de los poderes público y privados que dirigen esta nación desde mucho antes del supuesto fin de la era trujillista.
En el país que tenemos…
… En un diario vespertino se publican tres o cuatro anuncios de página completa para promocionar las telenovelas del momento.
… Los niños de una escuela se intoxican con el desayuno escolar, y otro grupo, y otra escuela… entonces no es un hecho aislado, nada ocurre.
… Una niña no puede ir al colegio o escuela pública llevando trenzas, por que la misma dirección del centro la discrimina y lo prohíbe, salvo que tenga el pelo lacio.
… Las mujeres son cosificadas en la televisión.
… Las autoridades buscan el cuerpo de una jovencita asesinada, lo encuentra, y "de paso" aparecen los cuerpos de dos jovencitas más.
… Una maestra se suicida, en medio de un estado de depresión y angustia por haber sido excluida de la nómina de maestros del Ministerio de Educación.
… Un ingeniero hace lo mismo… se pega un tiro en el baño de una institución pública, al tiempo que denuncia un entramado de corrupción y extorsión. Nada sucede.
… Una empresa de bancas de apuestas anuncia con alegría y alborozo, en una cuña publicitaria, que tiene más de mil bancas distribuidas en todo el distrito nacional. Hablo de una empresa, hay muchas más… miles y miles de bancas diseminadas en todo el territorio nacional.
… Donde quiera hay un "drink to go" (*).
… La juventud toma mucho alcohol, ¡demasiado! y lo mezcla indiscriminadamente con bebidas energizantes y estimulantes sexuales, convirtiendo las fatales consecuencias en un asunto de salud pública. Sin embargo, el Estado ¡ni se inmuta! y cada vez hay más y más publicidad que incita al consumo irresponsable de bebidas alcohólicas junto a energizantes y potenciadores sexuales, sin que haya siquiera un proyecto de Ley enfocado a regular la venta y uso de esos productos.
… Los recién nacidos fallecen por ramilletes en los hospitales públicos por causas perfectamente prevenibles.
… Hay racismo.
… El banco del Estado gasta millones en publicidad para decir que es el banco del Estado (¿?) y que cambió de logo.
… Asesinan a las mujeres como si nada, a diario, y el Ministerio de la Mujer hace justo aquello para lo que está diseñado: nada.
… Un empresario de bancas de apuestas, convertido a empresario político, lo asesinan y es velado como héroe nacional.
… Se extravían los expedientes en los tribunales, como estrategia dilatoria y/u obedeciendo un interés particular.
… Opera tranquilamente una empresa que se confiesa ladrona, no hay presos, el país en lucha por meses y el Presidente permanece mudo.
… Las AFP(**) operan alegremente sin que el contribuyente tenga idea de qué se está haciendo con su dinero ni con las groseras guanacias que representan año tras año estos fondos.
… Un pueblo recibe a su ciudadano corrupto por todo lo alto, con cruzacalles y todo.
… Conductores se roban la luz roja, no respetan la señal de PARE y conducen en doble vía siempre que pueden.
… El Presidente exige su congreso… y lo consigue.
… La constitución se modifica al antojo de dos o tres
… No hay justicia.
… No hay salud.
… No hay educación.
… No hay seguridad ciudadana.
… Hay mucha más de lo que cabe en este artículo.
A partir de lo anterior, esperar ser algo distinto a lo que somos es una ilusión. Pensar que cambiaremos así nomás sin atender al fondo de lo que nos afecta, es infantilismo puro. A mucho de lo indicado más arriba nos hemos habituado, con consecuencias penosas y desastrosas, en otros casos, saltamos de un asombro al siguiente.
Este país no resiste más. Las fuerzas que nos dirigen, públicas y privadas, ¡sí, insisto en lo privado! son absolutas responsables de lo que ocurre hoy día. Claro, el país es de todos y todos somos parte, pero ni usted que lee ni yo que escribo tomamos decisiones para los colectivos, no diseñamos políticas públicas, que no se llaman públicas por moda ni por capricho. El ciudadano de a pie no está llamado a ser el responsable de procesar datos ni analizar diagnósticos sociales, no nos sentamos en las mesas con los financieros a diseñar productos ni a jugar al ajedrez con el mercado, no aprobamos Leyes ni sometemos reformas fiscales, seguido de un largo etcétera que no está en nuestro poder hacer. Por que todo esto se trata justo de ello: PODER
Lo que ocurre en este país es responsabilidad de la banca privada, del sector político que ha dirigido los destinos de la cosa pública los últimos cincuenta años, de la Iglesia Católica, del empresariado dominicano, de la prensa nacional. Yo los señalo y los acuso. Si este país es el desastre de nación que hoy es, se debe a una falta de voluntad tremenda de parte de los actores que menciono antes. De remate, ahora tienen un país que medio despertó, que está harto, gritando, vociferando por meses, y lo ignoran, no lo atienden ni le responden. El futuro es incierto cuando los líderes abandonan el rol para el que están llamados y dan la espalda al soberano.
Por último, reitero lo que una vez le dije a Danilo Medina en un programa radial: "Sr. Presidente, no subestime el poder de un pueblo harto, de un pueblo cansado. No lo subestime". Hoy lo repito a todos los sectores, si les da la gana de escuchar.
(*) Establecimientos que venden bebidas alcohólicas al detalle, y ofrece la ventaja al público, en su mayoría joven, a que consuma el producto en el local y sus inmediaciones.
(**) Administradoras de Fondos de Pensiones.