La semana concluye en una muestra más de la desesperación de nuestro gobierno por levantar una imagen que va en picada y sin paracaídas, el país fue testigo de una sátira de entrevista bajo la conducción de la veterana Jatnna Tavárez y su risueño invitado, el presidente Danilo Medina.

Entrevista Jatnna Tavárez a Danilo Medina

Típicamente, la chercha del lunes a costa de la comunicadora no se hizo esperar y a pesar de lograr la mayor audiencia televisiva del día, la incoherencia de las respuestas de Medina y la incompetencia de Tavárez al cuestionarlo, terminaron más bien lastimando una trayectoria profesional hasta el momento intachable.

Surgieron incluso comunicaciones anónimas en las que se le acusaba de haber cobrado una suma ridícula por el favor a Danilo, que, pese a la irresponsabilidad de sus autores, no resulta descabellado suponer que Jatnna, con o sin botella, vive en un mundo apartado del nuestro, en el de Alicia tal vez, muy lejano a la realidad de la mayoría de los dominicanos.

Y aunque los colegas del gremio salieron en apoyo a la periodista pidiendo respeto a su persona y trayectoria, quien se burla de su público tampoco puede exigir reverencias, pues más que una profesión, el periodismo es una labor patriótica que enriquece la opinión pública, investiga, denuncia y debe estar comprometido con el interés general, no con el de unos cuantos.

En el siguiente episodio de nuestra tragicomedia semanal, el miércoles salió a la luz una carta al Ministro de Educación en la que, tras “un cordial saludo” Roberto Ángel Salcedo solicitaba 800 mochilas para llevar a cabo una donación en su nombre, cosa que en un concurso de su programa televisivo se hubiese llevado el premio de “el altruismo más egoísta de la historia”.

Y es que el afán de Robertico por algún curul en el Estado no tiene prototipo. De la noche a la mañana ha surgido un hidalgo que abraza doñitas, saluda niños de la calle, ofrece charlas formativas, es el mejor esposo y nos vende la imagen de su “familia perfecta” en una especie de reality show. Algo así como “House of Cards” versión picapollo.

Sería insensato negar que Salcedo trabaja incansablemente, pero bien aprendió de su padre a mantener al pueblo en la ignorancia a través de sus películas mediocres y de un espacio televisivo que le da pan y circo a la plebe, esa que le asegura un voto más en 2020.

Para cerrar con broche de oro, en la misma semana estrenamos los avances de “Leo el explorador”, un video propagandístico en el que el ex-mandatario Leonel Fernández brinca charcos, bebe agua de río y recorre trechos intrincados con una mochila a cuestas (donación de Robertico, quizás) sobre un minuto de audio por el que ni siquiera se pagaron derechos de autor.

Enlace a comercial Leonel 2020

Es que vivimos en el país de lo inverosímil, donde un fuego apaga otro y lo que en cualquier parte del mundo pudiera resultar en un “tumbagobierno” aquí acaba de meme en algún perfil de Instagram.

Pero la burla es también sinónimo de libertad, de que nos causa risa, pero nos duele, de que somos pocos, pero estamos aquí, de que los indios eran Hatüey y Guarina y los hicieron galletica.