Uno de los inicios de la celebración del Día de los Padres se asocia al padre de Jesús, San José, a nivel de la Religión Católica, que se reconoce el día 19 de marzo, que es el Día de San José.
Cada país tiene un día diferente para celebrar el Día de los padres, en República Dominicana es el último domingo del mes de julio. Se ha procurado que entre el día de las madres que es en mayo y el día de los padres haya un mes de por el medio para facilitar que quien quiera regalar pueda tener el bolsillo más desahogado.
En los movimientos por Una Nueva Masculinidad esta celebración se le llama Día de los Padres Igualitarios a partir del año 2014. Así lo consigna Octavio Salazar en un artículo en el diario El País. https://elpais.com/elpais/2014/03/18/mujeres/1395118800_139511.html
Para superar el machismo y que el hombre en su rol de padre tenga más realizaciones afectivas, más reconocimiento, más responsabilidad y legitimidad, hay que:
- Cambiar la idea y la práctica de división de los espacios público y privado de manera diferenciada según sea el sexo de la persona.
- Terminar con la división de los roles y de los trabajos; dejar las concepciones de que esto es de hombres y esto es de mujeres; que el sexo de la persona no determine quien haga en el cuidado de los hijos, hijas, y en los trabajos en el hogar.
- Lograr un nuevo Acuerdo o Contrato social. La real democracia en la familia, en la pareja, en la sociedad, necesita de un nuevo acuerdo o contrato afectivo, social, político, económico, cultural. Las mujeres deben salir a la esfera de lo público, estar en los espacios de decisiones, y los hombres entrar al ámbito familiar y desempeñar los trabajos del cuidado, y que a estos trabajos se le de reconocimiento social y económico.
- Se debe trabajar para un padre presente en el hogar, con emociones y con expresiones de humildad, capacidad de escucha.
- Superar el machismo. Dejar las ideas, actitudes y conductas de que el hombre es superior a la mujer; tener relaciones de comprensión, diálogo, compartir roles, afectos, tener ética del cuidado, no querer tener control, desarrollar la comunicación asertiva, inteligencia emocional, control y saber reconocer las emociones, trabajo en equipo, participar en la planificación de la familia, no jugar con los sentimientos de las personas.
Consecuencias deseables serían que:
Los padres tendrán más derecho a la custodia compartida y a ser tratados como proveedores de afecto, y no en la dimensión de sólo proveedores económicos. Su legitimidad trascendería a una visión más humana, afectiva.
La búsqueda del dinero ya no sería una tarea asignada al hombre como el “proveedor”.
Habría un desarrollo más integral de las personalidades de las mujeres y de los hombres, pues tendrían plena conciencia en compromisos cívicos y de lo doméstico, y como madres y padres, ambos responsables.
Que el Día de los padres sea para todos los hombres un día de padres igualitarios, democráticos, con integridad afectiva en el trato con todas las mujeres, en un plano de igualdad, hombres autosuficientes, con autonomía, que saben vivir solos o acompañados, según se pueda. Relaciones saludables de autonomía y afectividad para con la familia, y el cuidado de las hijas y de los hijos.