“Toca a la actual administración construir la fase inicial del proyecto de nación visualizado en la END. En este Plan Plurianual se asume que en el cuatrienio 2013-2016 se construirá el primer tramo de ese gran proyecto a sabiendas de que se trata siempre de una responsabilidad colectiva”. Eso dice la presentación oficial del importante instrumento de gerencia estatal.
Hasta el momento son muy escasas las acciones sectoriales a partir de las cuales se traduzca en la práctica lo planteado. No existen planes maestros ajustados al nuevo enfoque y menos aún iniciativas de cambios en las anquilosadas estructuras organizacionales de las instituciones centralizadas, descentralizadas y autónomas del Estado dominicano.
Del conjunto de aspectos del nuevo enfoque de gerencia estatal debe generar gran preocupación además los retrasos en los llamados Pactos.
La Estrategia Nacional de Desarrollo (END) convertida en ley el 25 de enero de 2012 expresa en sus artículos 34, 35 y 36 que se consigna la necesidad de que en un plazo no mayor de un (1) año las fuerzas políticas, económicas y sociales arriben: a un pacto fiscal orientado a financiar el desarrollo y garantizar, su sostenibilidad a largo plazo mediante el apoyo del proceso de reestructuración fiscal integral y el marco de una ley de responsabilidad en la materia que establezca normas y penalidades para garantizar su cumplimiento; un pacto para solucionar la crisis estructural del sector eléctrico, asegurando la necesaria previsibilidad en el marco regulatorio e institucional; se contempla por igual un pacto que impulse las reformas necesarias para elevar la calidad, cobertura y eficacia del sistema educativo en todos sus niveles. Se indica que el Consejo Económico y Social ha de constituirse en el espacio para la discusión y concreción de los pactos.
La reforma fiscal hasta el momento es una caricatura que como tal se ha limitado a nuevos incrementos y ampliación de la cantidad de artículos sometidos a impuestos. La solución de la crisis estructural del sector eléctrico se ha reducido a iniciativas para la compra de nuevas plantas eléctricas. Y las reformas educativas aun no superan “ la cultura del análisis” más allá de lo cual se anuncian nuevas edificaciones escolares y unilaterales incrementos salariales, en un momento en el cual hasta la hermana República de Haití con todas y sus adversidades ya supera con tres puntos a la República Dominicana en calidad de la educación primaria.
No es solo que ya tienen evidentes retrasos, sino que se hace tarde para los Pactos y el Plan Plurianual.
No se debe desaprovechar esta gran oportunidad.