La deuda pública del país en relación al PIB es relativamente baja, sin embargo el servicio de la deuda cada vez consume un porcentaje mayor del presupuesto; por ello, aunque en la actualidad no hay un riesgo elevado de una crisis de deuda, es necesario un pacto, como contempla la Estrategia Nacional de Desarrollo, para garantizar la sostenibilidad fiscal.

La sostenibilidad de las cuentas fiscales es una condición fundamental para un buen manejo macroeconómico que garantice la estabilidad de los precios, del tipo de cambio, el crecimiento y evite que un aumento desproporcionado de la deuda pública conduzca a dificultades en su servicio y el default.

Al mes de agosto de este año la deuda pública (sin incluir la del Banco Central) ascendió a US$21,895 millones, equivalente al 36.0% del PIB (el promedio en AL y el Caribe al cierre de 2012 fue 50.6% del PIB), pero en 2014 el pago de los intereses de la deuda representan el 17.7% de las recaudaciones estimadas y el servicio de la deuda (amortización mas intereses) representa el 29.8% del presupuesto total

La principal causa del aumento de la deuda pública es el déficit presupuestario y ninguna nación, salvo los Estados Unidos hasta ahora, puede permitirse el lujo de incurrir en déficit cada año sin con ello poner en riesgo la sostenibilidad fiscal. La Unión Europea representa el caso más reciente donde una serie de naciones llegaron a la insostenibilidad fiscal y debieron someterse a severos programas de ajustes y por el efecto contagio otras han debido pagar mayores intereses por la elevación de su prima de riesgo y la desconfianza de los mercados.

El país presenta vatios problemas fiscales que podrían eventualmente conducir a una situación de crisis de la deuda en el futuro. Primero un sistema recaudatorio con muy baja presión tributaria. La República Dominicana es uno de los países de la región con menor recaudación en relación al PIB. En 2012 la presión tributaria fue de 13.4% del PIB, mientras el promedio de América Latina y el Caribe fue de 19.7%. En América Latina y el Caribe, descontando los países con ingresos petroleros gubernamentales como México y Venezuela, solo Guatemala y Haití presentan cargas tributarias inferiores a la RD.

Baja presión tributaria, mientras ciertos sectores empresariales y la clase media tributan por encima de sus similares en otros países de la región, y en el otro lado otros disfrutan de elevada evasión y un segmento, por desenvolverse en la informalidad, que no significa necesariamente bajos ingresos, su contribución al fisco es insignificante y son los que más exigen a los gobiernos.

A todo lo anterior súmese un complejo tinglado de exenciones que para el Proyecto de Presupuesto de 2014 alcanza la suma de RD$181,455.2, equivalente al 6.6% del PIB y al 45.2% de las recaudaciones estimadas. Ese gasto tributario se genera por exenciones al ITBIS por un monto de RD$99,523.9 millones, Impuesto selectivo a los hidrocarburos por RD$23,642 millones, exenciones al patrimonio (RD$22,532.5 millones), exenciones arancelarias (RD$15,663.1 millones), exenciones al impuesto sobre la renta (RD$12,754.5 millones) y otros impuestos selectivos al consumo por un monto de RD$7,338.5 millones.

Baja presión tributaria, exenciones a granel, un subsidio eléctrico para el 2014 equivalente al 1.6% del PIB y a todo ello agréguese una cantidad infinita de demandas de diferentes sectores, la mayoría legitima, por lo cual no debe sorprender que se incurra cada año en un déficit, aunque es de justicia felicitar al Gobierno del Lic. Danilo Medina que con ese rompecabezas presupuestario se esmera en controlar el déficit en los niveles de 2.8% del PIB.

De no tomarse los correctivos, como elevar la presión tributaria con un sistema impositivo más equitativo y elevar la calidad del gasto, el país podría estar al borde de una crisis de deuda con su secuela de inestabilidad, inflación y ajustes desproporcionados a las mayorías. Para evitar ese escenario y mantener el de crecimiento con estabilidad, característico de los Gobiernos del PLD, es necesario arribar a un Pacto Fiscal como establece la Estrategia Nacional de Desarrollo.