Llegó hasta el octavo curso. Se vio precisado a abandonar los estudios, para dedicarse al trabajo productivo, desde temprana edad.
A la edad de diez años realizó su primer trabajo como despachador de un comercio, propiedad de Marcelo Cruz.
Luego, instaló un negocio de compra y venta de botellas, sacos y latas vacías.
Con su maestro en la zapatería Félix Cabrera comenzó a aprender el evangelio, en el año 1946.
Además, trabajó en la Industria Chocolatera Sánchez, en el cuarto frío y en La Limonera.
Realizó un cursillo para maestro rural y fue maestro rural en Sabana Grande por algún tiempo.
Conoció y casó con Isabel Sánchez en 1952 y procrearon ocho hijos: Pablo, Juan Marcos, Felipe, Elías, José Rubén, María Catalina, Lidia y Priscila Clase Sánchez. Se preocupó en la educación de todos sus hijos.
Uno de sus hijos, Pablo Clase hijo se ha distinguido en el campo de las letras, habiendo escrito varios libros.
Ha hecho varios cursos bíblicos con profesores dominicanos y extranjeros, en el país y en el extranjero.
Don Pablo Clase se dedicó a la lectura del Nuevo Testamento y ha leído el mismo en varias ocasiones.
Después de doce largos años de estudios y capacitación fue elevado por el Consejo de Ancianos del Templo Bíblica de Puerto Plata como uno de ellos.
Hizo sus aportes en la creación de varios templos en diferentes barios y sectores de la ciudad de Puerto Plata, como fueron: Urbanización general Gregorio Luperón, Arenoso, Barrio Inví, Cristo Rey, Padre Granero y otros.
Don Pablo Clase es cautivante en su oratoria. Es de fácil palabra y espontánea. Sus hermanos del Templo Bíblico de Puerto Plata y de otros sitios, se sienten felices con sus palabras. Es un orador innato y convincente.
A sus setenta y siete años anda toda la ciudad de Puerto Plata a pie, visitando sus hermanos y haciendo sus diligencias a su ministerio de predicador.
Se ha convertido en un consejero de familias y de jóvenes. Sus prédicas y oratorias son esperadas ansiosamente por sus seguidores y adeptos, en actos públicos y en su Templo Bíblico de Puerto Plata.
El Anciano don Pablo Clase en su oratoria sagrada es de una dicción correcta y emplea un lenguaje sencillo y apegado a la lengua de Cervantes.
Se hace urgente la publicación de sus sermones en libros, para que sirvan de guías y ejemplos a las nuevas generaciones de jóvenes.
El nombre del Anciano don Pablo Clase deberá de figurar dentro de la pléyade de predicadores católicos y evangélicos que han existido en Puerto Plata, en los siglos XIX, XX y XXI. Basta citar a: Manuel González Regalado, Pastor William Tawler, Rafael Castellanos, Duncan M. Reid, Padre Thomas Oswald Basden, Bienvenido Cobles Valdespina, Monseñor Daniel Antonio Cruz Inoa, Rev. Ricardo Potter, entre otros
Don Pablo Clase se ha ganado un lugar privilegiado por sus enjundiosos discursos y entrega total al evangelio en la historia de Puerto Plata.