La maravillosa actriz Laura Linney en Ozark, por Netflix. 3 nominaciones al Oscar y entre otros premios y nominaciones más de 100. Ella dice de la serie de 10 episodios (por temporada) de 1 hora cada uno: “Es sobre el dinero, la ambición y lo que la gente intenta hacer para ganar lo máximo que pueden, sobre las cosas por las que tienen que asumir las responsabilidades, sobre lo que ven o rechazan ver, sobre la negación, La serie es mucho más sobre la energía del dinero que sobre las drogas.” Pues bien, igual que la serie Fargo y la misma serie True Detective, el filme se erige como una hipótesis de la sociedad norteamericana.

Laura Linney es Wendy Byrde, esposa de Marty, madre de Charlotte y Jonah. Después de mudarse a Ozarks, Wendy ayuda a Marty a identificar posibles negocios para el lavado de dinero.

El lavado de activo procedente de acciones delincuenciales es la base argumental. Lleva varias temporadas, siendo que en la primera, un especialista en inversiones y finanzas es abordado por un cartel mexicano, en un momento de su vida en que junto a su esposa y sus hijos pasa por un momento crítico, y esa vida simple se va convirtiendo en un infierno cuando entra a blanquear dinero proveniente del narcotráfico. Y así es como lleva a su familia a la región del lago Ozark.

La historia se desarrolla en un sencillo complejo turístico, inspirado en las cabañas de veraneo en cuyo muelle, el creador de la serie trabajó en los años ochenta mientras iba a la escuela, y ese lago va a ser parte de la historia pues tiene personajes enloquecidos por haber perdido sus tierras apropiadas por el gobierno para realizar una hidroeléctrica allá por los años 30.

Como en esas otras series citadas, sus personajes son antihéroes siendo el de Wendy (Laura Linney) el de mayor desarrollo y complejidad con un grado de transformación que impresiona y engancha, y más por ese virtuosismo de la actriz quien aborda todo con un sentido filosófico camaleónico pues a cada problema parece tener en la punta de la lengua una respuesta que bien puede ser helénica o racional o escolástica o positivista o existencialista o humanista o utilitarista, y hasta por momentos da una respuesta marxista, aunque el común denominador sea “sobrevivir con su familia a toda costa y cueste lo que cueste”. Y en ese sentido, es como descubrimos la naturaleza inspiradora de los guionistas para elaborar sus oportunos diálogos, y en general de los demás personajes de la misma serie; ya en las subsiguientes temporadas es ella, quien va tomando cuenta de la batuta en todo.

¿Por qué estamos hablando de esta mujer?

Porque nos retrotrae al hecho de que el gran cambio del siglo XX es el cambio de lugar de la mujer en la sociedad occidental. Lo que viene ocurriendo primero en el mercado de trabajo, luego de los millones de muertes de hombres en las dos grandes guerras mundiales, por lo que hubo demanda constante de mano de obra.

Por una cuestión de clases, son las mujeres de clase media las que entran temprano al mercado laboral, ya las muy pobres siempre tuvieron que trabajar en la agricultura o como domésticas.

Wendy es de clase media. No le va muy bien. Así como la máquina de guerra solicitó el trabajo femenino, ahora el narcotráfico necesita de ellas. El prejuicio y la misoginia las hace invisibles. Por tener cuidado con muchas cosas, ser pragmáticas, focalizar lo que es conveniente y seguro, son factores que bien desempeña siendo la fuerza a la sombra del hombre.

La emancipación de la mujer gracias a los movimientos feministas, gracias a las luchas por el sufragio universal, rompe con los modelos de familia occidentales. Gran cambio se viene operando en las cabezas de familia donde la mujer RD ocupa un 35%, según datos del Censo Nacional de Población y Vivienda 2002. (En mi caso, soy de una familia donde mi madre ocupó la vacante dejada por mi padre en la guerra civil de 1965, encargándose de seis niños. Como igual ocurrió con la familia del coronel Caamaño, por ejemplo, y las de miles de combatientes).

Las sufragistas dominicanas precursoras del voto femenino

Los cuestionamientos a los modelos de familias, arrojó el beneficio de miles de mujeres a estudiar en universidades y no ser simples domésticas, Amas de Casa, modistas o costureras, campesinas…

Obreras como clave en el desarrollo económico

La misoginia obliga a mantener valores patriarcales que se convierten en medios de violencia machista y tragedia para la mujer y sus hijos. Los feminicidios arrojan fuertes trincheras como acto de terror para cualquier movimiento de emancipación que quiera o tenga una mujer.

Y esto lo vemos en Ozark en sus 3 temporadas, siendo que a partir de la tercera el personaje Ruth Langmore (Julia Garner) es la nueva anti-heroína que protagoniza la historia de crímenes, ella es de clase muy pobre, sin escolaridad, obligada a ocupar el puesto de jefe de su familia simplemente porque sus hermanos no sirven para nada. De ser sirvienta pasa a ser jefe en la cadena del narcotráfico.