El título de hoy parecería una contradicción, pero no lo es. La semana pasada hemos hecho una pausa en nuestra acostumbrada rutina de publicaciones dominicales y hoy retomamos esa rutina; de ahí que hablemos de otra pausa, la de la semana pasada, y que hablemos de retomar la rutina hoy.

Además de la pausa mencionada, hoy también pausamos la serie de artículos sobre Acentos que venimos desarrollando en las últimas entregas, y vamos a aprovechar las vivencias de días pasados con la climatología -abundantes nieves y lluvias copiosas- para hablar del clima y, claro, su relación con la arquitectura; muy brevemente.

A propósito de la arquitectura adaptada a su contexto climático y medioambiental, se dispone de una bibliografía muy amplia, que sirve de base para todo el estudio de estos temas. Uno de esos autores de referencia, Victor Olgyay, quien fuera profesor de arquitectura y urbanismo en Princeton, planteaba:

“El proceso lógico sería trabajar con las fuerzas de la naturaleza y no contra ellas, aprovechando sus potencialidades para crear unas condiciones de vida adecuadas”

El mismo Olgyay, y a manera de metodología de trabajo, propone una activa interconexión entre la climatología y la arquitectura y, en conjunto, toda la tecnología relacionada, de cara a una propuesta de diseño que combine todo en un solo resultado.

El término clima, de acuerdo a la RAE, proviene del griego Klima, que se puede traducir como la inclinación del sol, de sus rayos solares al incidir sobre la tierra. La propia RAE nos dice que el clima es el conjunto de condicionantes atmosféricas que caracterizan una región, o un lugar agregamos nosotros.

El clima, en términos meteorológicos, es el análisis estadístico del tiempo atmosférico, y son esos elementos meteorológicos (la temperatura, la presión, el viento, la humedad y las precipitaciones)  los que se deben tomar en cuenta a la hora de proyectar en arquitectura.

A modo de conclusión de esta pequeña declaración de intenciones, parte de los estudios climáticos que de cara a la arquitectura debemos tomar en cuenta los resumimos en la siguiente secuencia, planteada a grandes rasgos:

  • Identificación y recopilación de los datos climáticos
  • Introducción de datos climáticos en las herramientas de análisis
  • Propuestas de estrategias de diseño para el confort
  • Aplicación objetiva y practica en proyecto de arquitectura de las estrategias propuestas.

Proyectar con la Naturaleza, como diría Ian McHarg, o con altos niveles de eficiencia energética y sostenibilidad, es un imperativo ya de orden normativo en muchos países de la Unión Europea, aunque a este imperativo se le llame de otras múltiples maneras. Nos gustaría mucho que este imperativo llegara a las Antillas también en formato normativo…para no “andarnos con chiquitas…"

Hasta la próxima