Es de conocimiento generalizado que la sociedad dominicanaestá afectada por múltiples problemas que inciden en su mejor desempeño. El hecho de que tengamosmás de 45% de la población pobre y 19% indigente es demostrativo del fracaso de dos generaciones de dominicanos adultos en gestiones ejecutadas posteriores a la dictadura de Trujillo.

Durante la Era de Trujillo había pobreza pero nosotros, la juventud de las décadas 1960,70 y 80, estábamos en el deber de reducirla en alta proporción.Heredamos en mayo de 1961 las condiciones institucionales y económicas para hacerlo, pero posiblemente por la ignorancia a que fuimos sometidos durante más de tres décadas por la tiranía y la ambición desmedida de algunos, no fuimos racionales- éticos al proceder.

En la Confederación Proyecto de Nación (PROYECTA) entendemos que son cuatro las principales causas de los problemas que afectan la nación: corrupción, impunidad, desigualdades y desconocimiento.Por el atraso latente en el sistema educativo la ignorancia se ha agravado. Obviamente que las alternativas de soluciones que se formulen están en la obligación de disminuir estos 4 elementos causales de la problemática existente.

Considerando que las desigualdades, corrupción e impunidad son temas cuya responsabilidad mayor  corresponde a los gobiernos, las entidades de la sociedad civil participamos en el aspecto educativo con acciones tendientes a disminuir el desconocimiento que afecta a la población basados en un referente de hacia dónde los políticos quieren conducir al país. Debido a que NO EXISTE REFERENCIA de cómo hacerlo cada quien educa a su conveniencia. En PROYECTA educamos fundamentados en procesar los problemas y soluciones nacionales con énfasis en la participación de jóvenes con mayor condición de asimilación y disposición de trabajo.

Las soluciones a corrupción, impunidad y desigualdades, como hemos planteado, son de mayor responsabilidad de los gobiernos y el primer paso debió ser institucionalizar al país. En este sentido observamos que el presidente del Tribunal Constitucional Dr. Milton Ray Guevara exhortó a los ciudadanos a“otorgar vida a la constitución a través del conocimiento pleno de sus derechos, con lo cual podrán reclamar su restablecimiento ante las actuaciones arbitrarias del poder”.  Señaló:“nos toca pues a todos, absolutamente a todos, evitar el infarto institucional del la República Dominicana” e instó: “vivamos en la constitución”. También en esta misma vertiente la Dra. Licelot Marte, presidenta de la Cámara de Cuentas, se pronunció: “sola no podía impulsar la institucionalidad”.  Esperamos que al inicio de la próxima gestión estatal dirigentes de los demás poderes se pronuncien con mayor fuerza en este sentido para que “evitemos el infarto institucional”.

En la Estrategia Nacional de Desarrollo aprobada como ley se plantea la INSTITUCIONALIDAD  como primer eje del desarrollo. Su implementación no demanda recursos financieros sino voluntad política.Además del Poder Ejecutivo (administrador de la gestión) deben estar comprometidos todos los poderes del Estado. Ciertamente que los ciudadanos debemos conocer nuestros derechos para estar en condiciones de reclamarlos. Sin embargo, ese conocimiento supuestamente debe provenir de las enseñanzas impartidas por la escuela dominicana  cuyo atraso no permite que los principales actores (profesores y estudiantes) estén en condiciones de discernir sobre el significado de bandera, himno y escudo como representativos de soberanía nacional.

Disponemos de un  sistema educativo fundamentado en la escolástica antes de ser renovada por Santo Tomás de Aquino y el jesuita Francisco Suarez QUE NO ENSEÑA A PENSAR. Por ende, se dificulta que los dominicanos reclamemos nuestros derechos.Es imprescindible que los políticos entiendan que los elegimos para que materialicen la institucionalidad del país, lo que  significa cumplir con la constitución satisfaciendo los derechos humanos establecidos,convirtiendo a las personas en ciudadanos y satisfaciendo los requisitos establecidos en el PACTO SOCIAL que existe entre gobernantes (te elijo) y gobernados (para que cumplas con mis derechos) expuestos por Hobbes, Locke, Rousseau, entre otros ideólogos de la democracia.