Se equivoca quien crea que todo está arreglado en Medio oriente con la firma del acuerdo Rusia-EEUU y las potencias menores sobre Siria el cual pondría fin a las hostilidades allí.
Tras los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos lanzó la “Guerra contra el Terror”, que puso a la superpotencia en estado de guerra permanente, lo que cabe perfectamente en el concepto de guerra asimétrica.[i]
Dentro de esta guerra EEUU se propuso atacar varios países, entre ellos Sudán, Yemen, Somalia, Irak, Irán, Libia, Siria y Afganistán.
Tras 15 años de haberse planteado este objetivo los resultados son:
- Invasión y ocupación de Irak (20 de marzo de 2003-18 de diciembre de 2011). Utilización de tácticas de guerra convencional al estilo de la I Guerra Mundial y guerra asimétrica.
- Invasión y ocupación de Afganistán (7 de octubre de 2001) con la “Operación Libertad Duradera” del Ejército estadounidense y la “Operación Herrick” de las tropas británicas. Guerra convencional y asimétrica.
- Tras el golpe de Estado de finales de 2014 y comienzos de 2015 y la subsecuente entrada de los rebeldes hutíes (chiitas) en la capital Saná, una coalición apoyada por Occidente y liderada por Arabia Saudita lanzó la Operación Tormenta Decisiva[. El 25 de marzo de 2015 se inició una campaña de bombardeos. Amnistía Internacional denunció que se cometían crímenes de guerra contra la población civil de Yemen. Es una guerra en curso, mayormente ocultada por la prensa occidental.
- Sudán. Aprovechando el conflicto interminable en el que se enfrentaron desde 1956 el norte, de mayoría árabe y religión musulmana, y el sur, negro y de religión cristiana o animista, Occidente utilizó toda clase de tácticas para lograr un cambio de régimen, sin éxito. Finalmente logró la partición del país, el más extenso de África. Objetivos para EEUU e Israel: capturar una reserva estratégica de petróleo, localizada en el sur, y de una posición militar clave en el conflicto de Medio Oriente, debilitando de paso a un Estado musulmán.
- Irán. Al no poder doblegar a la República Islámica, EEUU, con fuerte resistencia de Israel y sectores internos, llegó a un acuerdo para que esta ocupe su espacio como potencia regional.
- Después del derrocamiento del dictador Mohamed Siad Barre (1969-92) el 26 de enero de 1991, se produjo una contra-revolución para tratar de restablecerlo. La violenta y caótica situación devino en una crisis humanitaria y un estado de anarquía que prácticamente duran hasta la actualidad. El país se dividió en pequeños estados independientes no reconocidos por la comunidad internacional. Uno de ellos Somalilandia, se cree que es un enclave de Occidente.
- De acuerdo a BBC Mundo, citando a The Washington Post, en Siria hay una pequeña guerra mundial. Dice: “El conflicto entre fuerzas locales, regionales e internacionales en Siria ha alcanzado tal nivel de complejidad que líderes mundiales, militares y periodistas se están quedando sin definiciones o paralelismos históricos para describirlo”.[ii]
- Luego de manifestaciones orquestadas por agentes extranjeros siguiendo el libreto de las “revoluciones de colores”, que desembocaron en violencia generalizada, las potencias obtuvieron un mandato de la ONU para intervenir. [iii] El país quedó convertido en Estado fallido tras la intervención de la OTAN, un país que fuera el más desarrollado y adelantado de África. Hoy es un territorio fragmentado, al estilo de Somalia, donde impera el caos.
Resumen de la historia reciente de Libia
En 1911 Italia ocupó Libia con un cuerpo expedicionario de 100 000 hombres. Poco después de su desembarco, el ejército italiano fusiló y ahorcó a 5 000 libios mientras que deportaba a miles.
En 1930, por orden de Mussolini, la mitad de la población de la región libia de Cirenaica fue deportada a unos 15 campos de concentración, mientras que la aviación italiana trataba de aplastar la resistencia bombardeando las aldeas con armas químicas y el ejército italiano desplegaba 270 kilómetros de alambradas para rodear toda la región. El jefe de la resistencia libia, Omar al-Mukhtar, fue capturado y ahorcado en 1931. Luego comenzó la colonización de Libia en el plano demográfico, mediante la ocupación de las tierras más fértiles y el desplazamiento forzoso de la población hacia tierras áridas.
A principios de los años 1940, la Italia derrotada fue reemplazada en Libia por Gran Bretaña y Estados Unidos. El emir Idris al-Senussi, convertido en rey por los ingleses en 1951, concedió a esas dos potencias el derecho de utilizar bases aéreas, navales y terrestres en suelo libio. A las puertas de Trípoli, Wheelus Field se convirtió en la base aérea y nuclear más importante de Estados Unidos en el Mediterráneo.
En 1956, el rey Idris firmó con Italia un acuerdo que disculpaba a ese país europeo por los daños causados en Libia y permitía que la comunidad italiana conservara su patrimonio. Los yacimientos petrolíferos libios, descubiertos en los años 1950, acabaron en manos de la empresa británica British Petroleum, de la estadounidense Esso y de la italiana Eni. Duramente reprimida, la rebelión de los nacionalistas desembocó en 1969 en el golpe de Estado –sin derramamiento de sangre y de corte nasserista– de los «oficiales libres» encabezados por Muammar el-Kadhafi.
La monarquía fue abolida, la Yamahiriya Árabe Libia obligó a Estados Unidos y Gran Bretaña a salir de las bases militares y nacionalizó las propiedades extranjeras. Durante las siguientes décadas, Libia alcanzó, según el Banco Mundial, «altos indicadores de desarrollo humano», con un crecimiento del PIB de un 7,5% anual, un alto ingreso medio por habitante, acceso universal a la instrucción primaria y secundaria y un 46% de acceso a la enseñanza superior. Más de 2 millones de migrantes africanos encontraban trabajo en Libia. Ese Estado, que constituía un factor de estabilidad y desarrollo en el norte de África, había favorecido con sus inversiones el nacimiento de organismos que habrían posibilitado la autonomía financiera y el surgimiento de una moneda propia de la Unión Africana.
Estados Unidos y Francia –como ha podido comprobarse en los correos electrónicos de Hillary Clinton– decidieron impedir «el plan de Kadhafi de crear una moneda africana», que hubiese sido una alternativa al uso del dólar y del franco CFA. Para ello, y para apropiarse del petróleo libio, la OTAN –bajo las órdenes de Estados Unidos– iniciaba la campaña contra Kadhafi, y en Italia la «oposición de izquierda» italiana estuvo en primera línea de esa campaña.
El resultado fue la destrucción del Estado libio, que también fue atacado desde adentro con grupos terroristas y fuerzas especiales. El subsiguiente desastre social, que está dejando más víctimas que la guerra misma, sobre todo entre los migrantes, abrió la puerta a la reconquista y la partición de Libia.
Libia preocupa
Desde hace años Libia es una preocupación para la OTAN, el brazo armado de Occidente. De acuerdo a un informe reciente, el Estado Islámico, muchos de cuyos combatientes se han replegado allí escapando de los bombardeos rusos en Siria, ahora ocupa una franja de costa mediterránea de más de 150 kilómetros. Y hay que saber que Libia queda a 500 kilómetros en línea recta de Sicilia, o sea, de Europa.
Uno de los resalados del caos tras el asesinato de Gadafi fue la diseminación de un considerable número de armas de guerra, la mayoría de las cuales han ido a parar no a estados sino a grupos terroristas, delincuentes y traficantes inescrupulosos. Un mapa publicado por The New York Times traza las armas procedentes de los antiguos arsenales de Gadafi halladas amás de 30 países de África.
Herencia de Hillary Clinton
La Libia actual es herencia de una intervención planificada y ejecutada por la entonces secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton.
Un larguísimo trabajo de The New York Times, publicado en dos partes, explora Libia y el legado de Hillary al respecto.[iv]Los periodistas Jo Becker y Scott Shane dicen en la introducción de su trabajo, publicado el 27 de febrero pasado, “El presidentese mostró cauteloso. La secretariadeEstado erapersuasiva.Peroel derrocamiento deMuammarel-Gadafi dejó a Libia convertida en un estado fallidoy santuario deterroristas”. Se refieren a que le fue difícil a Hillary convencer al presidente Barack Obama sobre la viabilidad de la operación contra Libia, pero al final lo logró y recibió luz verde para ensamblar y ejecutar la criminal aventura.
Los reporteros describen en unos párrafos lo que puede ser un retrato de la naturaleza de Hillary Clinton, posible nueva presidenta de Estados Unidos: “La nueva erapara Libia tuvo un comienzoespantoso, transmitido en todo el mundo. Eldictadorfue arrastrado dela tubería de alcantarilladodonde se escondía, sacudido por los frenéticos soldadosrebeldes, golpeado ysodomizadocon sangrecon una bayoneta. Un videoteléfono móvilinestablemostróla carapicada de viruelasdeMuammarel-Gadafi, "el líder" quehabía aterrorizado a los libiosdurante cuatrodécadas, con aspecto asustadoy desconcertado. Pronto estaríamuerto.
Losprimerosinformes de noticiasde la captura y muertedel coronelGadafien octubre de 2011llegaron a lasecretaria de Estadoen Kabul, Afganistán, donde ellaacababa de sentarsepara unaentrevista televisada. "Wao!", dijo, mirando al BlackBerry deun ayudantecon cautelaantes de señalarque elinforme aúnno se había confirmado. PeroHillaryClintonparecía impacienteparauna conclusióna la intervenciónmilitar multinacionalque habíahecho tanto paraorganizar,yen unmomento de descuidorara, dejó caer sureserva.
"¡Vinimos, vimos, murió!", exclamó.[v]
Gadafi cayó, pero las milicias se negaron a entregar las armas. Libia, unida por Gadafi, ahora volvía a su ancestral estructura tribal y cayó en guerra civil. Pronto se convirtió en santuario para terroristas.
La OTAN prepara invasión
El experto militar italiano Manlio Dinucci revela, con las debidas fuentes citadas, los preparativos de la alianza atlántica para una operación de invasión o ataque a Libia.[vi]
El ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Paolo Gentiloni, precisa que “el uso de las bases [por parte de EEUU]no requiere una comunicación precisa al parlamento”, asegura a la vez que esto “no es el preludio de una intervención militar” en Libia. Pero lo cierto es que la intervención ya comenzó y que fuerzas especiales de Estados Unidos, Reino Unido y Francia ya operan secretamente en el terreno, como confirman el Telegraph y Le Monde.
Desde el nudo aeroportuario de Pisa, limítrofe con la base estadounidense de Camp Darby, despegan constantemente aviones de transporte C-130 (probablemente estadounidenses) que transportan equipamiento militar hacia las bases del sur, y quizás también hacia alguna base en el norte de África.
En Francia, aviones estadounidenses KC-135 han llegado a la base de Istres (en el departamento de Bouches-du-Rhone) para garantizar el abastecimiento en vuelo a los cazabombarderos franceses. La operación no está dirigida solamente hacia Libia. Istres es la base de la «operación Barkhane», emprendida por Francia en Mauritania, Mali, Níger, Chad y Burkina-Fasso con la participación de 3,000 militares.
En esa misma zona y en Nigeria, opera Estados Unidos con fuerzas especiales, así como una base de drones instalada en Camerún, oficialmente para luchar también contra el Emirato Islámico y sus aliados. Al mismo tiempo, la OTAN ha desplegado en el Mar Egeo el Segundo Grupo Naval Permanente, bajo mando alemán, y varios aviones AWACS (puestos de mando volantes para el control del campo de batalla), oficialmente para «respaldar la respuesta a la crisis de los refugiados» (provocada por las guerras de Estados Unidos y la OTAN contra Libia y Siria).
A esta operación se agregó «Dynamic Manta 2016», ejercicio de la OTAN en el Mar Jónico y en el Canal de Sicilia, donde participan fuerzas aeronavales de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, España, Grecia, Turquía e Italia. Este último país pone sus bases de Catania, Augusta y Sigonella al servicio de ese ejercicio.
Así se prepara la «operación de mantenimiento de la paz bajo mando italiano» que, con el pretexto de liberarlas del Emirato Islámico, busca ocupar las zonas costeras de Libia económicamente y estratégicamente más importantes.
Sólo falta la «invitación» que podría venir de un fantasmagórico gobierno libio. Para la intervención en Libia, quien está presionando es Hillary Clinton, candidata a la presidencia de Estados Unidos. Según publica el New York Times en una larga investigación, la señora Clinton tiene «la visión más agresiva sobre las crisis internacionales». Fue precisamente la señora Clinton quien –en 2011– convenció a Barack Obama de que pusiera fin a las vacilaciones. «El presidente firmó un documento secreto que autorizaba una operación secreta y el envío de armas a los rebeldes», mientras que el Departamento de Estado de la señora Clinton reconocía a los rebeldes como «gobierno legítimo de Libia». El armamento, incluyendo misiles antitanque TOW y radares contra baterías, fue enviado a Bengazi y a ciertos aeropuertos. Simultáneamente, la OTAN –bajo el mando de Estados Unidos– efectuaba el ataque aeronaval, con decenas de miles de bombas y misiles, desmantelando el Estado libio desde fuera y desde dentro.
[i]Conflicto violento caracterizado por una abismal diferencia cuantitativa y cualitativa entre los recursos militares, políticos y mediáticos de los contendores y que, por lo tanto, obliga a utilizar tácticas que rebasan el marco de la tradición militar. Entre estos medios se cuenta la guerra de guerrillas, la resistencia, el terrorismo, la contrainsurgencia, el terrorismo de Estado, la guerra sucia o la desobediencia civil.
En la guerra asimétrica no existe un frente definido ni acciones militares convencionales. Se basa en combinación de acciones políticas y militares, implicación de la población civil y otras operaciones similares.El concepto fue acuñado por William Lind en 1986 junto con un grupo de oficiales del Cuerpo de Infantería de Marina de los EEUU, dentro de lo que dio en llamarse la "Revolución en la Cuestión Militar".
[ii]La "pequeña guerra mundial" que desgarra a Siria, BBC Mundo, 15 de febrero de 2016
[iii]Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en la que se autorizaba la adopción de “todas las medidas necesarias […] para proteger a los civiles y las zonas pobladas por civiles que estén bajo amenaza de ataque» de las fuerzas leales al gobierno de Muamar el Gadafi y en la que se establecía la “prohibición de todos los vuelos en el espacio aéreo”, al tiempo que se autorizaba a adoptar “todas las medidas necesarias para hacer cumplir” dicha prohibición.
[iv]Part 1: “Hillary Clinton, ‘Smart Power’ and a Dictator’s Fall”, Part 2 : “A New Libya, With ‘Very Little Time Left’”, Scott Shane y Jo Becker, The New York Times, 27 de febrero de 2016.
[v]http://www.nytimes.com/2016/02/28/us/politics/libya-isis-hillary-clinton.html?_r=0
[vi] Il Manifesto, 7 de marzo de 2016