Lo que sigue es una relectura y crítica al artículo de Orlidy Inoa Lazala aparecido en este medio en la pagina de opinión 01.04.2013

Si mal no he interpretado, usted se suma y acepta el artículo 4.1 de la Convención Americana sobre el derecho a la vida.  “…a partir del momento de la concepción… y que nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”.

Reconoce usted que el título-panacea (para los pro-muerte-proaborto) "Derechos sexuales y reproductivos" (porque para ustedes lo esencial de dicho concepto y único objetivo es el aborto, es decir, privar de manera arbitraria al no nacido – según el 4.1 ya citado) realmente es la forma encubierta de introducir el aborto al que usted y todo el feminismo radical con expreso apoyo de la política de control de natalidad de Naciones Unidas anhelan y trabajan arduamente para que sea reconocido como un "derecho humano".  Porque es bien sabido que la gran mayoría de derechos reproductivos están ya incluidos como derechos humanos (como el derecho a formar una familia, a decidir cuantos hijos tener y como y cuando… el derecho pre-eminente de la crianza de los hijos, etc..).  Y todo, según usted y sus afines bajo el principio de progresividad de los derechos fundamentales.

Según postula usted, ningún derecho es absoluto.  Pero no negará usted que el derecho a la vida es primigenio, básico y el más fundamental. Sin embargo da carácter de absolutéz a la ponderación de armonizar derechos en aparente colisión en casos concretos.  Como por supuesto, el caso de riesgo de muerte de la madre, bajo el predicamento del fin último de la constitución: es decir, la protección efectiva de los derechos fundamentales del Ser Humano. .

Me sorprende que consciente y deliberadamente no aplica usted las mismas consideraciones sobre la vida del no nacido.  Asume usted que la armonización de derechos en aparente colisión para el caso particular de peligro de muerte para la madre  de frente a la vida del no nacido, queda resuelta decidiendo la muerte del más indefenso (el niño no nacido). Es decir, que de armonización nada. Si tuviéramos que asimilarnos a esa armonización tendríamos que aceptar la posición de la Iglesia Católica de lucha extrema en favor de ambas vidas. Sin embargo, usted se despacha con una descalificación prejuiciada, afirmando: "… y no una interpretación exegética (este es un concepto perteneciente a las ciencias bíblicas) de lo que un artículo en particular pudiera decir".

Descifro  un poco más sus palabras encubiertas.

a.-Se despacha usted diciendo que en el debate sobre la defensa de la vida no tienen por qué intervenir principios bíblicos y se deduce también que tampoco la Iglesia Católica ni ninguna religión. En el fondo, aquí hay un debate más profundo, esto es: si la comprensión y sustentación de los principios básicos  sobre la vida pueden ser sostenido solo en base al consenso social o político de las leyes positivas. O por el contrario, si el sostenimiento de los mismos han de proceder de una base intrínseca a la dignidad misma del ser humano. El tema en el que usted y muchos que se hacen llamar progresistas se resisten con gran temor es que dicha dignidad tenga que venir posiblemente de una realidad exterior a nosotros. Es decir, como decimos los católicos, que nuestra dignidad viene de Dios mismo. Es aquella vieja discusión entre iusnaturalismus y el iuspositivismus.  En esto es bien claro, que "para la gran parte de materia que se ha de regular jurídicamente, el criterio de la mayoría puede ser suficiente.  Pero es evidente que en las cuestiones fundamentales del derecho, en las cuales está en juego la dignidad del ser humano, el principio de la mayoría no basta". A propósito, para hablar de la sustentación racional de la dignidad intrínseca de la vida del ser humano no hay que recurrir ni a la Biblia ni a Dios.

b.-Por un lado invoca usted las decisiones de la Corte Interamericana como bloque de constitucionalidad para nuestra Carta Magna en su ordenamiento a su fin último, como es proteger los derechos fundamentales; pero mas abajo hace referencia despectivamente al artículo 37 de esa misma Carta Magna. Sobre todo en su interpretación que finalmente motivó que el Legislador lo definiera como tal y por lo visto más arriba, en concordancia con lo que dice el 4.1 de la Conv. Interamericana.  Allí (Art. 37 de nuestra Carta Magna) no se discutía solo la inviolabilidad arbitraria del derecho a la vida de la Madre que ya está asegurado, sino el del niño/a no nacido.  Incluso, usted recurre a la sutil afirmación -bajo un ejercicio que me parece a mi de los del estilo de Paul Joseph Goebbels, donde la verdad es mentira y la mentira verdad- de la proporcionalidad de la ley para justificar que la medida o sanción debe ser adecuada para alcanzar el fin que la justifica: esto es, el bien de la persona humana. Por supuesto, para usted  la única vía de aplicación posible de este principio, a la vida de la madre. Y para nada la vida del no nacido.  Ya sabe usted que la Iglesia Católica habla de defender a los dos: Madre e hijo/a.  Es que usted y como todos los pro-aborto no quieren hablar de la vida del hijo (tan ser humano y con dignidad como la de la madre) y por eso prefieren usar subterfugios y filigranas palabrescas para esconder lo que no es una decisión ética menor: es decir, decidir la muerte de un ser humano, para colmo inocente.

Tal vez una de las mas conocidas feministas y defensoras del aborto en USA , lidereza del la falaz "Catholic for Choice", Frances Kissling lo diga con más contundencia (aquí un resumen): "[Nuestros] argumentos podían funcionar en la década de los 70, pero hoy, fallan…La marca «pro-choice» (abortista) se ha erosionado considerablemente…Ya no podemos pretender que el feto sea invisible…Puede que no tenga derecho a la vida, y su valor no sea igual al de la embarazada, pero acabar con la vida del feto no es un acto moralmente insignificante. Debemos poner fin a la ficción de que un aborto a las 26 semanas no es diferente de uno de seis semanas".

http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2011/02/18/AR2011021802434.html

Le comento tambien, que esa idea repetitiva a la que se agarran ustedes de aparente piedad y gesto de solidaridad en defensa de “las mujeres pobres y débiles” tiene escaso o ningún sustento estadístico social. Por ejemplo, en USA 24/100mil nacidos vivos con aborto abierto. Chile con aborto prohibido en todos sus supuestos tiene 25 muertes maternas /100mil. Cánada en las misma línea USA 12/100mil contra Irlanda igual que Chile en materia de aborto 6/100mil. Le recuerdo que el 50% de las muertes maternas en todo el mundo acontecen sólo en 6 Países: India, Nigeria, Etiopia, Pakistan, Afganistan y Rep. Democrática del Congo. En los 3 primeros, las leyes respectivas sobre aborto son abiertas durante cualquier periodo del embarazo por razones sociales o peligro de salud mental de la madre. En Pakistan bajo los supuesto en los que ustedes quieren despenalización. Esta información la puede constatar en la Revista The Lancet de Febrero de 2008.

En eso de mentir, retorcer estadísticas, conceptos e interpretaciones ustedes parecen magos encantadores.  Por ejemplo, uno de los términos más recurridos para referirse ustedes  a la muerte, exterminio y asesinato de un no nacido es el  mismo término alemán utilizado por el régimen nazi cuando aprobó dicha ley en 1933 con un sentido netamente discriminador: interrupción del embarazo.  En alemán se dice Schwangerschaftunterbrechung.

Honestamente siento decirle, que toda la defensa del aborto como signo de control sobre el propio cuerpo y como signo de supuesta libertad, pero más aun, como defienden ustedes hoy día: de defensa en favor de "las mujeres más pobres", tiene detras la larga historia de las ideas eugenésicas, los delirios de perfeccionamientos de la raza y el control de la natalidad.  Hoy día la institución más visible de todos esos "esfuerzos" de esterilizaciones forzosas, aborto y planificación familiar es la multinacional Plannet Parenthood fundada por Margaret Sanger.  Tómase un ratito y vuelva sobre la vida de esta Sra., sus andanzas, sus relaciones y amigos, sus escritos, sus fundaciones, etc.

Los apóstoles de la eugenesia de ayer imagino que no soñaron con ver colmados con creces su obra e ideas. Aquí le recuerdo algunos: Charles Davenport, Lothrop Stoddart, Harry Laughlin. Estos estuvieron a la base ideológica de la ley de  1927 de la Corte Suprema estadounidense aprobando la constitucionalidad de las esterilizaciones forzosas.  Dicho borrador había sido elaborado por un equipo de prestigiosos biólogos como G. W. Hunter que escribio la obra titulada „El parasitismo social y su coste para la sociedad, la solución“.

Las principales víctimas de esta ley fueron los retrasados mentales y los enfermos mentales; pero en muchos estados se incluyeron también a sordos, ciegos, alcohólicos, tuberculosos, sifilíticos, leprosos, criminales, idiotas, pobres, deformes, epilépticos y personas sin domicilio fijo. En el preámbulo se decía que: “Considerando que la herencia tiene una función de la mayor importancia en la transmisión de la delincuencia, la idiotez y la imbecilidad…”. El proyecto legal mostraba claramente cual era el objetivo perseguido: “preservar la pureza de la raza blanca”. Por eso, Oliver Wendell Jr. miembro del Tribunal Supremo afirmó: «En vez de ejecutar a los degenerados o de dejarles que mueran por su propia imbecilidad, es mejor que la sociedad pueda evitar a tiempo que los manifiestamente inútiles tengan descendencia».

No está demás mencionar al Dr. Ernst Rudin o el Dr. Henry Pratt Fairchild amigos de la Sra. Margaret Sanger y presidente de la Fundación Americana de Población fundada por esta.

Aquí le va un breve repaso aparte de USA y de la Alemania nazi de cómo las prácticas eugenésicas y las esterilizaciones forzadas de los “indeseables” se fueron implantando en otros países del mundo.

– Japón: con la promulgación de las Leyes de Prevención de la Lepra de 1907, 1931 y 1953. Allí se llevaron a cabo abortos y esterilizaciones forzadas de aquellos ciudadanos que “alteraran la paz”.

– En 1928 Suiza aprobó un decreto por el que se autorizaba la esterilización de los enfermos mentales.

– Dinamarca legalizó las esterilizaciones forzadas eugenésicas en 1929.

– Suecia esterilizó a más de 230.000 personas entre 1935 y 1996 en el marco de un programa basado en teorías eugenésicas y por “razones de higiene social y racial”. En el programa se incluyeron minorías étnicas como gitanos y lapones.

– Noruega aprobó leyes estatales de esterilización en 1934, Finlandia lo hizo en 1935 y Estonia en 1936. Estas leyes, además de esterilizar, prohibían o multaban los matrimonios de ciertos ciudadanos o castigaban nacimientos de ciertos hijos, etc.

– En China y la India se han realizado campañas coercitivas periódicas de esterilizaciones masivas. En 1976 se realizó la vasectomía y la ligadura de trompas a miles de varones y mujeres, bien por pago o bajo las presiones de importantes multas. El pasado año vimos cómo en China una mujer fue obligada a abortar su hijo de 7 meses y luego ser humillada y castigada poniéndole su hijo muerto junto a ella en la cama del hospital. La Madre de mi amigo sacerdote y compañero de estudio de origen chino aquí en Viena, tuvo que correr durante su segundo embarazo de ciudad en ciudad y de familia en familia hasta que su segundo hijo tuviera varios meses.  Porque para su información, si alguien quiere tener un segundo hijo, debe pagar una multa equivalente al salario mínimo de 7 anos de trabajo

– Entre 1973 y 1990 Checoslovaquia llevó a cabo una política de esterilización de mujeres gitanas.

– En Perú, el presidente Alberto Fujimori presentó en 1995 un proyecto de ley con el nombre de “Plan de salud pública” por el que se autorizaban programas de esterilización forzadas contra más de 330.000 mujeres indígenas (esencialmente quechuas) y unos 25.000 varones. El plan fue financiado por la Agencia de Cooperación Internacional Estadounidense con 36 millones de dólares y por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

Es decir, que bajo la excusa de “defensa de las mujeres pobres” como ustedes postulan nada de nada. Es una simple falsa.  Y para rematar, dice usted que el más elemental de los derechos del ser humano es la libertad individual. Pareciendo olvidársele a usted que no hay tal derecho sin antes reconocer el que sí es verdaderamente fundamental: el derecho a la vida.