§ 13. Aparte de la aparición de la palabra “cuero” como sinónimo de prostituta en el informe de Ramón Emilio Jiménez y las menciones de Carlos Esteban Deive y la cuarteta de Quevedo, encontré una cuarta mención que sugiere la asociación entre los dos vocablos y fue la única, luego de exprimir todos los volúmenes que el historiador Gerardo Rodríguez Morel ha publicado contentivos de los documentos para el estudio de nuestra historia colonial (dos tomos) y las cartas y cédulas reales cursadas entre obispos, arzobispos, el Cabildo y los reyes españoles desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII. En carta al rey, el licenciado Cristóbal de Ovalle, de la Real Audiencia, le informa lo siguiente: «El Monasterio de Las Mercedes está como solía y mucho más perdido. Y el remedio que envió un provincial fue hacer comendador y Presidente a un fray Gabriel de (fol. 2v.) Sotomayor, que por perdido y distraído y porque había robado al Monasterio mil cueros para dar a ciertas mujeres de este lugar, le mandé ir al Perú.» (Cartas de la Real Audiencia de Santo Domingo (1578-1587). Santo Domingo: Archivo General de la Nación, 2017, p. 293). El fraile “perdido”, es decir, pervertido, ¿ha robado a su propio monasterio cueros para pagar favores sexuales “a ciertas mujeres”, o sea a prostitutas, que en aquellos siglos coloniales eran llamadas mancebas, tusonas, mujeres de mal vivir, de la mala vida o esclavas ganadoras? Para evitar escándalos no se aportaban nunca los nombres de las mujeres, fueran aristócratas, casadas o no, pero cuando se trataba de las mujeres de la vida o esclavas ganadoras, sí se aportaban los nombres de esas “pecadoras”. El castigo que se le impuso a fray Gabriel de Sotomayor fue la deportación, equivalente hoy a los traslados de una parroquia a otra para encubrir a los curas pederastas o a los solicitadores de favores a las señoras en el confesionario. Al sitio donde los obispos les trasladan, estos “depravados” van a cometer los mismos delitos.
§ 14. Realicé una mini-encuesta entre un selecto grupo de amigos lingüistas y escritores acerca de si sabían el origen histórico de la palabra “cuero” como sinónimo de prostituta tanto en la época colonial como en la republicana de Santo Domingo y cuáles eran las fuentes documentales. Casi todos relacionaron el vocablo “cuero” con el pago a las prostitutas con cueros de vaca por sus servicios sexuales durante el período colonial y una minoría dijo no saber nada al respecto. [Los encuestados fueron, por orden alfabético, Orlando Alba, Efraím, Castillo, Rafael Núñez Cedeño, Andrés L. Mateo, Frank Moya Pons, Alejandro Paulino Ramos, Rafael Peralta Romero, Irene Pérez Guerra, Mario Emilio Pérez, María José Rincón, Marcio Veloz Maggiolo y Pedro Vergés]. Luego de la información suministrada por Deive en La mala vida, invoco la figura traslaticia de la sinécdoque, esa variante de la metonimia que significa “tomar la parte por el todo”, es decir, el cuero de vaca por la prostituta.
§ 15. En el registro escrito del español dominicano estuvo proscrito el vocablo “cuero” y en el registro oral o en el oralizado, como en la sección “El suceso de hoy” del programa El Informador Policíaco del locutor Manuel Antonio Rodríguez, alias Rodriguito, solo se permitía el uso de “fémina de vida alegre” o las demás variantes eufemísticas permitidas en la era de Trujillo. Pero entre los mismos miembros de la familia Trujillo, la palabra “cuero” era de uso común, dado el hecho de que dos hermanos del Jefe ejercieron el negocio de la prostitución: Nieves Luisa y Amable Romeo –Pipí– Trujillo Molina, (documentado en Trujillo. El hombre y su personalidad. Santo Domingo: Búho, 2006 y en La prostitución dominicana. Santo Domingo: Búho, 2017). Y aporto una curiosa anécdota: hubo una reunión de los hermanos Trujillo en la que se abordó el tema de los negocios de los miembros de la familia y alguien habló acerca del negocio de los cueros que pertenecían a la FADOC y a doña Julia se le ocurrió, ingenuamente, aclarar que no tocaran eso, porque “el negocio de los cueros era de Pipí”. (Nota aclaratoria: Fábrica Dominicana de Calzados, conocida como la Fadoc, propiedad del Jefe, tenía el casi monopolio de los cueros de vaca para fabricar los zapatos de las Fuerzas Armadas. De ahí el juego de palabras).
Para referirse a la prostitución, a las mujeres y hombres que la han ejercido a través de milenios, la metáfora gastada del “oficio más viejo del mundo” a lo que aspira es a la tolerancia del prójimo, toda vez que las mujeres y los hombres que se prostituyen por dinero son forzados a hacerlo porque provienen de las capas sociales más pobres explotadas por las clases superiores que dominan los sistemas y las relaciones de producción de una sociedad-cultura específica.
§ 16. En el libro más completo sobre este tema en el país, el siquiatra Lino Romero estudia los orígenes históricos de la prostitución en Asia occidental, Grecia y una que otra pincelada a la de Roma, antes de recalar en el problema de la prostitución en la República Dominicana: «La primera descripción de la prostitución en la Biblia se encuentra en el libro Génesis (38, 2-30, traducción de Luis Alonso Schöckel y Juan Mateos, “Judá y Tamar”, en Nueva Biblia española. Madrid: Cristiandad, 1975, pp. 76-77, DC), cuando Judas, uno de los hijos de Jacob, descendiente de Abrahán, actuando como era la costumbre de la época, ‘pagó un precio’ por una mujer llamada Tamar, la que dio a su hijo
mayor para que conviviera con él (La historia de Judas y Tamar fue creada alrededor de mil años antes de Cristo (…) En ese mismo tenor, la historia también cuenta que existió una muchacha llamada Zonah, quien libre de la influencia de su padre y de sus hermanos, se relacionaba sexualmente por dinero con los israelitas. Por eso fue definida en el Viejo Testamento con la palabra harlot que significaba ‘prostituta o ejercer el sexo por dinero’.» (La prostitución dominicana, obra ya citada, p. 47). Y en el llamado Nuevo Testamento, escritos los Evangelios de Lucas y Mateo por Lactancio y el de Juan y Marcos por Eusebio de Cesárea, encontramos el caso emblemático de María Magdalena, prostituta perdonada por Jesús con el famoso “quien esté libre de pecado que tire la primera piedra” y con la sentencia irrevocable: “Le son perdonados sus muchos pecados, porque ha amado mucho.” (Lucas 7, 47).
En Grecia, crisol y amalgama que recogió el legado de todas las culturas de las del Asia occidental o Medio Oriente, el Dr. Romero afirma, y está documentado históricamente, que la prostitución, tanto de hombres como mujeres, era practicada por todas las clases sociales desde los tiempos del gran sabio y legislador Solón: «Para aquella época [en Grecia] el comercio sexual era tan lucrativo que Solón, que vivió en el siglo VI antes de Cristo, fue el fundador de la democracia occidental y por lo mismo considerado el más grande estadista de Grecia. También Solón fue el primer gobernante que instituyó la recaudación de impuestos a las prostitutas, con cuyo dinero se construyeron muchos tempos en diversas regiones de Grecia y posteriormente en otros países donde también se recaudaron impuestos de las prostitutas.» (Op. cit., 48).
El psiquiatra agrega que, en aquel sistema esclavista, como lo será el imperio romano luego, «con la recaudación de los impuestos a las prostitutas, [Solón] también construyó viviendas llamadas ‘porneia’ donde albergaba a hombres y a mujeres desnudas para llevar a cabo una desenfrenada lujuria sexual. Con el fin de llenar estos lugares, Solón compraba mujeres esclavas y hombres apuestos en distintas partes de Atenas. Es interesante señalar que los políticos de su época veían con buenos ojos las actividades lucrativas de Solón al incluir mujeres y hombres en la prostitución.» (Op. cit., pp. 48-49). (Continuará).