1.- Es una bendición vivir en paz espiritual; tener una existencia sin sobresaltos; mantenerse libre de resentimientos; perdurar con el corazón ausente de remordimientos; conservarse para aportarle a la sociedad el alma llena de alegría, que la jovialidad y el entusiasmo nos acompañe.

2.- Mantener los pesares al margen de nuestra vida nos permite acercarnos cada día a la felicidad y evitar que el optimismo se marchite por la presencia del fastidio, el aburrimiento y el malhumor, que solamente traen disgustos y complicaciones.

3.- Ser autónomo, liberado de ataduras e inmune a maldiciones, anatemas y murmuraciones, me permiten ser dueño de mi forma de pensar y actuar, y darle riendas sueltas a mi voluntad, no ponerle freno al mandato de mi conciencia.

4.- Cuantas veces procedo a realizar un acto cualquiera trato de estar lo más consciente posible de lo que ejecuto, y en este escrito, el actor con relación al cual intervine sé que es propenso al delito; tiene vocación, con gran influencia a colocarse al margen de la ley.

5.- Pero resulta que con ese mismo sujeto que tiene proclividad hacia las acciones ilegales, fue el mismo con el cual la Procuraduría General de la República y la Fiscalía de Santiago, con nuestra anuencia, hizo un pacto de colaboración que cumplió, por lo que ahora no hay justificación alguna para argumentar su afición al delito para evadir cumplir con él lo convenido.

I.- Mi comparecencia ante el Juez de la Ejecución de la Pena de San Cristóbal

6.- Precisamente, en forma espontánea, el día lunes 3 de julio, en curso, desde la ciudad de Santiago de los Caballeros, me trasladé a San Cristóbal, y a las nueve (9) horas de la mañana, comparecí ante el Juez de la Ejecución de la Pena, el cual había sido apoderado para conocer de la Solicitud de Libertad Condicional requerida por el interno Francisco Alberto Carela Castro; de viva voz procedí a declarar explicando el motivo de mi comparecencia en la forma que indico a continuación:

7.- Honorable Magistrado, la explicación de porqué estoy ante usted es porque  soy el padre del Licenciado  José Jordi Veras Rodríguez, quien fue víctima de una tentativa de asesinato, en la modalidad de sicariato, el día 2 de junio de 2010;  la persona encargada por Adriano Román, para organizar la acción criminal contra mi hijo, fue el señor que está aquí sentado frente a usted, que responde al nombre de  Francisco Alberto Carela Castro.

8.- Una vez fue detenido Francisco Carela Castro, -seguí declarándole al Magistrado-, llegó a un acuerdo con la Procuraduría General de la República y la Fiscalía de Santiago, para colaborar, ayudando a esclarecer el hecho ejecutado contra mi hijo, habiendo cumplido Francisco Carela Castro, el compromiso que había asumido para dilucidar más el asunto. Debo precisar que Jordi, como consecuencia del atentado de que fue víctima, tiene lesiones permanentes, entre las que se destacan la pérdida total de la visión de su ojo derecho, así como fracturas en el maxilar inferior de la 5ta vertebra.

9.- Continuando con mis declaraciones al Juez, le manifesté que como padre de Jordi, acepto la solicitud de perdón, la disculpa hecha a Jordi y a mi familia por Francisco Carela Castro; que no le guardo ningún rencor, tirria ni odio, y también es el sentir de Jordi.  No nos oponemos a que el tribunal disponga la libertad de Francisco Alberto Carela Castro, dentro de las condiciones que tenga a bien a tomar su señoría.

10.- Debo aclararle, Magistrado, que para mí asistencia a declarar ante este tribunal no hubo de por medio requerimiento, ruego, ni pago de ninguna clase. He hecho acto de presencia respondiendo a lo que dicta  mi conciencia y nada más.

II.- Cumpliendo con lo pactado

11.- Al momento del abogado de Francisco Carela Castro, informarme vía telefónica, la fecha y lugar de la audiencia, pude haberme despachado diciéndole que no estaba obligado legalmente a hacerlo, y que, además, su representado tiene deuda de sangre con Jordi, mi familia y conmigo.

12.- Pero no soy persona de dobleces ni ambigüedades; respeto la palabra dada; me inclino reverente ante la verdad. Le había prometido a Francisco Carela Castro y a su abogado, que si honraban el compromiso, asistiría a testificar ante el tribunal una vez el imputado solicitara su libertad condicional.

13.- Cumplir con lo que prometo es para mí cuestión de honor; mantener y sostener hasta el final lo que en un momento dado ofrecí, forma parte de mi proceder. Perseverar en acatar lo veo como rigor de lo que es mi deber en las actuaciones.

14.- No escapa a mi conocimiento el medio en el cual vivo, el pliegue y la ondulación que caracterizan a amplios sectores de la sociedad dominicana de hoy, en la cual es una excepción actuar con sinceridad, lealtad y franqueza.

15.- La persona, durante su existencia debe actuar conforme lo manda su conciencia, partiendo de que su pensamiento está educado para comportarse correctamente, en forma apropiada y escrupulosa.

16.- Las actuaciones que llevamos a cabo ante los demás son las que van a decir lo que ha sido nuestra vida. El operar define, lo mismo que sustraerse, inhibirse hace posible calificar a un individuo como constante, consecuente o veleidoso.

17.- No hay duda de que muchos de los nuestros viven engañados; dominados por ensueños y falsas ilusiones, con la creencia de que todo se puede hacer, sin importar que sea para bien o para dañar a otros, pero al actuar así olvidan que más temprano que tarde aquí será necesario rendir cuentas de lo que ha sido la realización de cada uno de nosotros.

18.- El ser humano puede vivir por un espacio de tiempo, pero no para siempre, porque a perpetuidad no vive nadie. El término de por vida, por secula seculorom, no tiene aplicación en la persona física.

19.- Por mucho esfuerzo que haga un individuo para conservarse con vida, inexorablemente el fin llegará, sin importar que lleve una existencia en grande, placentera; como todo un pacha o un pidientero, mendigante habitual.

20.- Cuando el ser humano deja de existir, en el círculo familiar o de amistades del cual formó  parte, comienza el cuestionamiento, poner en tela de juicio lo que el finado hizo o dejó de hacer en su paso por el mundo de los vivos.

III.- La motivación de mi cumplimiento

21.- A lo mejor algunas personas en el futuro se hagan la pregunta, cuestionamientos, se interesaran por conocer cuál fue la razón que me impulsó a proceder como lo hice en el asunto del proceso de Libertad Condicional de Francisco Alberto Carela Castro.

22.- Es posible que solamente yo tenga conocimiento de lo que he sufrido, padecido y soportado como consecuencia de la operación criminal de que fue  víctima mi hijo; pero el martirio, la pena y el tormento padecido  no pueden llevarme a permanecer  de por vida afligido, cargado de odio, triste y atormentado.

23.- Es mi deseo que el día que muera estar mentalmente liberado; con mi corazón exento de abatimientos; sin carga de pesares. Si he vivido enamorado de la vida, no puedo terminar mi existencia amargado, melancólico, apesadumbrado y entristecido. Estoy formado para animar, alegrar y contentar, y así quiero concluir.

24.- Reciprocar la ejecución hecha por Francisco Alberto Carela Castro, me hace permanecer tranquilo conservando pulido mi proceder de honrar lo que prometo, ratificar es inclinarse reverente ante lo ofrecido, porque lo contrario sería la falsía, muy propia de los que olvidan lo afirmado y firmado.

25.- Que nadie se engañe ni permita ser inducido a alucinación con relación  a su paso por la vida. No existimos para la inmortalidad, vivimos provisionalmente, y debemos dejarles a la posteridad, a la familia, a las futuras generaciones una historia de actuaciones libre de afrentas, ultrajes y comportamientos irresponsables.

26.- Mientras estemos con vida debemos demostrar que no estamos en el medio social para comportarnos como si nos moviéramos en un mundo particular, algo que nos pertenece, y podemos accionar de la forma que más nos convenga, olvidando que lo colectivo nos identifica como grupo humano que es lo que motiva a ser útil a los demás, convenientes a la sociedad.

IV.- Cumplí con mi deber

27.- En el caso específico de mi intervención en el proceso de Solicitud de Libertad Condicional hecha por Francisco Alberto Carela Castro, creo haber desempeñado el papel que me correspondía; llené mi cometido como padre de Jordi y colaborador del Servicio Judicial. Evadir el cumplimiento de lo que había prometido, me habría colocado como un irresponsable y farsante.

28.- En estos momentos de degradación ética y moral de la sociedad dominicana, en la que está imperando odio, intriga, venganza y criminalidad, resulta reconfortante enviar un mensaje de tolerancia, compasión y avenencia, como demostración de que todo no puede ser malevolencia, inflexibilidad, fanatismo y desconsideración.

29.- Sin pretender ser  bombero social, dentro de lo posible procuro coherencia entre mi prédica y práctica. Si cumpliendo con mi parte en el asunto de la Libertad Condicional de  Francisco Alberto Carela Castro, contribuyo a aliviar la situación de su familia, en particular la de sus padres e hijos, a la vez que puede servirle de motivación personal para integrarse arrepentido a la sociedad, creo que he actuado para algo fructífero.

30.- Debemos dejarnos de estar actuando sin sentido ni contenido, y comprender que hay que accionar procurando hacer lo que es para bien de la comunidad, y olvidarnos de la fatalidad, el infortunio y la adversidad, que solamente traen a la mente lo negativo, la canallada, nefasto y desventurado.

31.- Sin importar lo que me venga encima, continuaré viviendo en la misma línea que me he movido hasta ahora, libre de todo lo que daña al ser humano como lo es odio, perversidad, rencor,  doblez, bajeza, bellaquería, insociabilidad e impiedad.

32.- El ambiente dominicano se presenta inclemente, descontentadizo, inexpresivo y hosco, por lo que corresponde a los sectores sensibles, tolerantes y espontáneos, cambiarlo a llano, afable, abierto y llevadero. No podemos mantenernos en pie de agravio, menosprecio, ultraje y vilipendio porque entonces con el tiempo   el país se convertirá en intolerable, insufrible, agrio e irresistible. 

33.- Solamente los seres humanos que no tienen cuenta pendiente de maldades están en libertad de actuar sin remordimiento, aborrecimiento, malevolencia, animosidad y aversión. En lo que a mí respecta quiero morir como he vivido, guardando para los demás bondad, afecto, simpatía, apego, consideración, solidaridad y sincera amistad.

34.- Por ser un hombre libre por entero procedí como lo hice con relación a Francisco Alberto Carela Castro, el mismo que organizó el asesinato contra mi hijo Jordi.