El espíritu de la alegría, llenó el gran auditorio del Centro de   Convenciones  de Sansouci. Una ceremonia de por si excepcional, y ésta única, por la simultaneidad de tres obispos ordenándose. En los más, de los últimos 40 años, un ausente para esta ceremonia, que ha estado presente como figura determinante de la   vida de la Iglesia Dominicana, el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez; parece decir con su ausencia  en esta ordenación su adiós definitivo del ceremonial litúrgico, parece no  habrá más Cardenal López Rodríguez en los púlpitos de la Iglesia Católica Dominicana.

Las dos primeras  décadas de este siglo 21, manifiestan una renovación y rejuvenecimiento del Colegio de Obispos y el Episcopado Dominicano, no sólo en edad; sino, en energía pastoral, visión evangélica y compromiso con la construcción del reino del hijo de la Gracia del Espíritu Santo en María y el Carpintero de Nazaret. Un nuevo báculo  y liderazgo, representado en el nuevo Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Monseñor   Francisco Ozoria; conforman una conferencia Episcopal Dominicana, que recibe estos tres Obispos auxiliares de la Arquidiócesis de Santo Domingo: Monseñor Ramón Benito Ángeles, Monseñor Faustino Burgos y Monseñor Jesús  Castro Marte.

Me cabe la satisfacción y la alegría  de haber ingresado al Seminario de los Padres Vicentinos en Colombia, con uno de ellos, el hoy Obispo Faustino  Burgos. En este hermoso e impresionante acontecimiento litúrgico de la Iglesia Dominicana, como parte de una Comisión de la UASD encabezada por el Ing. Ramón Peralta, también compartí con el Sacerdote Tulio Cordero de los Paúles, con  quien ingresé en la misma época  al Seminario junto a doce compañeros más, incluyendo al Obispo ordenado, orientados por los Sacerdotes Jaime Vergara y Emilio Tobar.

El desafío de los nuevos tiempos es cada vez más complejo para una iglesia peregrina y del encuentro,  en la que el Padre a través de su hijo Jesucristo,  edificó y puso en manos de hombres y mujeres comprometidos con este ministerio, la construcción de un reino de paz y amor, cimentado en la luz y verdad del evangelio. Felicidades a la Iglesia Católica Dominicana por estos tres nuevos Obispos.