No hay duda de la importancia que tiene el rol que juega la oposición política para el desarrollo de los pueblos dentro de un sistema democrático. En especial, cuando el país se encuentra en momentos de crisis económica, social o política. Por lo tanto, la posición que asuma es determinante. Dicha posición serviría de factor controlador de las decisiones del gobierno; no siendo así, que el oficialismo se salga de los límites de sus funciones según la Constitución.
Por eso, es de carácter de obligatoriedad que la oposición política (representada en diferentes partidos políticos) asuma el papel de oidores de las necesidades del pueblo y de veedores de las maniobras del gobierno. Haciendo esto, la democracia se fortalece. En cambio, obviándola el pueblo sufre y acelera su proceso de ruina y calamidad hasta llegar a la muerte social y política.
Cuando la oposición política no pone el oído en el pueblo, pasa por desapercibido las falencias que comete el gobierno en sentido general al anunciar o permitir las alzas de los precios de los alimentos de primera necesidad y de los combustibles. La indiferencia mostrada de las autoridades frente a la ola de violencia y de robos. La inseguridad ciudadana. Los bajos salarios de los obreros. El escaso desarrollo económico y, finalmente, la contrastada desigualdad social.
La oposición política, tiene que desarrollar acciones correspondientes a los hechos y situaciones reales frente a la indiferencia del gobierno. No basta con hacer comentarios en los centros de debates, en coloquios o universidades, en las redes sociales u otros medios de comunicación. Los males referidos en los enunciados anteriores y que afectan a la población de manera inmisericorde, debería de encontrar de frente a una oposición política determinada a detener el rumbo errático que lleva el oficialismo. .
Cuando la oposición política no pone sus ojos para vigilar las actividades del gobierno sucede lo peor […]
En días pasado la diputada del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Faride Raful solicitó mediante un proyecto de resolución a la cámara de Diputados, para que (la misma) integre una comisión especial que investigue la relación contractual: comercial o política o que diga de qué índole o en cuáles condiciones se hicieron los contratos con las empresas de Joao Santana y Mónica Moura (su esposa) por más de $1,400, 000,000.00 de pesos dominicanos.
La respuesta a dicha solicitud desde el Palacio, no se hizo esperar. Y los influyentes ministros José Ramón Peralta y Roberto Rodríguez Marchena, trataron de tirar, desacertadamente, por la cuneta, las pretensiones de la diputada, quienes además, la tildaron absurdamente de ¨malintencionada.¨
Dichos funcionarios, inmediatamente, pusieron al tanto al presidente de la Cámara de Diputados, Rubén Maldonado, mediante una carta, negando la exagerada suma de dinero supuestamente pagada al referido asesor político; además, desde el gobierno, se hizo la precisión de que, los contratos otorgados a las referidas empresas del asesor Joao Santana fue de DOP$ 460 506 711.77, y no de la suma que ella profirió (la diputada).
Sin embargo, el martes 17 fue un día de deceso histórico para la oposición política dominicana. El presidente de la Cámara de Diputados hizo caso omiso a dicha solicitud y ahí quedó todo; como han quedado decenas de casos de denuncias de corrupción.
Entonces el pueblo, a voces, hace las siguientes preguntas: ¿Dónde están los ¨lideres¨ de los partidos políticos de la oposición? ¿Dónde están los candidatos a la Presidencia de la República? ¿A caso, pretenden ir al solio presidencial con la misma insensibilidad humana de los gobiernos sordos, ciegos y mudos que nos han desgobernado? ¿Dónde están las botas del Profesor Juan Bosch, de Peña Gómez, de Hatuey de Camps, de Manolo Tavares Justo, del comandante Jorge Botello, de Otto Morales, de Amín Abel, de Maximiliano Gómez (el moreno), de Florinda Soriano (mamá Tingo), de las hermanas Mirabal y de todos los hombres y mujeres que dejaron el legado inmortal de la resistencia? Nunca se doblegaron a la tentación espuria del Poder.
No veo cabezas visibles que puedan ponerse las botas de los líderes arriba mencionados. Mi campo visual solo se limita a visualizar a ¨buenos líderes¨ que saben movilizar las masas; pero no saben aunar esfuerzos entre los mismos opositores que conforman otra parcela política. Esa actitud de independencia, de desunión, de falta de equilibrio y de una desenfocada agenda nacional de la oposición política es la que le ha dado paso a que los gobiernos de turnos hagan y deshagan con este pueblo lo que quieran y como quiera, que por demás, es un pueblo humilde y trabajador.
Es tiempo de que, en el escenario político dominicano se hagan visibles (a luz del pueblo) hombres y mujeres que cumplan con su rol de oposición política. ¡Estamos hartos! Ojalá la linterna de Diógenes nos brinde su ayuda: ¨se busca: hombres y mujeres dispuestos para la oposición política¨