Desde hace varias semanas he estado insistiendo en la necesidad de abrir nuevas áreas de inversión turística para ampliar la cantidad de habitaciones y facilidades, con el fin de lograr la meta de 10 millones de visitantes al año lo más pronto posible.

Hemos propuesto la creación de un patronato que tenga el co-manejo del Parque Nacional Cotubanamá ( Parque Nacional del Este ), donde participe el sector privado con los propietarios de terrenos con costas, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Ministerio de Turismo, y las municipalidades de Bayahibe y Boca de Yuma. Este Patronato tendría la responsabilidad de crear el ordenamiento territorial de la zona, así como las autorizaciones para el uso de suelo y la supervisión de inversiones, además del mantenimiento y cuidado del Parque, ya sea la zona costera como en la parte interna donde tenemos manantiales, cuevas y enterramientos indígenas.

La idea central es que se permita la modificación de la Ley 202-04 sobre áreas protegidas, a fin de liberar las costas y que éstas puedan utilizarse para la construcción de hoteles, bajo ciertas normas para no hacer daño al ecosistema, elaborando un reglamento de uso y conservación de las áreas protegidas, para brindar una nueva oferta turística, una combinación de turismo de diversión con investigación científica y ecoturismo. Del total de unos 430 kms cuadrados que tiene el Parque en la zona terrestre, estamos proponiendo la utilización o especialización de sólo un 16%, es decir menos de 70 kms. cuadrados para estos fines.

Somos de opinión que el ser humano y la naturaleza pueden convivir perfectamente, que se conviertan en socios y, en este caso, las comunidades de Bayahibe y Boca de Yuma tengan beneficios  de su explotación y la responsabilidad de conservar y restaurar las áreas. Es un tema de educación y conciencia de dar buen trato y mantenimiento a lo que te produce beneficios. En adición a esto, las poblaciones de Bayahibe y Boca de Yuma tendrían un crecimiento  cualitativo que les ayudaría a mejorar sus condiciones de vida. Se mejoraría la calidad de la educación y se crearían escuelas vocacionales y de idiomas.

Me parece que sería una extraodinaria oportunidad para el Estado recibir inversiones y beneficios sin aportes, ya que las infraestructuras principales ya existen y las nuevas que se serían necesarias, el sector privado estaría en disposición de hacerlas. También sería muy oportuno iniciar el proceso en estos momentos, ahora, antes de que Cuba acelere su proceso de apertura.

Reconozco que la apertura de Cuba me inquieta. He mencionado que el pueblo cubano tiene mucho mayor nivel académico que el nuestro, por lo que en el sector turístico podría ser de mucha competencia. También me preocupa que muchas personas aquí alegan que nuestras infraestructuras son mayores y mejores que las cubanas, y que a ellos les costará muchos años hacer lo que ya nosotros tenemos. Sin embargo, les recuerdo que esas cosas se construyen con dinero y voluntad. En cuanto a la voluntad se refiere, ¿Qué pasaría si Cuba ofrece terrenos con frente de playa a cambio de que le construyan una carretera? o que ofrezca un área parecida a Punta Cana a cambio de la construcción y manejo de un aeropuerto?, ¿Qué pasaría si ofrece además incentivos fiscales?, sólo con la idea de atraer inversiones, atraer una mayor cantidad de turistas y creación de fuentes de trabajo.

Desde mi punto de vista, estoy seguro  que los recursos financieros aparecerán y se construirán los hoteles, las carreteras y aeropuertos que sean necesarios en muy corto plazo.

Es tiempo de aprovechar esta oportunidad con el Parque Nacional Cotubanamá, el cual ofrece ventajas comparativas que otros lugares del país no ofrecen. El Parque consta de un total de sólo 25 parcelas, de las cuales sólo 11 poseen costas y sus propietarios conservan sus títulos de propiedad, ya que el Estado no hizo el pago reglamentario establecido en la Ley de expropiación cuando se conformó el Parque a través del Decreto 722 del 4 de Abril de 1975, ni lo hizo con el Decreto 1311 de Septiembre del mismo año, y mucho menos con la Ley No. 202-04 sobre áreas protegidas. Adicionalmente, cuenta con la insfraestructura y las facilidades necesarias para este desarrollo. Sería de fácil implementación.

Tenemos de frente una oportunidad extraordinaria para demostrar que el país ha madurado lo suficiente para aceptar este modelo de desarrollo sin perjuicio de los ecosistemas. Usemos las áreas protegidas para desarrollar las costas del Parque Cotubanamá, que será un buen ejemplo de hacer lo que nunca se ha hecho.