El Parque Nacional Del Este, enclavado al sureste de la isla de La Hispaniola, cuenta con una extensión superficial de más de 430 kilómetros cuadrados, abarcando desde la comunidad de Bayahibe, por el sur, hasta Boca de Yuma por el norte, y todo el territorio hacia el Este, incluyendo la Isla Saona e Isla Catalinita.

De este total de kilómetros cuadrados que tiene el parque, las áreas aprovechables para un desarrollo del turismo, es decir, las costas con playas y profundidades suficientes para la construcción de puertos, alcanzan sólo a un 16% del total del área.

Ubicación del Parque Nacional Del Este
Ubicación del Parque Nacional Del Este

Nuestra propuesta consiste básicamente  en modificar la ley de áreas protegidas para liberar, sacar de parque, las costas y permitir el desarrollo turístico.

Esta propuesta incluye que el Estado no tendría que invertir un solo centavo en este desarrollo.  Los propietarios cuyos terrenos serán excluidos de parque, que poseen costa, serían los responsables de construir una carretera que bordee el parque y a la vez sirva de limítrofe. Igualmente, construir senderos que lleven a los turistas a los lugares de interés, como las cuevas con pictografías indígenas, enterramientos, observadores de aves y reptiles, etc. Por eso decimos que el permitir un desarrollo eco-turístico en el Parque Nacional Del Este, bajo estas condiciones,  provee una oportunidad para el Estado de obtener beneficios sin realizar inversiones

Estos recursos provendrían de la plusvalía que obtendrán dichos terrenos inmediatamente se produzca la liberación. Inclusive, tal vez se podría compensar, previo un avalúo individual, a los propietarios internos, cuyos terrenos no tienen costa, y que quedarían dentro del nuevo parque.  Y así el Estado es liberado de un pasivo que tiene desde cuando el Parque fue creado mediante el Decreto No. 722, del 4 de abril de 1975.

Otras inversiones que haría el sector privado, es la formación de escuelas vocacionales y de idiomas en Bayahibe y Boca de Yuma, por lo que sus residentes podrían insertarse en estas nuevas fuentes de trabajo. Lo que a la vez proveería al Estado de nuevas fuentes de ingresos a través de los impuestos que pagaría esta nueva fuerza laboral, la cual, estamos seguros que pertenece en su mayoría al sector informal.  Además de los impuestos que pagarían todos los nuevos negocios que se crearían, como son, adicional a los hoteles, los deportes acuáticos, tiendas, bares y restaurantes, etc., es decir, todos los negocios formales que se forman dependientes del turismo.

El Parque Nacional del Este no es poseedor de grandes bosques necesarios para la atracción de lluvias, ni albergue de especies que no puedan seguir viviendo y reproduciéndose con esta propuesta de liberación. Es un área que en la actualidad está siendo aprovechando informalmente al llevar turistas a Saona y Catalinita. Por lo tanto, puede explotarse perfectamente sin que las áreas más vulnerables sean afectadas, al contrario, sería responsabilidad de este sector privado protegerlas, conservarlas y ayudar a su desarrollo, a través de un co-manejo del Parque.

Desde mi punto de vista, tanto el Ministerio de Turismo como de Medio Ambiente y Áreas Protegidas, podrían tomar la iniciativa de poner en ejecución esta propuesta que no causará daños, todo lo contrario, será de beneficio para el Estado y el país en general.

Mapa del Parque Nacional Del Este con  distribución de parcelas.
Mapa del Parque Nacional Del Este con  distribución de parcelas.

El Parque consta de 25 parcelas, de las cuales once ( 11 ) poseen costa, por lo que no sería difícil ponerse de acuerdo a través de una sociedad en participación, y conformar un bloque que haga un desarrollo sostenible. Esta propuesta atraería un turismo diverso, no sólo el de sol y playa, sino un turismo científico y cultural. Estudiosos de dichas áreas vendrían a observar las diferentes especies y profundizar sus conocimientos sobre las costumbres y forma de vida de los aborígenes.

En resumen, el país presentaría un turismo diferente, una propuesta que pocos países estarían en disposición de presentar.  Es una ventaja comparativa que debemos aprovechar e irnos delante, y que contribuiría significativamente a la meta de los 10 millones de turistas en el corto plazo.