Permítanme recordar una carta que hace trece años escribí al Listín Diario (publicada en su edición del 7 de junio de 2008), en la que me referí al prestigioso concurso fundado por Plácido Domingo, Operalia, en el que cada año compiten jóvenes cantantes de ópera que están iniciando sus carreras, procedentes de diversos países, concitando la atención de los melómanos de todo el mundo. Anualmente, Operalia selecciona a 40 aspirantes, de entre unas mil solicitudes, para participar en el concurso.

 

Decía en mi carta de 2008 que, entre 1993 y 2007, Operalia había celebrado quince certámenes, en las siguientes ciudades: París (1993, 2002 y 2007), Ciudad de México (1994), Madrid (1995 y 2005), Burdeos (1996), Tokio (1997), Hamburgo (1998), San Juan de Puerto Rico (1999), Los Angeles (2000 y 2004), Washington (2001), en tres ciudades de Austria (Bregenz), Alemania (Friedrichshafen) y Suiza (St. Gallen) en la región del lago Constanza (2003), y Valencia (2006).

 

Añadía que la 16ta. versión tendría lugar en Quebec, Canadá, en septiembre de 2008, y ahora agrego que otras once versiones se han celebrado, entre 2009 y 2019, en diversas ciudades de Hungría, Italia, Rusia, China, Portugal y otros países. La próxima será en Moscú, Rusia, del 18 al 24 de octubre del corriente 2021 (luego de haberse suspendido en 2020 debido a la pandemia).

 

Concluí mi carta de 2008 con estas palabras: "Sería grandioso que la Secretaría de Estado de Cultura, la de Turismo y algunas fundaciones y empresas del sector privado se unieran para auspiciar que Plácido Domingo elija, como sede de una futura celebración de Operalia, a una ciudad dominicana, que bien pudiera ser Santo Domingo (en el Teatro Nacional Eduardo Brito) o Santiago (en el Gran Teatro del Cibao), o ambas”.

 

Ahora, trece años después de publicada la citada carta, por este medio quiero sugerir a  los ministerios de Turismo y de Cultura, a grandes empresas y grupos corporativos y fundaciones como Sinfonía, Fiesta Clásica, Corripio, Inicia, Brugal, Popular, Eduardo León Jimenes y otras, que incluyan entre sus planes y presupuestos auspiciar que pueda hacerse realidad el sueño de que nuestro país sea sede de Operalia. Sería un gran acontecimiento, tanto en el aspecto cultural como en el turístico, si se organiza, patrocina y mercadea acertadamente.