OLÍMPICO

La palabra olímpico, que es un adjetivo, en República Dominicana cumple funciones que resultan extrañas en otras zonas de habla de español.

Se utiliza en las conversaciones entre dominicanos para resaltar la cualidad de grande, importante, excelente en su especie. Se aplica a las personas que sobresalen por cualidades poco corrientes, por ser extraordinario en algún atributo de su personalidad. Lo contrario también es posible, esto es, puede usarse en tono de burla para destacar cualidades negativas.

Esta forma de expresarse del dominicano no está exenta de rasgos lógicos

La persona de quien se dice que es olímpico en alguna actividad se distingue porque se sale de lo ordinario, es excepcional; es alguien de quien se supone que no hay otro de su especie. En la particularidad por la que se pondera su personalidad se supone -por exageración- que no admite competidor.

Se incluye un ejemplo para ilustrar el empleo. “Fulano tienen una paciencia olímpica”. Puede reemplazarse este olímpico por extraordinaria, por ejemplo. En son de burla, el ejemplo sería: “Mengano muestra una olímpica desfachatez”.

Esta forma de expresarse del dominicano no está exenta de rasgos lógicos. Las personas que compiten en olimpíadas son deportistas destacados, los mejores en sus clases, de allí que se utilice este “olímpico” de la forma expuesta, para las personas que exhiben condiciones excepcionales en su personalidad, con el sentido de que “se aparta de lo normal”.

ELECTO – ELEGIDO

Representante de la Junta Directiva ELECTA el año pasado y que ha descubierto todo este fraude. . .”

La confusión que se produce entre estas dos palabras del título es una historia que puede considerarse vieja. A pesar de las veces que se ha escrito sobre el uso apropiado de los dos vocablos todavía parece que el asunto no está claro en la mente de algunos redactores. Se expondrá más abajo de modo sencillo pero detallado lo relativo a los dos adjetivos.

Los participios pasivos irregulares de los verbos que tienen  dos participios sólo deben usarse en tanto adjetivos. Los participios irregulares son: correcto, bendito, maldito, por ejemplo. Forman parte de este grupo de verbos con dos participios, impreso e imprimido.

Cuando se utilizan en funciones de adjetivo son correctos: electo, bendito, maldito, correcto

Cuando se utilizan en funciones de adjetivo son correctos: electo, bendito, maldito, correcto. Si esto no es posible, lo que corresponde que se use es el participio regular.

Existen excepciones para esta dualidad de participios, son las que corresponden a roto y previsto. En este caso se utilizan como adjetivos, así como participios.

En el caso preciso de la cita, electo se emplea solo seguido del nombre de un cargo o función, pero se aplica a la persona que ha sido nombrada, escogida, pero que aún no ha tomado posesión. Si va acompañado del verbo auxiliar, debe usarse el participio regular.

CRIMINALIZAR – CRIMINAR

“. . .luchó el año pasado por la aprobación de una ley que CRIMINALIZA la publicación no consensual de fotos íntimas en Internet”.

La familia de voces a la que pertenecen las dos palabras del título es bastante extensa en lengua española. Estas palabras tienen relación con la voz latina crimen, que pasó al español con la misma grafía.

Criminalizar es atribuir carácter criminal a alguien o algo. En el caso de la cita, la ley buscó convertir en delito (que no crimen) la acción de publicar fotos íntimas en internet, sin el consentimiento cuyas fotos son divulgadas por ese medio.

Criminalizar es atribuir carácter criminal a alguien o algo

A pesar del señalamiento que se hace entre paréntesis, hay que puntualizar que existe una tendencia a aceptar que la palabra criminal se refiere también a una ley que se destina a perseguir y castigar  los crímenes y delitos. Esta tendencia consta en el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia, en la tercera acepción correspondiente a criminal.

En cuanto a criminar, corresponde en tanto verbo transitivo a “incriminar, acriminar”, que es acusar, imputar a alguien de un delito o falta grave. Además, es exagerar una culpa, defecto o delito para exponerlo como delito.

Ha de tenerse en cuenta que los conceptos jurídicos que se reconocen para crimen, delito y otras nociones mencionadas más arriba no coinciden en todas sus partes con lo vertido en el diccionario mentado más arriba.

En el campo jurídico se considera crimen el delito o falta grave que se castiga con una pena que excede de ciertos límites determinados por la ley. En otras palabras, el crimen es un delito calificado por la gravedad del hecho punible y las penas con que se castiga. En el Vocabulario jurídico, conocido en español como el de Henri Capitant, en su versión española, puede leerse que en su sentido técnico el crimen es la ‘infracción castigada por las leyes con pena aflictiva e infamante’. No debe olvidarse que estas notas tienden a ser solo sobre el lenguaje y nada más.

PASAR PÁGINA TIRAR PÁGINAS PARA LA IZQUIERDA

“Es momento de PASAR PÁGINA, insistió. . .”

Las locuciones verbales que ocupan el lugar del título son testimonios de la forma en que estas pasan a ser parte del habla de todos los días. Ambas llevan el sustantivo femenino página  en su seno, pero tienen sentidos diferentes. Eso es algo que solo el uso puede lograr; establecerlas con la ayuda de una misma palabra, pero imprimiéndoles sentido diferente.

“Pasar página” significa dejar algo atrás, superarlo, ‘dar por terminado algo’, la última es la definición que la Real Academia  consigna y, la frecuencia de su uso ha hecho que conste en el diccionario que esa docta institución publica.

Con la lectura de esta sección acerca de las locuciones formadas con el vocablo página puede observarse como los hablantes consiguen dar una orientación diferente a los significados, aun cuando figure el mismo sustantivo en ellas

La locución ‘tirar/pasar páginas para la izquierda’ significa leer, estudiar mucho. Esta parece que es una locución puramente dominicana. En su condición de locución de uso en República Dominicana figura en el Diccionario del español dominicano (2013). En ese diccionario viene acompañada de una cita que documenta su uso en la literatura dominicana. En portugués brasileño esta idea se expresa de esta manera, devorar páginas.

En el Diccionario fraseológico del español dominicano (2016), se encuentran varias locuciones verbales en las que aparece la palabra página. “Cambiar (la) página”, que corresponde a ‘modificar alguien su actitud o su comportamiento’. “Pasar (la) página” que es ‘cambiar de tema en una conversación’. Así como, ‘empezar algo desde el principio luego de un fracaso’. Además, significa, ‘cambiar de situación; superar un inconveniente’ y, ‘olvidar lo negativo del pasado’. En el portugués brasileño existe virar a página que es “leer con avidez”. Las referencias del brasileño se extrajeron del Tesouro da fraseologia brasileira (1986).

El Diccionario fraseológico documentado del español actual (2004), recoge la locución verbal pasar página (a algo) con el significado de ‘dejar de ocuparse [de ello] o relegarlo al olvido’. Salta a la vista que la redacción no es la misma para esta expresión, aunque en esencia la significación es equivalente a la que se trató al principio.

Parecidas a las locuciones anteriores es la locución verbal que se atribuye a Ecuador en el Diccionario de americanismos (2010), lexicón en el que “virar la página” es ‘dar por terminado un asunto’. “Voltear la página”, en México, Nicaragua, Bolivia, Chile y Paraguay es ‘cambiar de tema en una conversación’.

Con la lectura de esta sección acerca de las locuciones formadas con el vocablo página puede observarse como los hablantes consiguen dar una orientación diferente a los significados, aun cuando figure el mismo sustantivo en ellas. Esto constituye una muestra más del poder que poseen los hablantes sobre el lenguaje, aun cuando este sea escrito.