La visita de los líderes de la Asociación de Industrias de la Republica Dominicana (AIRD) al Canciller Miguel Vargas Maldonado vuelve a poner sobre el tapete la ofensiva diplomática iniciada por el actual Ministro de Relaciones Exteriores en procura de mejorar las relaciones bilaterales entre nuestro país y la vecina nación Haitiana.
Es de todos sabido que, desde siempre, a lo largo de los 580 kilómetros de la frontera se desarrollan actividades de intercambio comercial entre los nacionales de ambos países y que independientemente de esa relación común de zonas fronterizas, existen de forma institucional puntos específicos de la frontera donde se realizan plazas de compra y venta de mercancías denominados mercados binacionales.
Con esta ofensiva, asumimos que las relaciones bilaterales entre los dos países habrá de convertirse en un tema estratégico desde el punto de vista del comercio y el desarrollo económico de ambas naciones, con miras a fortalecer las exportaciones que sobrepasan actualmente los US$1,100 millones.
El Presidente de la AIRD Campos De Moya manifestó su saludo al hecho de que el Canciller tenga dentro de sus principales retos restablecer el mercado haitiano, el cual dijo tiene un gran valor para los industriales dominicanos.
Este saludo es oportuno, por cuanto Haití es un gran consumidor de productos industriales procedentes de nuestro país, razón por la cual mantener la participación y continuar con la inserción de los productos dominicanos en ese mercado, sería una medida conveniente a los intereses de esa organización dada la importancia del mismo para las exportaciones dominicanas.
Debemos recordar que previo a esta ofensiva ya el Ministro de la Presidencia Gustavo Montalvo en una ocasión anterior dijo que el Gobierno apoya todos los esfuerzos de coordinación de los empresarios, afirmando entonces que esto solo puede ser beneficioso para la producción nacional y para la creación de empleos.