ODEBRECHT ha tocado el tinglado político del país, dejando al descubierto la corrupción imperante en nuestro sistema político nacional. Personas que de ser nada ni nadie, hoy día ostentan riquezas desmedidas a costas de los impuestos que pagamos todos los dominicanos y pasaron de ser simples figuras a ser "grandes empresario" con mansiones, villas, yipetas y automóviles caros, pero sobre todo con grandes fortunas depositadas en bancos nacionales e internacionales.

Considero que en esta situación de ODEBRECHT no solo pierden los políticos que se han visto involucrados en el desagradable escenario de esta novela. Aquí los perjudicados directos somos los dominicanos, por omisión a los delitos y causales impuestas por los actores que yacen en ella, de TODOS LOS PARTIDOS POLÍTICOS TRADICIONALES.

Los sobornos y la corrupción les quitan a muchas familias pobres la esperanza de avanzar, la educación, la salud, la seguridad, el futuro. Aunque no logra quitar la lucha de ver un país mejor. Lo he dicho antes y lo mantengo ahora, creo en el fondo de la Marcha Verde, y creo que es de admirar el estilo pacífico de luchas por el cese de la corrupción y la impunidad, pareciéndose así al justo reclamo del 4% para la educación, que se ha cumplido a cabalidad desde que el Presidente Danilo Medina asumió el poder en su primer mandato en el año 2012.

Lo que lamento es que hoy día no estén en el banquillo de los acusados aquellos ex funcionarios que disfrutaron por años de la impunidad imperante en el país desde la dictadura de Rafael L. Trujillo Molina y los gobiernos posteriores.

Solicitar la renuncia de un mandatario sea en el país que sea es algo descabellado, ya que interponer un pedimento de esa índole no solo traería desasosiego e inestabilidad al país, sino, muertes y crisis económica en un país que ahora mismo vive un ambiente social y económico estable en comparación con otros países caribeños y del hemisferio.

El Presidente Danilo Medina no debe renunciar a sus funciones, pésele a quien le pese. Es un Presidente legítimo que obtuvo la mayor valoración del electorado dominicano con más del 62% del voto popular, dejando claro su interés en que la corrupción es un mal que debe ser perseguido y dilucidado en la Justicia.

La corrupción es un mal endémico que nunca dejará de existir, pero al menos con este precedente se limitarán las acciones irregulares ejercidas desde las diferentes funciones o estamentos del Estado, que abarcan desde los ayuntamientos a las instituciones en general.

Se ha de procurar en lo adelante que en cada política, adjudicación o proyectos a elaborar y posteriormente a ejecutar se  trabaje con los procedimientos y mecanismos necesarios para establecer la transparencia establecida en las leyes adjetivas vigentes.